La receta de Willis Towers Watson para los fondos de pensiones: carteras globales, crédito corporativo y alternativos

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Gabriel Ghnassia, Unsplash

En el actual contexto de mercado, desde Willis Towers Watson Investments han evaluado el impacto del mercado en las carteras de los fondos de pensiones, por tipología de activo. Y ha desgranado los aspectos comunes que reúnen los fondos que han mostrado un mejor comportamiento ante este escenario adverso por la pandemia del COVID-19: tener una definición clara de los objetivos, alineación en la toma de decisiones, hacer exhaustivo análisis de los riesgos y mantener el horizonte temporal de largo plazo.

En renta variable, si bien es cierto que la pandemia ha asolado en primer lugar a países como Italia o España, la capacidad de respuesta de los Bancos Centrales y las economías ha sido “claramente diferente y ello ha permitido gestionar de manera muy distinta el primer impacto económico”, valora Alejandro Olivera, director asociado en Investments de Willis Towers Watson.

Así, el impacto de una caída tan rápida en el mercado, aquellos fondos de empleo con estrategias de cobertura sobre renta variable diseñadas para dar protección ante eventos de mercado y, además, con un coste razonable que no supusiese una carga para la rentabilidad futura, han visto recompensada su apuesta.

Desde el punto de vista de la renta fija, el comportamiento ha sido mucho mejor en el caso americano si se compara con Europa. El punto de partida era muy diferente, con bonos en entornos negativos o con tipos cero en Europa, mientras que EE.UU. disponía de tipos más altos. Por tanto, la capacidad de respuesta ante un evento de mercado ha sido diferente. Adicionalmente, el efecto de la duración ha sido muy superior en el mercado americano de lo que lo ha sido en el europeo, dado el margen de los tipos iniciales.

Con respecto al crédito alternativo, la incorporación de activos como high yield y renta fija emergente, han sido castigados por su exposición al petróleo o a economías emergentes con menos recursos que los países desarrollados para luchar contra la pandemia, lo que se ha reflejado en caídas en dichos activos (del 15%) mientras que el comportamiento del crédito más ilíquido no se ha visto tan perjudicado.

Posicionamiento de cara a futuro

Desde Willis Towers Watson Investments siguen apostando por la globalización de las carteras. “Aquellos fondos de pensiones de empleo que sigan con el sesgo europeo en sus carteras deberían evaluar los beneficios de globalizarla”, aconsejan. En este nuevo entorno entra en juego China, porque el impacto de esta pandemia sobre el PIB calculan será mucho menor en esta economía, que "va a salir reforzada de la crisis y que va a ver cómo su importancia a nivel mundial se incrementa a largo plazo (horizonte habitual de un fondo de empleo)".

Por tanto, consideran que sería interesante incluir a China en la asignación estratégica en renta variable. “Es un mercado que, poco a poco, se está abriendo al inversor extranjero; y la tendencia se irá incrementado en los próximos años”, arguyen. Por otra parte, las acciones clase A chinas, además de tener una rentabilidad esperada atractiva y de que sus valoraciones básicas estén en sus rangos bajos, tienen correlación de alrededor de 0,50 con el S&P, lo que “claramente ayudará a mejorar la eficiencia de una cartera de renta variable”, continúan.

En este entorno, desde Investments creen que la gestión activa aporta un valor especial, y más en regiones como China, por lo que hay que buscar gestores con alto active share y riesgo activo que deberían comportarse mejor en estos entornos de volatilidad.

Por otra parte, según valoración de WTW, todo fondo de pensiones de empleo debería hacer la siguiente reflexión: Con qué propósito quiero incluir renta fija de mi cartera? En su opinión,  hay dos respuestas potenciales: proteger o generar rentabilidad. Si el propósito es proteger, aconsejan desde la firma, “quizá la estructura habitual de concentración de renta fija de gobiernos europeos no sirva, como ya se ha demostrado en esta crisis”. Para los expertos de la consultora todo parece apuntar a que reducirla sería una buena decisión ya que, con los tipos actuales, es difícil que protejan ante caídas y, por ejemplo, una vuelta al entorno de cero en los tipos alemanes haría que nuestra cartera cayera alrededor de un 5%.

Si lo que se plantea es reducir la renta fija de gobiernos europeos, quizá una asignación a crédito corporativo globalizado pueda tener sentido ya que sus tipos se han incrementado y los bancos centrales están respaldando tanto el crédito en grado de inversión como el de peor claridad crediticia, recomiendan.

Además de lo anterior, el análisis de Willis Towers Watson arroja que la clave está en introducir activos que realmente no se comporten como la renta variable o los bonos. Como ejemplo citan el reaseguro de catástrofes naturales, que tras los últimos eventos naturales los tipos de estas estrategias se han incrementado (alrededor del 9%), haciéndolas más atractivas aun habiéndose visto impactados negativamente en rentabilidad por esos eventos.

Desde la firma consideran que lo importante y característico de estas estrategias es que no tienen nada que ver con pandemias o crisis económicas, por lo que su comportamiento tendrá baja correlación con el resto de la cartera, beneficiando a la gestión de riesgos de la misma. Por otra parte, muchas empresas van a tener que reestructurar su deuda, ya sea con bancos (tendencia más predominante en Europa), o con otro tipo de inversores (más predominante en EEUU) por lo que quizá incorporar algo de esa deuda más ilíquida a través de algún gestor especializado en este entorno ayude a confeccionar la mejor cartera de crédito alternativo.