“Las expectativas sobre las reformas planteadas en China son demasiado altas”

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El de este año no ha sido un verano fácil para los mercados emergentes, que sufrieron reembolsos masivos ante el temor a una brusca subida de los tipos de interés de Estados Unidos. Sin embargo, Fabrice Jacob, director ejecutivo de JK Capital Management y gestor de los fondos LFP JKC China Value y LFP JKC Asia Value de La Française AM, recomienda diferenciar entre lo que él denomina “las tres caras de Asia”: el sudeste, el norte y China.

“Los países del norte de Asia, como Corea y Taiwán, no sufrieron ventas masivas porque sus fundamentales son muy sólidos”, afirma Jacob, quien señala que el superávit por cuenta corriente de Taiwán es superior al de Alemania. En cuanto a Corea del Sur −“un mercado que nos gusta mucho”−, la economía registró un crecimiento interanual del 3,3% en el tercer trimestre, la cifra más alta de los últimos siete trimestres, mientras que la inflación se sitúa en el nivel más bajo de los últimos catorce años (0,8%). “Además, las cifras de exportación son muy positivas”, apunta el gestor.

¿La principal amenaza? El tapering estadounidense. “Corea y Taiwán son países exportadores que se están viendo beneficiados por la recuperación económica de Estados Unidos y Europa y que, por lo tanto, podrían verse afectados si la retirada gradual de los estímulos monetarios de la Reserva Federal provocase una contracción de la economía”, explica Jacob. Sin embargo, el gestor confía en que el tapering ocurra pronto porque “aunque a corto plazo supondrá salidas de flujos, a largo plazo implicará una mejora sostenida de la economía mundial”.

Los países del sudeste asiático presentan más divergencias. “Por un lado, encontramos países como Malasia, un país emergente de bajo riesgo con una economía estable y un gobierno responsable que ha conseguido aumentar el PIB y reducir el déficit presupuestario con medidas como la introducción de un IVA del 6%, o Filipinas, donde se están haciendo bien las cosas y que presenta un escenario macroeconómico muy bueno, pese al tifón Haiyan”, afirma el experto. “En el otro extremo encontramos a Tailandia, donde los problemas políticos podrían ahuyentar al turismo y desestabilizar la economía, o Indonesia, cuyo déficit comercial sigue aumentando a pesar de la depreciación de la moneda y donde hemos reducido nuestra exposición al 0%”.

Un gigante en proceso de reformas

Y luego está China. “Por un lado, China no se enfrenta a los mismos problemas que los países del sudeste asiático y, por otro, su crecimiento ya no depende de las exportaciones: ahora, los fundamentales del crecimiento chino son internos”, afirma Jacob. Pese a que, durante la primera mitad del año, la economía china sufrió por los temores sobre el crecimiento excesivo del crédito y las restricciones de liquidez, los datos macro (IPC, ventas minoristas, inversión en activos fijos...) mantienen la tendencia positiva desde hace varios meses.

Fabrice Jacob, que reside en Hong Kong desde hace 18 años, afirma que no le preocupa el entorno macro de China “pero no soy muy optimista con respecto al comportamiento de la economía hasta final año porque las expectativas sobre las reformas planteadas en el último congreso del Partido Comunista son demasiado altas: una cosa son las directrices políticas y otra muy diferente las reformas reales”.

Entre las principales reformas económicas debatidas está la ruptura de los monopolios, empezando por los bancos −“un sector en el que no invertimos porque se enfrenta a retos importantes”− y las telecomunicaciones, donde el Gobierno chino va a otorgar seis nuevas licencias privadas. La reforma del sistema fiscal también resultará clave para la economía china: “el sistema actual es muy antiguo y complejo y la reforma persigue facilitarle las cosas a las pymes, que son la mayoría del sector privado”, apunta Jacob. Según KPGM, la reforma reducirá la carga fiscal de las pymes en un 40% gracias, entre otras cosas, al cambio en el IVA, que pasará de cargarse a los productores a ser pagado por los consumidores.

Precisamente, el fondo LFP JKC China Value que gestiona Jacob y que ha recibido recientemente una calificación de calidad 'strong' por parte de FitchRatings, invierte más del 70% de la cartera en empresas de pequeña y mediana capitalización. “Los índices no reflejan la realidad del país”, afirma el gestor. “El MSCI China prácticamente no se ha movido en 15 años mientras que el PIB chino se ha multiplicado por trece. Las empresas públicas dominan los índices chinos (ponderados por capitalización) y, sin embargo, el sector privado genera dos tercios del PIB chino. Nuestro producto ofrece una interesante herramienta de diversificación porque nuestras fuentes de rentabilidad divergen mucho del mercado. No intentamos competir con los grandes fondos: nosotros pescamos en un estanque al que ellos no pueden acceder”.