“La volatilidad no representa necesariamente una mala noticia para los inversores”

JimCielinski
Foto cedida

La relación que tradicionalmente ha existido entre la inflación, el crecimiento del PIB y la rentabilidad de los productos de renta fija se ha roto. En los últimos dos a tres años, la correlación entre estos factores ha sido la más débil que Jim Cielinski, director de renta fija de Threadneedle, asegura haber visto en los 30 años que lleva dedicándose a esta clase de activos. “Esto se debe a que, durante los últimos cinco años, las medidas adoptadas por las autoridades políticas han constituido el principal motor de los mercados, en ocasiones contribuyendo a limitar la volatilidad y en otras a incrementarla. Hasta hace poco, las inyecciones de liquidez de los bancos centrales han logrado reducir la incertidumbre, pero ahora volvemos a entrar en una época de mayor volatilidad”, afirma.

Pese a que puede parecer alarmante, este factor no representa necesariamente una mala noticia para los inversores. “Al fin y al cabo, la orientación de la política monetaria solo va a pasar de ‘sumamente acomodaticia’ a simplemente ‘acomodaticia’ (ver gráfico). Aunque se prevé que en Estados Unidos la expansión cuantitativa (QE) se reducirá progresivamente hasta desaparecer en 2014, desde luego no esperamos que los tipos de interés vayan a subir rápidamente en los próximos meses. De hecho, existe un amplio margen para que la política monetaria se mantenga bastante relajada durante un periodo de tiempo considerable, por lo que el entorno seguirá siendo positivo para los mercados. Por lo tanto, el mensaje que deseamos hacerles llegar es que los activos de riesgo conservan su atractivo”.

Sin embargo, el experto cree que es importante recordar que algunas de las medidas tomadas por las mayores economías del mundo constituyen experimentos económicos. “Estos experimentos conllevan riesgos evidentes y todavía está por ver cómo reaccionarán los mercados conforme se vayan desvaneciendo los efectos de las últimas medidas de política monetaria. En el caso de Japón, su compromiso con la expansión cuantitativa es un experimento a muy gran escala, significativamente superior, en términos relativos, a la expansión que ya se ha ejecutado en Estados Unidos. Las autoridades están tratando de inyectar suficiente dinero en la economía para generar inflación. A Japón le podría venir bien cierta inflación y creemos que logrará generarla, aunque consideramos improbable que se alcance el objetivo del 2% fijado por las autoridades”, indica.

En opinión de Cielinski, el incremento de la volatilidad debería ser una oportunidad para los gestores activos. “Hubo un tiempo en que los argumentos a favor de la deuda pública eran contundentes. Estos bonos proporcionaban equilibrio en una cartera, puesto que subían cuando otras clases de activos estaban bajo presión. Sin embargo, según las previsiones de rentabilidad, la deuda pública ya no desempeña esa función de cobertura. Aun así, no creemos que modificar radicalmente el perfil de riesgo de una cartera sea la mejor forma de abordar los cambios que se han producido en las características de la clase de activos”.

Si bien debemos aceptar la probabilidad de rentabilidades inferiores, en Threadneedle consideran que la renta fija todavía tiene un importante papel en una cartera bien diversificada. “La búsqueda de rendimientos, por ejemplo, no va a desaparecer, puesto que los tipos de interés probablemente seguirán bajos durante un periodo considerable de tiempo. También creemos probable que se produzcan incrementos de la volatilidad, y que esto generará un buen número de oportunidades para los gestores activos en los próximos meses”. (Posicionamiento y evolución del Threadneedle (Lux) Opportunities Bond).