La crisis financiera iniciada en 2008 ha desencadenado un cambio en los fundamentales y en la propia naturaleza de la industria de fondos de inversión, lanzando un órdago a toda su economía. “Ganar dinero fácil ya no es posible y las gestoras tendrán que desarrollar un nuevo modelo de distribución", comentaba Diana MacKay, consejera delegada de la firma londinense de análisis MacKay Williams, en el marco de las conferencias anuales de ALFI, la asociación luxemburguesa de fondos. Un modelo marcado por la nueva regulación, que tiene un impacto clave en su futuro.
Aunque los retos son fuertes, como adaptarse a la nueva normativa MiFid II -que probablemente se centrará en la prohibición de retrocesiones de terceros para los asesores independientes- o PRIPS, también hay oportunidades que pueden ayudar a un mayor desarrollo de la industria.
Así, como oportunidad, la industria cuenta con la marca UCITS como aliada para la distribución de fondos. Analizando el crecimiento de activos ocurrido en la ultima década, la tendencia de crecimiento es clara, pero no para todos. Así, y a diferencia de lo que ocurría en el pasado, los grupos domésticos atraen menos capital que los grupos transfronterizos (los que ofrecen sus fondos en varios mercados), capaces de captar más capital en épocas de bonanza y sufrir menos reembolsos en los tiempos mas difíciles.
Y es que, mientras los inversores minoristas se refugian en los depósitos, cuyos activos han crecido significativamente en mercados como España, pero también Austria o Alemania, aquellos con mayores patrimonios buscan productos más sofisticados. En ese contexto es en el que la marca UCITS puede sacar partido, pues "ofrece toda una sábana de confort regulatoria", según MacKay, además de liquidez, transparencia, acceso a mercados de éxito (como los emergentes o la deuda de alta rentabilidad) y externalización de la gestión de activos.
Una marca que ha sido capaz de adaptarse a los cambios en el apetito de los inversores, ofreciendo desde productos como fondos de renta fija en euros, monetarios o de renta variable europea (los tres más vendidos en 2005) hasta los de renta fija emergente, high yield o de asignación de activos, los más populares este año.
Además, UCITS IV ofrece numerosas oportunidades para la distribución, con posibilidades como el pasaporte, los master feeder o las fusiones transfronterizas pero aún hay retos por delante para su implantación, sobre todo en términos de costes y fiscalidad, según muestra un reciente estudio de la entidad Spence Johnson.