“La paciencia francesa da más razones para la preocupación”

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Malex.org, Flickr, Creative Commons

El PIB de la eurozona cayó un 0,6% en el cuarto trimestre de 2012, más de lo que esperado. Los indicadores apuntan a unos mejores resultados en el primer trimestre de 2013, unas favorables expectativas que se apoyan en unas previsiones para Alemania que podrían considerarse realistas pero que para Francia resultan más inciertas. El caso francés le resulta a los expertos de Nordea particularmente preocupante al ser el país del núcleo de Europa que se enfrenta a una coyuntura más difícil en términos de debilidad cíclica y estructural. Cabe recordar que el crecimiento económico de Francia en 2012 fue del 0%, con una tasa de paro que aumentó en un punto porcentual.

Según explica la gestora en un artículo, el tamaño del PIB galo es hoy similar al de 2006, lo que “en términos puramente macroeconómicos supone seis años perdidos”. Asimismo, en la gestora indican que las exportaciones son en estos momentos ligeramente más elevadas de lo que lo eran en 2006, a pesar del fuerte crecimiento del comercio mundial. “No es de extrañar que los políticos franceses se quejen de la fortaleza del euro”. Eso es siempre más fácil que implementar un programa de reformas que no sería bien recibido por gran parte de la población y que socavaría aún más la confianza del consumidor".

Otro foco de incertidumbre está en Italia. La gestora cree que no hay que esperar a que el PIB del país crezca hasta mediados de 2013. “Hay que esperar a que Silvio Berlusconi trate de utilizar a su favor los negativos datos de crecimiento en su campaña electoral”, afirman. ¿Y si Berlusconi gana? ¿Cómo reaccionarían los mercados? En Nordea consideran que lo más probable es que las urnas arrojen un nuevo reparto de mayorías que permita la formación de un gobierno comprometido con las reformas. “Sin embargo, desde el punto de vista del mercado, los riesgos están claramente sesgados hacia una sorpresa negativa”.