“La selección jugará un papel clave en el mercado de bonos europeo”

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Jennol. Flick. Creative Commons

Evaluar el panorama de la crisis de deuda europea en 2013 es una tarea difícil al depender en gran medida de decisiones de ámbito político. Así lo cree Brendan Murphy, director de renta fija global en Standish, boutique de BNY Mellon, quien considera que  los acontecimientos a tener en cuenta incluirán la solicitud de un memorando de entendimiento por parte de España y la activación del programa de Transferencias Monetarias Directas (OMT), las elecciones en Italia y Alemania y las dificultades del Gobierno griego para implementar nuevas medidas de consolidación fiscal en plena depresión económica.

En su opinión, el giro de las autoridades monetarias será favorable para la renta fija europea a lo largo del año, y a medio plazo, los bajos niveles de crecimiento y de inflación, unidos a la postura de relajación del BCE, deberían seguir respaldando a los mercados de deuda. Ahora que la autoridad monetaria ha tomado medidas para abordar el riesgo de convertibilidad y que el riesgo de ruptura de la eurozona ha disminuido, en Standish anticipan un descenso de las primas de riesgo de los activos europeos de renta fija.

Aunque Murphy anticipa nuevos episodios de volatilidad de cara al futuro, el difícil entorno macroeconómico, unido a los riesgos políticos, debería generar oportunidades atractivas de valor relativo. “El año pasado estuvo dominado eminentemente por la mera exposición al mercado (beta), pero de cara a 2013 creemos que la selección de valores (alfa) jugará un papel más importante”, explica. En su opinión, la selección de valores y de países en Europa será un importante motor de rendimiento en 2013, asegura el experto.

En términos  generales, el experto considera probable que a lo largo del año los diferenciales de la periferia tiendan a la baja mientras mejoran los fundamentales y la sostenibilidad de la deuda, y los mercados obligue a las autoridades a implementar reformas difíciles. “Buscaremos oportunidades para explotar diferencias de precios relativos entre los países periféricos, en lugar de adoptar grandes posiciones de sobreponderación o de infraponderación en la región”, asegura.

A medio plazo, Murphy detecta un mayor potencial de revalorización en el segmento de deuda privada europea (tanto high yield como grado de inversión) que en Estados Unidos, a medida que los bancos europeos siguen reduciendo el apalancamiento en sus balances y las finanzas públicas mejoran, en última instancia, tras la implementación exitosa de reformas estructurales. “El menor riesgo de una ruptura de la eurozona debería seguir respaldando al sector financiero, y en este entorno anticipamos un buen comportamiento de los grandes bancos nacionales”.