ISR y gestión indexada: ¿pueden ir de la mano?

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Inversión socialmente responsable y gestión indexada. ¿Pueden ir de la mano las dos tendencias emergentes en la industria de fondos? Es la pregunta que se planteó a los ponentes en un encuentro organizado por Spainsif y moderado por María Folque, directora de Análisis de FundsPeople.

Más que hablar de gestión pasiva frente a gestión activa, Ignacio Perea, director de Inversiones de TRESSIS, prefiere hablar de direccionalidad o flexibilidad como las cualidades que busca a la hora de construir una posición. Y la sostenibilidad añade una capa más al análisis, recuerda Perea, porque es un mundo con tres patas: la inversión responsable, la sostenibilidad y el impacto. En el primer caso, donde la prioridad del inversor es evitar ciertos sectores o compañías y promover la responsabilidad, el experto entiende que la gestión indexada tiene un rol importante. Pero pasar a los siguientes escalones, en su opinión, probablemente requiere un grado de gestión activa.

Y es importante hablar de grados. Porque algo que quedó claro durante el debate es tanto la manera de aplicar la indexación como la sostenibilidad tiene sus matices. Como bien señala Álvaro de Liniers, responsable de desarrollo de negocio en NN Investment Partners Iberia, la propia gestión pasiva ASG tiene tres enfoques. Por un lado, menciona lo que en la industria se denomina la indexación minimal ESG. Esta busca una exclusión mínima bajo criterios ASG. Es decir, son productos con una desviación muy limitada del índice (por debajo del 0,5%) que aun así mejora ligeramente el perfil ISR de la inversión. Por otro lado, estaría la réplica de índices sostenibles. Y la tercera vía que identifican desde NNIP es la indexación enhanced (mejorada). El tracking error sigue siendo bajo (inferior al 1%), pero son vehículos que mejoran sustancialmente factores de sostenibilidad, como la huella de carbono del fondo.

En cualquier caso, las gestoras defienden que no es una cuestión de uno u otro. Más bien, que el crecimiento de ambas irán de la mano. Laure Peyranne Rovet, responsable de desarrollo de negocio de ETF de Invesco para Iberia, LatAm & US Offshore, da algunas cifras para apoyar ese argumento. Según Morningstar, solo un 4% de los activos gestionados bajo criterios ASG están en ETF. Pero Peyranne no se quedaría con ese dato; mejor fijarse en la tendencia. “Vemos un cambio importante, el crecimiento más rápido se está dando en ETF ASG”, cuenta. El año pasado los activos en ETF ASG han crecido un 275% y este año un 40% de los flujos netos han ido hacia este tipo de vehículos.

Desde BlackRock también vaticinan que esta tendencia continuará e incluso acelerará. La gestora americana prevé que para 2030 habrá 1,2 billones en activos ASG. “Y esto no es algo temporal o cíclico”, asegura Javier García, responsable del negocio de Gestoras de Fondos para BlackRock en España, Portugal y Andorra. Porque identifica cuatro vientos de cola estructurales. Primero, que la ASG no está reñida con la rentabilidad. Algo que ha quedado patente en la última crisis. Segundo, que cada vez hay mayor información y de calidad sobre la sostenibilidad. Tercero, la democratización de las soluciones ASG, que llega de la mano de los vehículos indexados. “Frente a un TER medio del 1,15% en la gestión activa, los indexados se mueven en el 0,28%”, afirma García. Y cuarto, que cada vez más hay un abanico más amplio de productos.