A pesar de que la crisis económica ha hecho que los inversores enfoquen su atención en los países emergentes, la industria de los fondos de inversión en Chile no ha conseguido beneficiarse realmente de esta tendencia debido a la tributación y a las res
El proyecto elimina el impuesto para los fondos locales que tengan invertido más del 80% de sus activos fuera de Chile. Esto permitiría a las administradoras de fondos chilenas competir en igualdad de condiciones con los proveedores de fondos extranjeros. Según indicó Fernando Tisné, presidente de la ACAFI, en una entrevista con el periódico chileno La Tercera, “un tercio de los fondos, del orden de 3.000 millones de dólares, cumple con la condición. Si la ley se aprueba, este tipo de fondos proliferarían mucho más.”
Además, con el proyecto se busca aglutinar las leyes chilenas de manera que permitan el desarrollo de nuevos productos. Vale la pena mencionar que en Chile existen cinco leyes distintas que rigen la actividad de la industria de los fondos de inversión. En este sentido, el proyecto intentaría sistematizar y aclarar la legislación para toda la industria, lo que, de conseguirlo, ofrecería la posibilidad de que las administradoras de fondos de inversión desarrollen productos que se encuentren a mitad de camino entre los fondos más líquidos, como los fondos mutuos, y los menos líquidos, como los fondos de inversión, comentan los expertos.
Una gran oportunidad
A fines de 2011, la industria manejaba 9.062 millones de dólares, aportados por AFP (54%), aseguradoras (19%) y otros inversionistas (27%). Para entonces no existían participación de los inversores extranjeros. Pero si la Ley Única de Fondos se aprueba, la ACAFI estima que hacia el 2020 se alcanzaría los 25.000 millones de dólares bajo gestión y que el 40% provendría de inversores extranjeros.
La oportunidad resulta muy interesante. “En adelante, los mercados emergentes serán los que van a liderar el crecimiento del mundo en la próxima década y eso, en esta industria en particular, se verá reflejado en que habrá una mayor asignación de recursos desde mercados desarrollados a mercados emergentes”, apunta Tisné.