Serie de verano
Algunas EAFI no creen que la ley las permita intermediar órdenes de los clientes. Al menos a corto plazo, como afirma Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim o Ana Fernández, directora ejecutiva de AFS Finance Advisors EAFI, que cree que “intermediar órdenes nos haría entrar en el campo de la gestión de carteras”.
Tampoco lo cree Javier Flores, key account manager de Dracon Partners, convencido de que amenazaría su independencia y violaría su esencia: “La figura cumple estrictamente con el asesoramiento independiente y dicha independencia entraría en conflicto con la intermediación de órdenes de los clientes. Sería otro modelo de negocio, más próximo al de una agencia de valores”, señala.
Una respuesta en línea con la de Belén Alarcón, de Abante Asesores, convencida de que la medida apuntaría hacia otro modelo de negocio que conllevaría requisitos adicionales y que restaría protagonismo al asesoramiento en sí. “La ley ha establecido un objeto social exclusivo para estas sociedades y es el de asesoramiento, de ahí que los requisitos exigidos sean menores a los de otras empresas de servicios de inversión. Si la EAFI quiere además intermediar, tendrá que solicitar autorización para operar como agencia de valores y acreditar que cuenta con los medios materiales y humanos necesarios para esta actividad”, afirma, convencida de que tal y como se concibe actualmente, la figura de la EAFI permite poner en valor el asesoramiento al darle el máximo protagonismo y diferenciarle de la gestión y la intermediación.
La respuesta también es negativa por parte de John Siska, que añade que es deseable que la ley no permita a las EAFI intermediar órdenes de los clientes, precisamente porque el actual modelo conlleva una menor responsabilidad.
Conflictos de interés
Entre los que creen que la medida acabará llegando, existe división entre los que la juzgan positiva y los que consideran que sería contraproducente porque atentaría contra los principios esenciales de las EAFI. Entre estos últimos, Félix González, socio director general de Capitalia Familiar, piensa que la medida contaminaría el modelo de servicio que hoy en día pretenden representar las EAFI en el ámbito estricto del asesoramiento financiero e incluso podría dar entrada a nuevos conflictos de interés y factores potenciales de riesgo que hoy en día no presentan. “En otros países es ya una realidad”, dice, pero en España “ya hay otras empresas de servicios de inversión distintas autorizadas a prestar este tipo de servicio y no vemos en qué medida podría este cambio ayudar a mejorar de forma relevante el servicio principal destinado a ser prestado por las EAFI”, apostilla. “En todo caso, llegado el caso, habría que ver de qué forma se regula y qué controles se establecen para garantizar un servicio profesional y riguroso en todo momento”, añade González.
Un servicio mejor
Entre los defensores de la medida está David Levy, socio fundador de DiverInvest Partners, no sólo convencido de que la ley acabará permitiendo a las EAFI intermediar órdenes de los clientes sino que lo ve necesario. “Nosotros asesoramos, pero en muchas ocasiones acompañar al cliente en la implementación es básico para un buen resultado”. De ahí que considere que tener una mayor flexibilidad en dicho campo aportaría al cliente un servicio mejor.
También lo ve necesario en muchos casos Cristóbal Amorós Arbaiza, de Amorós Arbaiza, siempre que ello no conlleve firmar las órdenes. “Sería muy necesario que la EAFI gestionara el envío de las órdenes que da y que son firmadas después por los clientes”, afirma. Pero con respecto a la intermediación de órdenes, firmándolas la propia EAFI, ve problemas. “Podría confundirse con la gestión, y eso hoy por hoy no es factible. La operativa de nuestro despacho siempre ha sido rigurosa a la hora de no tener acceso a los fondos del cliente ni poder firmar nada en su nombre”, afirma.
Por último, Borja Durán, socio director general de Wealth Solutions, cree que la ley se adaptará a lo que se permita hacer en el ámbito europeo, “que es el que nos corresponde en todos los temas relativos a mercados financieros”. Con todo, cree que la ley debería hilar más fino. “No es lo mismo intermediar órdenes de contado que fondos de inversión con valores ciegos y, si se quiere facilitar la actividad de asesoramiento, se debería facilitar la intermediación de aquellos instrumentos que no supongan grandes retos de control y supervisión”.