Los responsables territoriales de banca privada debaten sobre el estado del negocio de la región. Además, se adjuntan los resultados correspondientes a las Islas Baleares del II Estudio de Banca Privada. La pandemia del COVID-19 sigue generando un debate muy extenso en el mundo de la gestión de activos. La periodicidad del contacto con el […]
Los responsables territoriales de banca privada debaten sobre el estado del negocio de la región. Además, se adjuntan los resultados correspondientes a las Islas Baleares del II Estudio de Banca Privada.
La pandemia del COVID-19 sigue generando un debate muy extenso en el mundo de la gestión de activos. La periodicidad del contacto con el cliente ya no es la que era. En enero de 2020, el 31% de los clientes mantenía contacto directo con sus banqueros cada mes, mientras que ese porcentaje ha crecido hasta el 52% en octubre como consecuencia de la crisis sanitaria. Mientras, el 88% de los usuarios de la banca privada considera que se ha modificado la relación con el cliente. Son datos clave del II Estudio de banca privada elaborado por FundsPeople en colaboración con Tressis, tendencias que se han analizado en el encuentro digital Insights Banca Privada patrocinado por Amundi, DPAM y T.Rowe Price, y centrado en esta ocasión en las Islas Baleares.
Los nuevos desafíos que quedan por delante son muy importantes y eso también se palpa a la hora de realizar las asignaciones a las carteras. Según Patricia Justo, senior relationship manager en T.Rowe Price, estaríamos ante un entorno de mercado moderadamente positivo. “La recuperación económica tiene margen para producirse en los próximos meses, por lo que existen ciertos sectores cíclicos y áreas donde vemos recorrido gracias al apoyo de los bancos centrales y a la necesidad de los clientes de hacer rendir su capital”, destaca.
En esta línea, encontrar oportunidades es una tarea en la que todos se están centrando. Víctor Asenssi, institutional sales internacional en DPAM, propone una solución para aquellos que quieran diversificar con un horizonte de inversión a largo plazo, un fondo global, multitemático y sostenible. DPAM Invest B Equities NEWGEMS Sustainable. “Se trata de una estrategia que se centra en los ganadores del futuro (cada vez más presentes) y que, frente a la crisis actual de la COVID-19, ha demostrado ser un fondo troncal de cualquier cartera, resistente y defensivo”. Explica que es una de las estrategias que mejor ejemplifica las convicciones de inversión sostenible a nivel global de DPAM. Focalizados en empresas que contribuyan con la sociedad del futuro (tanto a nivel de consumidores, empresas, gobierno y medioambiente). A través del fondo se invierte en siete temáticas principales que permiten añadir valor a la sociedad: nanotecnología, ecología, bienestar, Generación Z, e-Society, industria 4.0 y seguridad.
Oportunidades, y también riesgos. Patricia Justo (T.Rowe Price) cree que es aconsejable mantener un posicionamiento neutral. “No es momento de tener apuestas muy arriesgadas”. No obstante, puntualiza que están sobreponderados en pequeñas y medianas compañías porque es un área en el que se puede generar mayor alfa tanto en Estados Unidos como en Europa; y en crédito, “donde nos sigue gustando el recorrido del high yield (especialmente el europeo)”. “En 10 de las últimas 11 recuperaciones económicas las pequeñas compañías han sido las protagonistas”, profundiza.
Otro vector de la rentabilidad futura, tal y como expone Víctor Asenssi (DPAM), será la inteligencia artificial y la nube. “Las compañías están destinando cada vez más recursos a guardar sus datos en la nuble, por lo que hay crecimiento de este ámbito”. También en el de la ciberseguridad: “Las compañías cada vez tienen que estar más protegidas por regulación, de modo que hay muchas empresas dedicadas a la seguridad cibernética que se benefician de ello”, agrega.
El coronavirus parece que no ha afectado a la inversión temática, sino más bien lo contrario. “Los datos recientes demuestran que estas inversiones han sido resistentes a los reembolsos”, concreta Lorenzo Gallardo, sales manager en Amundi. “Nuestro fondo de disrupción, gestionado por nuestra boutique especializada en gestión temática CPR AM, se ha beneficiado del desarrollo de la llamada nueva economía doméstica, con el avance de la telemedicina, las videollamadas, o el comercio online”, agrega.
Banca de inversión y gestoras parece que cada vez más se decantan por estas temáticas de muy largo plazo. “En nuestras carteras se están implantando más ideas de megatendencias, además de cumplir con criterios ISR, porque el futuro va por ahí y estas ideas se están comportando mejor que otras, esto será clave para aportar valor al asesoramiento”, apunta Cecilia Santos, directora comercial de Banca Privada Baleares en CaixaBank.
Se trata de un punto en el que coincide Bernat Sastre, responsable de Patrimonios de Baleares de BBVA: “Este año hemos creado un módulo específico con cuatro pilares: sostenibilidad, modelos de consumo, cambios demográficos y sociales e innovación tecnológica”, cuenta en relación con la aplicación de las megatendencias en los productos de inversión.
La revolución verde llega a las carteras
Dentro de las diferentes temáticas sobresale el avance de la sostenibilidad. Todo lo relacionado con la ISR y ASG “debería salir reforzado con el COVID, de manera que hay que intentar estar cerca del cliente y responder a la demanda de esta temática”, explica Lorenzo Gallardo (Amundi). "Contamos con una gama de inversión temática sostenible que abarca desafíos como la educación, el cambio climático, la alimentación sostenible o las desigualdades sociales".
“Tenemos que pensar más en verde”, coincide Vicente Jábega, director territorial Banca March Baleares. Más allá de la inquietud existe una realidad que está generando una mayor predisposición hacia unos productos de gestión más delegada. “Buscamos productos satélite que aporten todas esas nuevas tendencias”, profundiza.
Según asegura Gonzalo Gutiérrez, director de Bankia Banca Privada en Baleares, los fondos que aplican criterios de sostenibilidad se han comportado muy bien, por lo que ha ayudado a la hora de trasladar a los clientes el por qué de acometer ese tipo de inversiones: “Han visto que la economía va en esa dirección y que hay que estar presentes desde el punto de vista de la inversión en los próximos años”.
Para José Ibáñez, director de Tressis SV en Baleares, las tendencias lo son hasta que se normalizan. “En muy pocos años o todos los productos de inversión son sostenibles o no tendrán futuro”, vaticina. "En Tressis tenemos carteras sostenibles desde 2014, y la aplicación transversal de criterios sostenibles a productos y servicios es algo en lo que llevamos años trabajando, lo que nos ha facilitado la aceptación de los clientes de los mismos".
La digitalización favorece la entrada de nuevos clientes
El paradigma derivado de la pandemia ha generado, de igual modo, cambios sustanciales a la hora de relacionarse con el cliente. En cualquier crisis la comunicación bilateral se incrementa. “La atención personal es lo que distingue a la banca privada de otros segmentos, y el hecho de que sea digital ha ayudado porque los clientes se han sentido tranquilos al ver que se ha facilitado el contacto”, indica Gonzalo Martínez, director comercial de Santander Private Banking.
José Ibáñez (Tressis) coincide: “Sin duda se ha afianzado la relación de confianza, tanto entre clientes y asesores como con la propia entidad". "Las conferencias virtuales que hemos organizando en Tressis desde el inicio de la pandemia para explicar la evolución de los mercados y de los productos y servicios han facilitado que los clientes pongan cara al equipo que trabaja diariamente para velar por sus inversiones”, añade. De hecho, afirma que durante esta crisis la entidad ha sido capaz de captar muchos clientes nuevos.
Nuevos clientes, y con más ahorro. Bernat Sastre (BBVA) asegura que la crisis del COVID-19 ha permitido generar un mayor volumen de ahorro entre algunos clientes. “Hemos aprovechado ese aumento de saldos para incrementar la relación con nuestros clientes, al mismo tiempo que la coyuntura económica que hemos vivido nos ha ayudado a afianzarla”, afirma.
En esta línea, Gonzalo Gutiérrez (Bankia) afirma que al cliente de depósitos y cuentas de ahorro le están ofreciendo la posibilidad de transformar el producto y obtener mayor rentabilidad por su dinero. “El cliente ha recibido muy bien esta estrategia, lo valora positivamente, ya que con los tipos de interés a cero es el momento de intentar obtener rendimientos positivos”.
Hacia dos modelos de gestión
¿Qué se puede esperar para la banca privada a nivel regional en Baleares? Vicente Jábega (Banca March) piensa que, en la actualidad, se ha cambiado el modelo de negocio y la idea de valor. “Más allá de la inquietud tenemos una realidad que nos conduce hacia unos productos de gestión más delegada”, cuenta sobre la apuesta por una mayor gestión discrecional y asesoramiento financiero.
Así, cabría distinguir entre esos dos modelos de gestión. “Asesoramiento dependiente, donde está primando la gestión discrecional por varias razones, transparencia en costes, flexibilidad, diversificación; y el otro modelo, asesoramiento independiente (wealth), donde hay un cobro explícito al cliente, no hay rebates por detrás, por lo que se evita el conflicto de intereses y el universo de productos se amplía claramente”, explica Cecilia Santos (CaixaBank). El segmento de banca privada va a seguir siendo clave. Esa es la conclusión final. Gonzalo Martínez (Santander) apunta que “a nivel local estaremos pendientes de cómo irá la temporada turística y observaremos si nos puede afectar a nivel de sentimiento”.