Las gestoras combaten la represión financiera sin cambios drásticos en las carteras conservadoras

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Job Savelsberg

El mercado está imponiendo en España una realidad de represión financiera. Con tipos de interés cada vez más bajos y retornos incapaces de batir a la inflación en los activos considerados sin riesgo, los inversores se encuentran ante la disyuntiva de dejar de lado su perfil más conservador o aceptar sin más las rentabilidades decrecientes que, tras la limitación del pasivo extratipado por imposición del Banco de España, empiezan a ofrecer también los fondos de perfil más cauto, como los monetarios, los garantizados o algunos fondos de gestión pasiva que invierten principalmente en deuda pública española.

“La rentabilidad de las letras se encuentra en mínimos históricos y la deuda pública a tres años, duración media de los garantizados, no alcanza el 2,75%”, explica Álvaro Urien, director general de Dinero Activo, Kutxabank Banca Privada. Una cifra a la que habría que restar el coste de la garantía, repercutida a través de la comisión de gestión, lo que resulta en rentabilidades anuales del 2% que ofrecen los últimos productos. Esa realidad está poniendo en entredicho el atractivo de los garantizados, "hoy en una difícil coyuntura que podría ponerlos en peligro en el caso de una nueva guerra de depósitos”.

Pero las gestoras no harán ninguna revolución en sus carteras garantizadas para cambiar la situación. Sus esfuerzos para aumentar las TAE están centrados sobre todo en alargar plazos hasta los cinco años –como hacen en Allianz Popular AM– o incrementar muy ligeramente el riesgo en las carteras –con deuda de agencias o emisores semipúblicos o avalados, como comunidades u organismos oficiales, o deuda pública europea–, pero sin hacer revoluciones que pongan en peligro su esencia. Esas estrategias, aplicadas por la mayoría de entidades, no están dando resultados mucho más allá del 2% anual que ofrece la inversión directa en deuda pública en plazos de tres años, pero tampoco se radicalizarán por ello. La solución de las gestoras pasa por complementar estos fondos con otros de mayor riesgo.

Así, aconsejan complementar esas rentabilidades a la baja de los fondos conservadores con fondos garantizados de renta variable, fondos de gestión pasiva que asuman más riesgo y ofrezcan más retorno o fondos mixtos y perfilados.

“Es normal que ante un entorno de tipos de interés a la baja ciertas estructuras garantizadas de renta fija dejen de tener sentido y se empiece a lanzar otro tipo de productos. Hay que ir trasladando a los clientes hacia producto garantizado de bolsa donde los retornos pueden ser más atractivos y sobre todo buscar estructuras que puedan ir consolidando parte de los retornos obtenidos”, explica Alfonsa Muñoz, responsable de Garantizados en Allianz Popular AM. “Probablemente haya llegado el momento de mirar al hermano pequeño y buscar oportunidades en los garantizados variables”, aconseja Urien. Igual que José Antonio Pérez Roger, director de Inversiones Financieras de BanSabadell Inversión, que cree que es una buena opción para el inversor acostumbrado a estar en garantizados.

Productos sin garantía

Fuera de los productos garantizados, otra opción es informar al partícipe sobre la posibilidad de entrar en fondos de gestión pasiva, “en los que el cliente soporta el riesgo de crédito de la cartera del fondo, pero a cambio recibe la remuneración adecuada”, dice Urien, aunque hay que considerar que algunas carteras de este tipo de deuda pública tienen retornos similares a las garantizadas, como los últimos de InverCaixa Gestión o BBVA AM. Pero hay otros que sí asumen mayores riesgos y logran TAE más atractivas, nutridos de deuda de alta rentabilidad, como en BanSabadell Inversión. “Ofrecen mayor retorno al invertir en high yield pero están diseñados para un inversor distinto al acostumbrado a tener una garantía y se comercializan de forma diferente”, advierte Pérez Roger.

Otras entidades que carecen de la oferta podrían empezar a plantearse entrar en ella, aunque de momento no lo han hecho. Xavier Fábregas, director general Caja Ingenieros Gestión, asegura que si en plazos de cuatro o cinco años los garantizados aún dan el 2% seguirán con ellos, pero advierte de que si los tipos llegan a cero o las rentabilidades dejan de tener sentido replantearán la oferta. “Aún no hemos hecho gestión pasiva así que podría ser la alternativa”, dice.

Fondos multiactivo y perfilados

Pero de momento, aboga por que los clientes complementen su oferta garantizada con otros fondos: incluso para los clientes de más aversión al riesgo, recomienda que dediquen algo de  su presupuesto a fondos como mixtos o de retorno absoluto. Éste es precisamente el consejo que Roger lleva tiempo dando a los clientes de la gestora de Sabadell, y recomienda también fondos mixtos, globales de bajo riesgo o contratar el servicio discrecional de carteras de fondos con perfiles más conservadores. En definitiva, productos multiactivo con bajo nivel de riesgo para tratar de aumentar los retornos que da la deuda pública española.

Las grandes también abogan por mirar hacia los fondos globales perfilados para elevar los retornos que ofrecen los fondos más conservadores, como hace InverCaixa con sus fondos perfilados multiactivos Elección, Santander AM con su gama Select o BBVA AM con los Quality.  “En el actual escenario de tipos bajos, las alternativas más eficientes pasan por los productos globales perfilados, donde el inversor encuentra una adecuada combinación de activos ajustada a un nivel de riesgo específico, que busca capturar rentabilidades minorando la volatilidad”, dice Ana Rivero, directora de Producto e Inteligencia de Mercado de Santander AM. “Los fondos globales con exposición a los principales mercados bursátiles, así como los fondos perfilados, pueden tener un comportamiento muy positivo en los próximos años”, coincide Francisco Rodríguez Martos, director general de Unigest.

Siempre junto a fondos garantizados

Una complementariedad que asegura la pervivencia de los garantizados. “Seguiremos apostando por estos fondos: existen ventajas complementarias para los inversores de invertir en deuda pública de esta forma, como la liquidez diaria (aunque con comisión de reembolso) o la fiscalidad”, dice Fábregas, convencido de que "hay un perfil de inversor que demanda este tipo de productos y que los complementa con otros”. Y que, a pesar de todo, ofrecen más que los depósitos, recuerdan otros.

Entre las grandes, BBVA AM y Santander AM siempre suelen tener en comercialización fondos garantizados de rendimiento fijo y variable. “El sector continuará creciendo en productos conservadores, por lo que la gestoras adecuarán su oferta para tener en catálogo productos garantizados a lo largo de todo el año, aunque las bajadas recientes de los tipos de interés estén haciendo que los vencimientos de los mismos se tengan que prolongar hasta los 4-5 años para ofrecer rentabilidades interesantes”, decía Rodríguez en una tribuna para Funds People.