La inacción del BCE da alas al euro: primeras reacciones de las gestoras internacionales

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La reunión de septiembre del Banco Central Europeo se ha saldado sin cambios explícitos en su política monetaria, pero no por ello ha estado exenta de titulares. Con la reciente escalada del euro y un dato históricamente bajo de inflación en agosto, los inversores buscaban de la entidad monetaria al menos una pista de que ambos impactos estaban en su radar. Pero el mensaje que ha lanzado la presidenta, Christine Lagarde, no ha sido tan firme como algunos esperaban.

La inflación ha sido el tema central del debate de hoy. El BCE ha mantenido su proyección de precios al consumo para 2022 en el 1,3%. Lo más curioso es que ha aumentado la de inflación central de 0,9% a 1,1%, a pesar de un euro más fuerte y la brecha de producción. Según el BCE la inflación subyacente disminuyó "según lo previsto" hasta 0,4% en agosto debido a la reducción del IVA alemán y aplazamiento de ventas de verano, destaca de la cita Frederik Ducrozet, economista de Pictet WM. En su opinión, sigue siendo una inflación inaceptablemente baja y sería un error que esta evaluación sea compartida por el Consejo de Gobierno del BCE.

La clave del asunto es que, si bien Lagarde mencionó los movimientos recientes del euro en su discurso inicial y reiteró que es uno de los factores que el BCE está monitorizando, también dejaron claro que el euro no es su objetivo explícito. O como lo resume Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management: “No parece tener prisa por aumentar el paquete de estímulos actual”.

Y esto ha tenido un efecto directo sobre el euro. Como se aprecia en el gráfico que comparten desde MONEX EUROPE, la exposición del BCE esta tarde fue recibida con un impulso positivo del euro frente al dólar, que cotizaba cerca de un punto porcentual por encima del precio de apertura al cierre de la presentación.

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Es también un foco de preocupación para Paul Diggle, economista jefe de Aberdeen Standard Investments. “El BCE fue desconcertantemente halcón en su reunión de hoy”, cuestiona. “Hizo revisiones al alza de sus previsiones de crecimiento e inflación, y en la conferencia de prensa Christine Lagarde sonó un poco más optimista en las perspectivas de lo que creemos que está justificado”. “Una demanda deprimida implica que la inflación subyacente se mantendrá baja, rondando niveles de agosto hasta finales de año. El caso es que la historia del BCE está marcada por numerosos episodios de vacilación, sólo para verse obligado a hacer más en una etapa posterior”, lamenta en esa línea Ducrozet. Por eso, con el fuerte rebote inicial ya perdiendo fuerza, y la inflación básica en mínimos históricos, desde ASI prevén que el BCE se verá obligado a una mayor relajación más adelante en el año.

Konstantin Veit, gestor de PIMCO, coincide en valorar la reunión de este como “marginalmente hacia el lado de los halcones”. “No hay duda de que el shock negativo de la inflación por la pandemia no ha sido suficientemente compensado aún”, afirma. Por eso, ahora todos los ojos están puestos en la reunión de diciembre, donde el mercado, esta vez sí, espera más acciones que palabras. “Seguimos creyendo que las perspectivas de inflación históricamente débiles obligarán al BCE a ponerse manos a la obra relativamente pronto, y esperamos que aumente y amplíe de nuevo el PEPP en diciembre, desde los actuales 1,35 billones de euros de compras hasta finales de junio de 2021, ya que las perspectivas de inflación no convergen suficientemente hacia la configuración prepandémica”, defiende.

Hay consenso entre los expertos en que el BCE debe actuar. “La credibilidad del objetivo de inflación del BCE es quizás la más débil de todos los principales bancos centrales y los marcos políticos son todavía demasiado estrictos para lograrlo, especialmente en el contexto de un euro más fuerte; esperamos un esfuerzo monetario renovado, ya sea a través de mayores compras de activos o recortes adicionales en territorio de tipos negativos”, insiste Adrian Hilton, responsable de tipos y divisas en renta fija de Columbia Threadneedle.

Coinciden desde MFS IM. Ven buenas posibilidades de que el BCE amplíe su programa PEPP a fines de este año (o principios de 2021) cuando las proyecciones del BCE se extiendan hasta 2023 (y posiblemente muestren una inflación aún moderada) y expire el aumento temporal del programa APP. Alternativamente, el BCE podría expandir su programa regular de APP si el impacto de la pandemia fuera menos severo pero el perfil de inflación aún no debería ser satisfactorio.