La respuesta de las gestoras y los mercados al discurso del BCE

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International Monetary Fund, Flick, Creative Commons

Diciembre. Ese es el mes señalado en rojo en el calendario por Mario Draghi para examinar la efectividad del mayor programa de flexibilización monetaria aplicado por el BCE hasta la fecha. Del estudio que realizará la autoridad monetaria se extraerán conclusiones que servirán para dictaminar si es necesario realizar ajustes en el QE o si este sigue adelante tal y como fue concebido originalmente. El presidente de la autoridad monetaria se muestra predipuesto a actuar en caso de que se entendiese conveniente. De hecho, algunos miembros del consejo de gobierno se mostraron dispuestos a hacerlo inmediatamente, algo que finalmente fue frenado al no contar con la mayoría suficiente. "Estamos listos para actuar si es necesario y estamos abiertos a valorar todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición. No se trata de esperar y ver, sino de trabajar y valorar", afirmó Draghi.

Lo que también fue objetivo de discusión entre los consejeros del banco central fue la propuesta de reducir aún más el tipo de interés aplicado al dinero que las entidades financieras mantienen depositado en el BCE, actualmente fijado en el –0,20%. Esa posibilidad existe y está sobre la mesa. En este sentido, Draghi recordó que las medidas aplicadas hasta el momento por la institución han contribuido a mejorar las condiciones de acceso al crédito de familias y empresas, así como a reactivar los flujos de crédito. Aunque volvió a reiterar que el programa de compras de activos llevado a cabo por la institución a un ritmo de 60.000 millones de euros al mes seguirá en funcionamiento hasta finales de septiembre de 2016 "o más allá, si fuera necesario", también recordó la necesidad de que las acciones del BCE sean complementadas con reformas por parte de los distintos gobiernos.

La reacción de los mercados...

Su mensaje fue muy bien acogido por los mercados financieros, sobre todo por los de renta variable, donde ayer las subidas fueron generalizadas, con alzas del 2% para el Ibex 35 y del 2,5% para el EuroStoxx 50, ganancias muy en línea de las registradas por el CAC 400 (2,3%), el DAX (2,5%) o el S&P 500, que avanzaba en torno a un 2%. El discurso de Draghi también tuvo efectos sobre el mercado de deuda, donde la prima de riesgo española bajaba hasta los 112 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en 1,62%. Pero, quizás, el impacto más significativo se produjo en el mercado de divisas, donde el euro se depreciaba hasta los 1,11 dólares, mínimo de las últimas tres semanas. La cuestión es: ¿cómo debe ser interpretado el mensaje?

... y de las gestoras de fondos

Según Luke Bartholomew, gestor de inversiones en Aberdeen, la retórica del BCE ha enfatizado el frágil estado de la economía global y europea. “El discurso de hoy ha fijado el tono de lo que está por venir. Draghi ha abierto la puerta a una mayor reducción de los tipos de interés y claramente ha dado a entender que el QE se extenderá y aumentará. De hacerlo, el problema podría ser una eventual escasez de bonos alemanes para comprar, lo que le obligaría a ampliar el abanico de activos elegibles. Pero, por ahora, todo esto son elucubraciones sobre el futuro", afirma.

“A dos meses de acabar el año, todas las acciones relacionadas con las divergencias en la política monetaria de los bancos centrales se han producido por el lado de la flexibilización”, apunta Marilyn Watson, del equipo de renta fija flexible global de BlackRock, que subraya también el tono “decididamente acomodaticio” del discurso de Draghi, quien ha reiterado que el BCE actuará para respaldar la inflación en caso de que sea necesario.

Por su parte, Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija de M&G Investments, recuerda que, desde la puesta en marcha del programa de expansión cuantitativa, el BCE ha comprado bonos por valor de 478.000 millones de euros (13.000 millones en titulizaciones de activos o ABS, 122.000 millones en bonos cubiertos y 343.000 millones en deuda gubernamental y supranacional), lo que representa cerca del 3% del PIB de la eurozona. “En comparación, el QE del Banco de Inglaterra alcanzó los 375.000 millones de libras, equivalente al 20% del PIB británico”. Por ese motivo, el experto cree que “el BCE debe actuar, y lo hará, para ampliar su programa de compra de activos en su próxima reunión, ya que tiene mucho margen para hacerlo. Cualquier medida que refuerce el QE respaldará los precios de los activos, sobre todo en los mercados de bonos europeos, y es probable que provoque una nueva depreciación del euro”, concluye.