“La valoración es crucial para la rentabilidad a largo plazo”

JamesHarries
Foto cedida

La burbuja de crédito que arrastran las economías desarrolladas continúa dominando el escenario. ¿Es la política mantenida por las autoridades monetarias la solución? Para James Harries, gestor del BNY Mellon Global Real Return Fund (EUR) y director del equipo que gestiona el BNY Mellon Global Equity Higher Income Fund, la respuesta es no. “Somos escépticos sobre la eficacia de la política ultra-laxa para salir del atolladero, más aún teniendo en cuenta que ésta se está volviendo cada vez más heterodoxa y experimental. Es una política sin precedentes que lleva aparejados importantes riesgos para los inversores”, asegura el experto de Newton, boutique de BNY Mellon.

En una presentación celebrada en Madrid, el experto de la firma cree fundamental tener en cuenta que el proceso de desapalancamiento de las economías desarrolladas continúa, si bien este no es un proceso homogéneo que se desarrolle a la misma velocidad en todas las regiones. “La represión financiera, la guerra de divisas… la intervención del Estado en los mercados incrementa la incertidumbre y la volatilidad al haber sido factores que han distorsionado los precios. En la práctica, esto conlleva una expectativa de rentabilidad por debajo de la media histórica”, afirma. Todo ello aconseja, en su opinión, una aproximación al mercado más cautelosa.

Según Harries, el inversor debe tener siempre presente que los retornos no dependen del crecimiento económico. Lo evidencia el hecho de que en la década de los 70, cuando el PIB real de Estados Unidos creció a un ritmo del 3,3%, la rentabilidad anualizada del S&P 500 fuese del -1,4%. Sin embargo, en la década de los 90, con un PIB que avanzó al mismo ritmo, la subida anualizada del principal índice americano fue del 14,6%. “Lo que conduce a la rentabilidad es la valoración en el momento en el que se hace la inversión. Es ahí donde está la clave. El precio es crucial para la rentabilidad a largo plazo”, asevera el experto.

Pero, ¿cuál es la solución de inversión que encuentra el gestor en este entorno de menor rentabilidad y mayor volatilidad? Los aspectos que destaca son varios, entre ellos, mantener una aproximación al mercado activa y flexible que permitan generar rentabilidad bajo la premisa de la preservación del capital. “El verdadero riesgo es perder dinero”, asegura. Para ello, Harries reconoce que existen varias herramientas que le ayudan a identificar las oportunidades que ofrece el mercado y también los riesgos. Uno de los más importantes es la temática global, el cual da una perspectiva de inversión a largo plazo que es menos sensible a poder verse afectada por los cambios.

Los temas detectados por la boutique les ayudan a concentrarse en lo importante a la vez que filtrar las interferencias. Históricamente, las recesiones basadas en un crecimiento excesivo del crédito y en subsiguientes crisis bancarias han desembocado –en el mejor de los casos– en periodos de bajo crecimiento económico. En tal entorno, el equipo de Newton considera que mantener la perspectiva es de crucial importancia para invertir con éxito a largo plazo. “Cuando reina la incertidumbre a corto, la volatilidad en el ánimo de los inversores y en los precios de los activos genera grandes interferencias en los mercados”, asegura Harries.

Posicionamiento de los fondos

En el caso del BNY Mellon Global Real Return, el fondo está muy diversificado. El 57% de la cartera está en renta variable, donde compañías de salud (13,5%) y operadoras de telecomunicaciones (9,6%) gozan del peso más elevado. El 22,8% lo posiciona en renta fija, donde el peso lo llevan los bonos corporativos (11,5%) y la deuda pública (10,4%). “El objetivo es proteger la cartera de posibles caídas y buscar la máxima rentabilidad con la menor volatilidad”, indica. “Nos encantaría invertir más capital en activos de riesgo, pero no creemos que ahora mismo sea el mejor momento”, reconoce Harries. 

Al igual que el fondo anterior, el BNY Mellon Global Equity Higher Income Fund también empieza a construirse siguiendo una estrategia basada en los grandes temas de inversión, donde le dividendo juega un papel muy importante. La búsqueda de compañías con buenos fundamentales y unas valoraciones atractivas son los otros dos ejes en los que se apoya el equipo. Compañías sanitarias, operadoras de telecomunicaciones y determinados sectores vinculados a la tecnología son, en estos momentos, las principales apuestas del equipo gestor. En el último año, la rentabilidad del producto alcanzó el 17,3%, 2,5 puntos por encima del índice de referencia.