La industria financiera necesita "sanciones que garanticen su funcionamiento", según Iosco

cable
Mag3737, Flickr, Creative Commons

Las entidades financieras tienen por delante, según David Wright, secretario general de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco), dos retos prioritarios: por un lado, mejorar su comportamiento, incluso “con sanciones que garanticen su funcionamiento”; por el otro, implementar de forma coherente todas las “normas y principios globales”. Así lo resumió el secretario general de Iosco en el Swift Business Forum de Madrid, titulado “El sector financiero español: transformar retos en oportunidades”.

“Faltan instituciones globales con poder jurídico para regular el sector”, reclama Wright, que critica la falta de sanciones y mecanismos de resolución de conflictos dentro de la industria financiera, sector inmerso en un proceso de transformación en el que la crisis ha funcionado como catalizador y que, en los próximos meses, se enfrenta a cambios regulatorios trascendentes para él.

Para Wright, en lo que respecta a España, el país necesita continuar sus reformas económicas estructurales, así como consolidar políticas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, facilitarles nuevos instrumentos de financiación, reducir la burocracia, “que sigue siendo una barrera al emprendimiento” -especialmente para las pymes, que son las creadoras de empleo-, y, muy importante, apoyar a las empresas exportadoras.

Un sector competitivo y cooperativo

Para las empresas que forman el ecosistema financiero, las necesidades se resumen en “regulación, ganar eficiencia y optimización en el uso de la información, traducido en desarrollos innovadores”. En este contexto, los expertos destacan la combinación de una perspectiva competitiva y cooperativa como clave para desarrollar un negocio en red.

A juicio de los expertos de Swift, “las bases están puestas en España, que está en condiciones de disponer de una de las mejores infraestructuras financieras físicas del mundo”. Para la firma, el objetivo sería adaptarla a las “nuevas necesidades: una red más especializada para atender a las empresas, mientras la vía online puede abastecer el mercado masivo”.

Un buen ejemplo, señala la firma proveedora de servicios de mensajería financiera segura, es la centralización de la gestión de pagos por un único canal, con un único formato, lo que proporciona “una gran independencia” a las empresas respecto a los bancos, en opinión de los participantes en la industria financiera. Así, respecto a la migración a la nueva metodología SEPA (Zona Única de Pagos en Euros) en las transferencias en euros a partir de 2014, los expertos advierten de la necesidad de “escalonar la implementación” para que no se concentre en la recta final del año.