Según una encuesta de Efama y PwC
La mayoría de las gestoras europeas duda de la eficacia del Key Information Document (KID) y considera que no informa de forma suficiente a los inversores. Ésta es una de las principales conclusiones de la encuesta realizada por Efama y PricewaterhouseCoopers (PwC),con el título UCITS IV: Time for change.
El KID es una de las principales medidas que incorpora UCITS IV. Este documento, que vendrá a sustituir al folleto simplificado y constará sólo de una hoja por las dos caras. En él las gestoras tendrán que resumir las características principales del fondo con un lenguaje lo más claro y conciso posible y ateniéndose a una estructura predeterminada, lo que facilitará la comparación entre fondos de distintos países.
Sin embargo, y según la encuesta de Efama y PwC, el 60% de las gestoras se muestran preocupadas porque el nivel de detalle requerido en el KID les parece insuficiente para que los inversores sean capaces de tomar una decisión de inversión fundamentada.
Además, el 30% de los encuestados consideraba bastante improbable, o muy improbable, que el KID favorezca un campo de juego más justo en el mundo de la gestión en Europa; mientras que otro 22% dudaba de si el KID contribuiría o no a esa meta.
El 54% de los encuestados reconoce que el KID proporcionará al inversor una mejor comprensión de los riesgos y recompensas del producto, pero sólo el 41% cree que mejorará la transparencia en lo relativo a las comisiones de las gestoras.
“Entendemos las preocupaciones de la industria debido a la falta de medidas de implementación claves en la Unión Europea y a nivel nacional. Sin embargo, en Efama estamos convencidos de que el KID supondrá grandes mejoras con respecto al folleto simplificado y que será una referencia para los documentos informativos de los inversores en otros productos competidores”, señala Peter de Proft, director general de Efama.
Por otro lado, las gestoras tendrán que realizar un esfuerzo extra para rehacer todos sus folletos y simplificar la información de cada uno de ellos para adecuarla a los parámetros del KID. Sin embargo, y pese a que la directiva entrará en vigor en julio del año que viene, el 58% de los encuestados no ha considerado aún los costes que supondrán los cambios necesarios en sus sistemas y controles.
Según Thierry Blondeau, socio de PwC en Luxemburgo, “el KID tiene implicaciones de alcance muy superior de las que las gestoras son conscientes actualmente. Cambia el modo en el que se perciben los fondos y potencialmente puede dejar a algunas gestoras con agujeros en sus gamas de producto”. Además, Blondeau afirma que aquellas entidades que no han considerado aún los costes e implicaciones de los cambios que supondrá el KID, podrían llevarse una sorpresa negativa. “Las gestoras deben comenzar a adaptar sus sistemas operativos y deben hacerlo rápido, o corren el riesgo de que se les eche el tiempo encima”, dice.