La llegada de Jaime Martínez supuso la creación de un área en el equipo de asset allocation denominado Asset Allocation Goal Based Strategies.
La llegada de Jaime Martínez a BBVA AM casi cuatro años atrás supuso un cambio en la forma de gestionar los fondos de asset allocation de la gestora. Años más tarde, los fondos perfilados gestionados por el equipo que Martínez dirige están entre los primeros puestos de rentabilidad en un periodo de tres años anualizado y se situaron entre los que menos cayeron en 2018.
Este modelo de gestión está basado en el behavioral finance, o como el propio Martínez resume, evitar errores cognitivos y emocionales. Para combatir potenciales equivocaciones apuesta por mantener una disciplina consistente en aislar la emoción y diversificar el número de decisiones. “Si un proceso de inversión es bueno hay que utilizarlo muchas veces, no jugársela a una única cosa”, destaca. En este sentido, añade que su labor no es saber como va a acabar el Ibex en 2019, sino si hay que estar invertido en bolsa española o no.
Como responsable global de Asset Allocation, Martínez implementó un nuevo proceso de inversión teniendo en cuenta que los mercados son ineficientes, que deber poner el foco en la construcción de cartera, el perfil de rentabilidad asimétrico de los clientes (valoran más no caer o caer poco), la eficiencia en la gestión (negociación de la comisión de gestión activa) y la búsqueda de primas de riesgo alternativas.
Para empezar a construir la cartera, y con la idea de no depender de un único proceso, el responsable de BBVA AM divide la estructura de la cartera en dos: una parte estratégica basada en valoración y fundamentales a un periodo de 3 a 5 años y una parte táctica, donde la valoración no funciona, especifica Martínez.
La parte core, destaca, es objetivar la toma de decisiones. “Todos tenemos una opinión, pero está influida por sesgos”, indica. Por tanto, utilizan herramientas propias -su barómetro- que permitan adelantar “si se ven nubarrones en el horizonte”.
Asimismo, disponen de herramientas tácticas que ofrecen más detalles de las distintas clases de activos. Dentro de la parte táctica, ejecutan decisiones de manera sistemática mediante modelos y de manera discrecional mediante la selección de fondos y con opcionalidad. Por último, también juegan temáticas macro a nivel global de forma táctica, pero sin estar basadas en modelos como los anteriores.
Risk Premia
Dado que la rentabilidad esperada de todos los activos es muy baja, Martínez consideró en su momento que necesitaba buscar otros sitios donde cosechar rentabilidad, como complemento a todo lo anterior. De ahí que los fondos de asset allocation de la gestora también inviertan en menor o mayor medida en “factores de riesgo en los que históricamente hay evidencia empírica de que generan una rentabilidad ajustada al riesgo”, determina. “Con los tipos tan bajos, necesito diversificar más que con los bonos; si suben los tipos podría caer la bolsa, subir la TIR y perder dinero en los dos lados”, detalla.
De esta manera, creó un área dentro de lo que denominan Asset Allocation Goal Based Strategies, donde se explotan factores de riesgo de forma liquida, transparente y barata. Como ejemplo, enumera factores que explican la rentabilidad de las acciones en la bolsa: tamaño, calidad, baja volatilidad, momentum y value.
Martínez apunta que hay factores de riesgo en casi todos los activos, no solo en bolsa. Lo importante para el responsable es que estos factores sean soportados por un análisis académico, que sean intuitivos, persistentes y ejecutables. Sin embargo, “del universo de primas de riesgo teóricas te quedas con pocas”, apunta. Por ello se enfocan en aquellas que tengan baja correlación entre si, con la bolsa y con los bonos.
A modo de ejemplo, se centra en explicar por qué consideran invertir en un factor de riesgo como el value. “Para que un fondo value merezca la pena, el gestor tiene que destacar frente a comprar compañías baratas sistemáticamente”, señala. Otra manera de jugar el value sería poniéndose largo en empresas baratas y corto en caras sin tener que apostar por un gestor en concreto. “No tengo exposición a bolsa y si el value lo hace bien a mi me va bien”, explica.
Esta y otras estrategias de risk premia son combinadas a través de un vehículo que impulsó BBVA AM para ser utilizado en todas sus carteras, denominado BetaMiner. Conoce en qué consiste, cómo esta diseñado y que fondos de BBVA AM lo utilizan en la siguiente noticia.