Para actuar como garantes
Ya ocurrió en 2009 cuando las agencias de calificación bajaron los ratings de varias entidades: éstas se quedaban por debajo del mínimo exigido por la CNMV para actuar como garante en sus propios fondos de inversión. Ahora la situación se vuelve a repetir y Bancaja ha sido las dos últimas entidades en verse obligadas a enviar hechos relevantes al supervisor anunciando la nueva situación.
En su comunicación, Bancaja informa que Fitch le ha bajado el rating de BBB+ a BBB, aunque aclara que sigue pudiendo actuar como garante de sus fondos hasta el vencimiento de sus garantías. Lo que no podrá es ser garante de nuevos garantizados.
Cuando esto sucedió hace un año, las entidades recurrieron a la garantía externa o a la pignorada. En el caso de la externa la caja asegura la rentabilidad prefijada directamente a cada partícipe del producto y no al fondo de inversión. De este modo, no se ve limitado por la restricción de un rating mínimo. No obstante, este tipo de garantía tiene como desventaja que el partícipe debe tributar en caso de tener que utilizarse la garantía externa, al recibir directamente el dinero de la entidad.
En cuanto a la garantía pignorada, ésta empezó a ser demandada por la CNMV para aprobar algunos fondos y consta de una garantía financiera pignoriticia en forma de depósito de efectivo o de valores de deuda pública. Esta garantía se ejecutaría en caso de que el fondo se viera obligado a vender ciertos activos y su valor final fuese inferior a su valoración a efectos del cálculo del valor liquidativo del fondo.
Caixa Manresa es una de las entidades que ya ha optado por acudir a esta garantía pignoraticia y así lo ha hecho en varios de sus fondos (leer noticia).