Cosimo Marasciulo, director de Renta Fija de Pioneer Investments, reconoce estar siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Italia en busca de un punto de entrada que pudiese resultar atractivo.
Tras la dimisión de Mario Monti como primer ministro italiano, ¿qué debería esperar el inversor del futuro político del país? Aunque la política italiana no es fácil de entender (y más aún en la situación actual), la mayoría de las encuestas dan como favorito al centro-izquierda. “Creemos que la celebración de las elecciones en febrero reduciría las incertidumbres, mientras que los mercados financieros verían con buenos ojos el hecho de que la figura del saliente primer ministro siga alistada en las filas de los responsables que dirigen la política económica del país”, asegura Cosimo Marasciulo, director de Renta Fija de Pioneer Investments.
En una entrevista publicada por la entidad, el experto considera que el inversor no debería temer una vuelta de la tensión al mercado de deuda pública. “La fuerte contracción registrada por los diferenciales del bono italiano frente al bund alemán evidencia una reducción de la incertidumbre no sólo en Italia, sino que también en lo que respecta a la crisis de deuda soberana en general. A menudo, el inversor toma como referencia el bono a 10 años. Sin embargo, si nos fijamos en la fortísima reducción experimentada en el otro extremo de la curva (por ejemplo en el bono a dos años), estoy convencido de que la UE ha logrado resolver este problema”, asegura.
En este sentido, Marasciulo cree que los esfuerzos realizados por los distintos países a la hora de poner en marcha sus políticas de austeridad habría ayudado a mantener controlados los diferenciales, por lo que los inversores no deberían preocuparse en exceso por una reversión de los spreads pese a la mayor incertidumbre política. “Esto no significa, no obstante, que el inversor no se vaya a volver ahora más cauto con respecto a Italia, lo cual podría hacer aumentar los diferenciales”. De hecho, el propio Marasciulo reconoce que en la entidad han aprovechado la importante subida del precio de los bonos italianos y españoles registrada en octubre para recoger beneficios.
Pese a la salida de Monti del Gobierno, el experto considera que el inversor tiene que tener claro varios aspectos. “Aunque algunas cuestiones se han quedado sin terminar, las políticas de consolidación fiscal y el presupuesto han sido aprobadas. Asimismo, el BCE puede haber recibido menos atención últimamente, pero todavía está ahí para controlar y limitar cualquier incremento dramático de la volatilidad”. En este punto, Marasciulo reconoce estar siguiendo muy de cerca los acontecimientos en busca de un punto de entrada que pudiese resultar atractivo.
Tal y como recuerda, las rentabilidades de los bonos italianos y españoles empezaron a caer significativamente cuando los inversores comenzaron a aumentar su exposición a los países periféricos. Tras el compromiso de la autoridad monetaria europea de hacer lo que fuese necesario para salvar al euro, los diferenciales se redujeron hasta tal punto que optamos por una toma de beneficios. En el caso de Italia, este movimiento no estuvo fundamentado por consideraciones políticas.