“Las gestoras deberían pensárselo dos veces antes de lanzar un producto activo de renta variable europea con objetivo de generación de rentas”

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Praktyczny Przewodnik, flickr, Creative Commons

En los últimos años, el entorno de bajos tipos de interés –que podría empezar a tocar a su fin si la Reserva Federal estadounidense empieza a subir tipos este año, como se esperaha llevado a muchos inversores que deseaban obtener rentas periódicas a abandonar los fondos de renta fija tradicional por fondos de generación de rentas. De hecho, según datos de Lipper Thomson Reuters, de los diez fondos de inversión que más se vendieron el año pasado en Europa, la mitad llevaban la etiqueta de ‘income’, que engloba múltiples categorías de producto con estrategias de inversión muy diversas.

Entre ellas, una de las que mejor se está comportando este año es la de los fondos de renta variable europea con objetivo de generación de rentas (equity income), que se han visto impulsados por los buenos resultados corporativos, unas perspectivas macroeconómicas positivas –pese a la incertidumbre sobre China y Grecia– y los generosos dividendos de las empresas del Viejo Continente. Como apunta Detlef Glow, responsable de análisis para EMEA en Lipper, “los inversores buscan rentas y las empresas europeas ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo y distribuyen el dividendo mayoritariamente en efectivo, frente a lo que ocurre en otras partes del mundo donde parte de los beneficios suele usarse para recomprar acciones o para realizar otras acciones corporativas, en vez de distribuirlo entre los accionistas”.

En su informe mensual sobre tendencias de producto, los expertos de la firma internacional de análisis Cerulli Associates señalan además que “los dividendos tienen un peso mucho mayor en la rentabilidad que el crecimiento de capital”. Y ponen como ejemplo el índice británico FTSE 100 que, “vuelve a estar por debajo de los 7.000 puntos, por lo que no parece haber avanzado mucho desde finales de 1999” y que, sin embargo, “ha generado una rentabilidad de más del 65% en ese tiempo, con reinversión de dividendos”.

A esto se suma que la línea que separa la renta variable con objetivo de generación de rentas de la renta variable tradicional es cada vez más difusa. Como destaca James Sym, gestor de renta variable europea de Schroders, “se supone con frecuencia que uno puede invertir o bien en crecimiento de capital o bien para obtener rentas, pero no es una decisión binaria en Europa y hay abundantes oportunidades para invertir en acciones que ofrezcan ambos. Una de las mejores cosas sobre Europa es que puedes conseguir rentas en casi cualquier sector del mercado” (leer más).

Nubes en el horizonte

Sin embargo, esta categoría de fondos se enfrenta a varios factores que podrían limitar su crecimiento en el futuro, empezando por la competencia que suponen otros productos, como los fondos cotizados (ETF) o los multiactivos que también ofrecen generación de rentas. “Aunque no cabe duda de que la demanda de productos que generan rentas es fuerte, la oferta también es amplia”, explican desde Cerulli.

“Las gestoras que aún no se hayan posicionado en este segmento de la renta variable deberían pensárselo dos veces antes de lanzar un producto, sobre todo un vehículo de gestión activa, que podría tenerlo difícil para batir a los ETF”, advierte Brian Gorman, analista en la firma, que va más allá al recomendarle a las gestoras que ya cuentan con fondos en este segmento que se planteen “reorientarlos hacia otras categoría de renta variable menos exigentes que, no obstante, les permita seguir beneficiándose de los dividendos”.