Las Fintech: un foco de aprendizaje para la banca privada

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Foto: cdw9, Flickr, Creative Commons

En un entorno tan cambiante como el actual es inevitable preguntarse de qué manera podemos adaptarnos para conseguir un modelo de asesoramiento exitoso y que mire al futuro. Este tema centró la mesa redonda que organizó Capital Group en la celebración del VI Día del Asesor Financiero con varias derivadas en la mesa. Los pilares fundamentales a los que prestar atención, tanto por los recursos que acaparan como por el tiempo que llevan, son la tecnología, captación de talento y captación de nuevos clientes.

La tecnología, ¿aliada o amenaza?

Si bien la tecnología es el asunto estrella cuando se habla del futuro, no hubo debate en cuanto a que, en el mundo de la banca privada, no viene a sustituir a la figura del banquero. Joaquín Calvo, director de la división de banca patrimonial de Bankinter, comenta como las Fintech en muchos casos son vistas como una amenaza, pero en su opinión “son un foco de aprendizaje en el que tenemos que fijarnos. Hay wealth tech con utilizaciones y soluciones francamente buenas”.

Otro aspecto importante es que, en el segmento de banca privada, el término confianza significa mucho. Juan Espel Sesé, director general comercial en A&G Banca Privada, socio consejero, explica que “la tecnología no va a sustituir la responsabilidad fiduciaria que tenemos con el dinero del cliente. Ha cambiado procesos para hacer la vida más fácil al cliente, pero estos quieren el seguimiento de su banquero”.

En definitiva, y tal como acuña Francisco Javier García Gómez, director comercial de banca privada en Banco Santander, el quid de la cuestión es “utilizar la tecnología para hacer más banca privada. Desde su punto de vista “la tecnología potencia y amplifica la aportación de valor que ofrece el banquero al cliente”.

Captación de nuevos clientes: el papel de la mujer en las inversiones

Al mismo tiempo que el negocio se está adaptando a un entorno cambiante, también está ajustando su forma de asesorar ante un nuevo tipo de cliente. El debate se centró en el papel que está asumiendo la mujer en las decisiones de inversión. García Gómez explica que “son las mujeres las que deciden traer el patrimonio familiar al banco. Ya no ceden esas decisiones a su pareja y tiene un comportamiento más finalista. Con ellas se habla más de los objetivos de inversión”.

Un dato reseñable es que, según un estudio de Mckinsey, el 70% de las mujeres cambian de asesor al año después de hacerse cargo del patrimonio. Espel Sesé observa también diferencias entre la manera de analizar las inversiones de las mujeres y las nuevas generaciones. Estos últimos “buscan la inmediatez, algo que cambia cuando la mujer entra en escena”.

Calvo cree que este nuevo desempeño de la mujer en el mundo de las inversiones viene de la mano del papel primordial que tiene la mujer en el mundo empresarial y por ello es normal que el patrimonio crezca. Según explica, en Bankinter “el 35% de los clientes son mujeres y en cuanto a las captaciones el 45% provienen de ellas”. Ante este nuevo patrón, la única forma de diferenciarse en la banca es el servicio que se ofrece.

Captación de talento

Por último, pero no por ello menos importante, el debate puso el foco en la captación de talento. El mercado laboral está cambiando y “cuesta más atraer talento joven que hace un tiempo”, explica Francisco Javier García Gómez. “Hay que hacerlo de una forma diferente, con un concepto más flexible” y señala que “es una asignatura pendiente a la que hay que darle mucha importancia”.

De la misma opinión es Joaquín Calvo que hace una radiografía del perfil actual del joven banquero versus la estructura organizativa de la banca. Esta nueva remesa es distinta a la que trabajaba en banca privada hace 30 años. “Son mucho más directos, impacientes, le dan mucha importancia a la conciliación y la banca aún es muy rígida y jerarquizada”. "Son aspectos que hay que cambiar", sentencia.

Sin embargo, la banca privada ofrece nichos atractivos para captar el talento joven. En este sentido, Juan Espel Sesé argumenta que “la banca privada en la actualidad ofrece una amplitud mayor de la que ofrecía en el pasado. Con una buena formación, puede ser un buen trabajo donde ganarse la vida bien”. Señala que la concentración del sector hace que haya una mayor competencia también en el aspecto laboral. Calvo, en este aspecto, cree que la inflación salarial del sector no tiene sentido.