Las entidades españolas piensan que la renta variable será la gran beneficiada de la bajada de tipos del BCE

European_Parliament
European Parliament, Flickr, Creative Commons

Poca sorpresa ha causado entre las entidades españolas que el Banco Central Europeo vuelve a bajar tipos. La medida se esperaba y para Marián Fernández, directora de Estrategia de Inversis Banco, el motivo se encuentra en esta frase pronunciada por Mario Draghi, el presidente del BCE: “la zona euro podría experimentar un periodo prolongado de inflaciones bajas”. Por tanto, según Fernández, no se debe a un empeoramiento de la visión macro europea ni al temor de una deflación, escenario descartado por el BCE.

Sin embargo, sí que ha supuesto una sorpresa para el mercado debido a que “con los tipos a corto plazo en niveles muy inferiores al oficial, no parecía que el BCE pudiera jugar la baza adicional a lo que el mercado ya estaba haciendo”, comenta Fernández. Pero Draghi se apoya en que, tras el último dato de inflación y una recuperación macro incipiente, se encara ya un año con tipos muy bajos, junto con que los tipos inferiores contribuyen a una menor fragmentación, añade la directora de Estrategia de Inversis Banco.

Otro factor no comentado por Draghi, pero también influyente para Rafael Romero, director del Departamento de Inversiones de la Banca Privada de Unicaja y para el equipo de BMN Gestión de Activos, es la divisa. “Todos somos conscientes de que una mayor debilidad del euro tiene más efectos positivos sobre la actividad económica que el mantener tipos algo más bajos en la zona corta del curva, ya que el efecto es mínimo en los costes de financiación de empresas y particulares” cuenta Romero. Además, en opinión del equipo BMN Gestión de Activos, la reciente apreciación del euro - de forma directa - podría perjudicar sobre las exportaciones de la zona euro, especialmente de Alemania.

A parecer del equipo gestor de BMN, en el corto plazo, uno de los activos que mejor se debería comportar es el euro dado que “los tipos de interés de intervención de los grandes bancos centrales a nivel global están prácticamente al mismo nivel, hecho que debería detener el movimiento reciente de venta de dólares y compra de euros”.

Por otro lado, el BCE reconoció que todavía podía bajar aún más los tipos, algo que parece poco probable para Fernández de Inversis, que destaca como importante, la extensión de la percepción de que los tipos seguirán muy bajos, lo que supone en su valoración, un “anclaje para los cortos alemanes y el apoyo al deslizamiento del euro”. 

¿Qué activos podrían beneficiarse más de esta medida?

“Es interesante ver que después del repunte inicial los índices bursátiles se han dado la vuelta, en particular los periféricos y los bancos que menos se benefician de una bajada de tipos que es más útil para las empresas alemanas debilitando el euro” analiza Paolo Mezza, socio y CIO de Arcano Wealth Advisors, que piensa que “al igual que cuando la Fed paró el tapering, puede haber unos días de recogida de beneficios motivada por la mayor preocupación por el estado del economía que justifique actuaciones tan contundentes; pero como en ese caso, esperamos que la corrección será corta y que vuelva el apetito para los activos de riesgo hasta finales de año”.

Sin duda, la renta variable es el activo que, a largo plazo, debería comportarse mejor. Así lo resume BMN Gestión de Activos, dado que una bajada de tipos implica menores costes financieros para las empresas, incrementándose así sus beneficios, además de que la valoración de las acciones se vea favorecida al disminuir la tasa de descuento, y que exista una falta de alternativas de inversiones con los tipos de interés prácticamente en cero, provocando que la renta variable sea un activo más favorable que otros de renta fija.

Por la parte de renta fija, Romero considera que se ofrece un escenario propicio para seguir rentabilizando operaciones de "carry trade", tomando prestado a corto plazo en el BCE y comprando deuda a más plazo. Aquí, salen especialmente beneficiados los mercados de bonos de gobiernos periféricos y los bonos corporativos europeos. Asimismo, Romero piensa que aumentará el interés hacia otros activos más correlacionados con la bolsa como “corporativos a plazos medios, high yield y convertibles europeos”.

A largo plazo, según Romero, las rentabilidades de los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo tanto de gobierno como corporativo, se reducirán notablemente, por lo que aumentara aún más la búsqueda de productos de gestión alternativa generadora de alfa para la parte más conservadora de las carteras.