Las gestoras amplían su oferta de fondos ligados a bolsa para que los inversores den el primer paso

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Diredin, Flickr Creative Commons

Los inversores españoles siguen prefiriendo las carteras de renta fija, a tenor de los últimos datos de Inverco, que muestran fuertes suscripciones en el primer trimestre del año hacia los fondos de gestión pasiva, los garantizados de renta fija y los de deuda a corto plazo. Las carteras de deuda captaron en conjunto unos 3.400 millones de euros, frente a los algo más de 600 millones de las categorías de renta variable, sin contar los reembolsos cercanos a 500 millones en los fondos garantizados de rendimiento variable. Pero las gestoras creen que la bolsa ofrece un fuerte potencial de retorno del que quieren hacer partícipes a sus clientes a través de productos más conservadores que la inversión directa.

En la última semana, cuatro gestoras han lanzado fondos (a través de los que garantizan o no la inversión inicial a vencimiento) cuya rentabilidad está ligada a un índice bursátil, cuya conexión logran a través de un derivado OTC. Todas han optado por el Ibex 35 o el EuroStoxx 50, lo que confirma sus buenas perspectivas. “Consideramos atractiva la renta variable en general y la española en particular. Estamos sobreponderados y buscamos ofrecer a los clientes la posibilidad de beneficiarse de ese atractivo”, explica Pablo Martínez Alberola, director de Ventas de la gestora de Barclays (Barclays Wealth Managers España), una de las entidades que han apostado por estos fondos, que suponen una novedad en su oferta, centrada hasta ahora en carteras de gestión pasiva de deuda.

“Los tipos están muy bajos y la alternativa de inversión en renta fija con el mismo plazo y similar nivel de riesgo ofrece una rentabilidad menor a la posibilidad de aprovechar la subida del Ibex”, dice. Razón por la que seguirán lanzando fondos en esta línea. Junto a Barclays también han estrenado carteras referenciadas a la renta variable en InverCaixa, Ibercaja Gestión y Santander AM: las dos primeras con fondos de gestión pasiva, la tercera con un garantizado variable y la última con un fondo de garantía parcial.

Sin garantía

Así, tanto Barclays como InverCaixa han optado por carcasas sin garantía al lanzar Barclays Bolsa España 2017 y FonCaixa Bolsa Índice Euro, cuya rentabilidad depende respectivamente del Ibex 35 y del EuroStoxx 50. En el primer caso, el objetivo no garantizado es obtener a vencimiento, el 23 de junio de 2017, el valor liquidativo inicial a 31 de mayo de este año (a través de una cartera de renta fija que supone en torno al 90% del fondo y que está invertida en deuda pública o privada en euros con un rating mínimo como el del Reino de España) más el 100% de la revalorización de la media de las observaciones mensuales del Ibex 35 desde el 10 julio de 2013 hasta el 10 de junio de 2017, a través de un OTC que supone en torno al 6,5% del fondo.

En el segundo, la historia es distinta pues los gestores se reservan el derecho a estructurar la cartera libremente para conseguir que el fondo tenga una rentabilidad similar a la del índice replicado descontando comisiones, con una desviación máxima del 2,5%, algo que podrán hacer mediante la inversión directa en valores o cestas de valores del índice o replicarlo mediante derivados. InverCaixa cuenta con una gama de IIC de gestión pasiva de renta variable, llamada FC Valor Bolsa más el índice del que depende su rentabilidad. A principios de abril lanzó el FC Valor Bolsa España.

Una de las razones por las que en Barclays han rechazado la garantía es por los costes: “El fondo no tiene garantía externa porque tendría un coste que reduciría la participación en la subida del Ibex y restaría atractivo”, dice Martínez. Por eso, con el nuevo fondo prefieren ofrecer más potencial de revalorización y hacerlo sin poner límites a la subida del índice, como sí hacen los garantizados de rendimiento variable o de garantía parcial.

En Ibercaja Gestión, han optado por el formato garantizado, si bien, conscientes del menor interés que suscitan frente a los garantizados de rentas, ofrecen incentivos: Ibercaja Europa Garantizado pretende obtener a vencimiento el 101% del valor liquidativo inicial y una subida no garantizada ligada al EuroStoxx 50 hasta agosto de 2017, lo que supone una TAE mínima del 0,24%. La participación en la subida del índice europeo es del 100% de la variación de la media de las observaciones mensuales pero con un límite máximo del 30%, con lo que la TAE máxima no garantizada es del 6,56%.

Recientemente, otras entidades también han incentivado la entrada en estos fondos ofreciendo al partícipe una rentabilidad mínima (como hace ahora el fondo de Ibercaja o como el Eurovalor Garantizado Extra Moda, de Allianz Popular AM, con un cupón fijo del 4,5% o el Bankia Garantizado Combinado 1 de Bankia Fondos, un híbrido entre garantizado de renta variable y rentas que paga cupones y ofrece una TAE mínima del 2,25%) o con un incentivo por la suscripción (como Sabadell BS Garantía Extra 12, que ofrece un 3% del capital invertido a ingresar en la cuenta corriente del partícipe al suscribir el fondo). En cualquier caso, la idea es incentivar la comercialización de este tipo de fondos y aumentar su atractivo.

Garantía parcial

La otra forma de exposición a renta variable sin invertir de forma directa la ofrece Santander AM, con su Santander 95 Europa 3, que ofrece a vencimiento, el 1 de agosto de 2016, el 95% del valor liquidativo inicial más un retorno ligado a la evolución también del índice europeo, del 100% de su revalorización punto a punto entre junio de este año y julio de 2016, con un límite al alza del 30%. Así, la TAE mínima es de una pérdida del 1,62% y la máxima, una ganancia del 7,38%.

La gestora también ha lanzado un garantizado fijo con reparto de rentas, la décimo cuarta versión de su gama 100 por 100, Santander 100 por 100 14, con dos clases de participaciones y retornos anuales respectivos del 2,22% para la A y 2,42% para la B. Garantizada que el valor de las participaciones a 2 de febrero de 2018 sea como mínimo igual al valor de sus participaciones a 20 de mayo de 2013 más cuatro pagos anuales de 180 y 192 euros brutos según la clase el día 21 de mayo de 2014; de 120 y 132 euros los días 21 de mayo de 2015, 2016 y 2017 y un pago final el 31 de enero de 2018 de 84 y 92,4 euros por cada 6.000 euros. La cartera estará compuesta por deuda pública emitida o avalada por estados de la UE y hasta un 35% en privada, según el folleto.