Las claves de las primeras certificaciones para asesorar e informar con MiFID II: European Financial Planning Association (EFPA)

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Foto cedida

La European Financial Planning Association (EFPA) es una de las seis primeras instituciones cuyos títulos y certificados han sido recogidos en la lista inicial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para formar y acreditar a los profesionales que asesoran e informan sobre productos financieros y de inversión, una exigencia profesional que reclama MiFID II y que impondrá a partir de su entrada en vigor, en 2018.

EFPA ofrece cuatro certificados en estas materias: tres para asesorar (European Investment Practitioner, EIP; European Financial Advisor, EFA, y European Financial Planner, EFP) y uno para informar (European Investment Assistant, EIA). Alfonso Roa, presidente del Comité de Acreditación y Certificación de EFPA España, continúa con una serie de entrevistas en la que los distintos responsables de estos títulos y certificados explican a Funds People las claves de su formación.

Funds People: ¿Con cuántas entidades financieras tienen ya cerrados acuerdos de formación y certificación?

Alfonso Roa (EFPA España): En la actualidad, hemos alcanzado acuerdos con 52 entidades para certificar a sus empleados, entre las que se incluyen entidades bancarias, compañías de seguros, gestoras de fondos, cooperativas de crédito…

¿Cuántos profesionales ya han sido certificados? De ellos, ¿qué porcentaje ha sido para informar y cuál para asesorar?

En la actualidad, EFPA España cuenta con cerca de 20.000 certificados. Aproximadamente, el 95% tiene las capacitaciones y competencias para desarrollar labores de asesoramiento, según los requerimientos establecidos por ESMA. En relación a las certificaciones para informar, EFPA España lanzó el año pasado el EIA, por lo tanto es pronto para tener datos. No obstante, percibimos que la aceptación por parte de las entidades está siendo muy buena. Sólo en este primer año, ya se han examinado unas 300 personas del EIA.

¿Por qué su institución ha decidido ofrecer formación-certificación para informar?

En vista de que la normativa europea distingue claramente entre los servicios de asesoramiento e información, y dado que algunas entidades nos pidieron tener acceso a una certificación válida para aquellos profesionales que desarrollan labores de información, EFPA España decidió cubrir esta necesidad del mercado con la certificación EIA, que también está incluida en el listado de títulos válidos para la CNMV.

De los puntos críticos sobre formación que se piden desde la UE, ¿en qué aspectos tendrán que incidirse en mayor medida en España y en cuáles menos?

Creo que debemos incidir en el fomento de la formación continua de todos los profesionales. Es algo fundamental para ofrecer el mejor servicio a clientes, teniendo en cuenta que nos encontramos en un entorno donde los mercados están en cambios continuos y con el lanzamiento de productos diferentes cada día.

¿Se van a posicionar como formadores-certificadores de marca blanca para programas ad hoc de entidades que soliciten un temario y timing propio o una convalidación?

EFPA ha certificado en los últimos 17 años a casi 20.000 profesionales, siguiendo unos estándares europeos del máximo nivel ético y rigor profesional. Pretendemos seguir siendo los certificadores independientes de referencia en el futuro.

A medio y largo plazo, ¿cree que las obligaciones por parte de ESMA serán suficientes para garantizar en Europa y en España las buenas prácticas de venta y asesoramiento financiero?

Desde EFPA España creemos que las buenas prácticas de venta y asesoramiento no se logran por imposición del regulador, sino por la convicción de las entidades en que es necesario recuperar la confianza de los clientes. Creemos que la entidad que base su estrategia únicamente en cumplir con los requisitos del regulador no destacará frente a la competencia que, además, será más profunda, teniendo en cuenta los requisitos de información sobre los costes del asesoramiento.

Sin duda, las obligaciones de ESMA son positivas porque aseguran un mínimo de conocimientos y competencias por parte de los profesionales encargados de dar información y asesorar a los clientes, pero no podemos pensar que garanticen por sí mismas las mejores prácticas.

Desde esta óptica, en EFPA siempre hemos abogado por la autorregulación como un paso adelante en la forma de abordar los retos de esta industria. Estamos convencidos de que las entidades que han apostado por un certificado que no se limite a cumplir los requisitos regulatorios se verán beneficiadas (y ya lo están siendo) en la relación con sus clientes.

¿En qué aspectos de formación o praxis sobresalen los profesionales españoles respecto al resto de europeos? ¿Y en cuáles se quedan por detrás?

Más que diferencias por países, en EFPA vemos diferencias de modelos entre sistemas financieros más bancarizados y otros donde hay más asesoramiento independiente.  En los primeros, como es el caso de Italia, Austria, Alemania, España, Polonia, etc., los asesores tienen altas habilidades comerciales y soft skills para gestionar los clientes que les llegan a la entidad. En ocasiones, las diferencias vienen marcadas por los productos que tienen más aceptación o penetración. Por ejemplo, en Francia el conocimiento sobre productos de seguros es muy profundo, mientras que en Italia el producto con más penetración son los fondos de inversión.

En los modelos donde el asesoramiento independiente tiene más presencia, como es el caso de Reino Unido y Holanda, los asesores cuentan con más habilidades en lo que respecta al producto y asset allocation. Pero en general, en Europa, pese a las diferencias naturales entre países, los aspectos básicos de la relación cliente-asesor son muy similares.