Las ideas que conforman la cartera del BGF Next Generation Technology

Tony Kim
Foto: Cedida por BlackRock.

El BGF Next Generation Technology es un fondo de BlackRock que tiene como objetivo generar rentabilidad a largo plazo mediante la inversión en tendencias disruptoras y en innovación tecnológica en múltiples sectores. El producto, que este año cuenta con Sello FundsPeople, con la calificación Blockbuster, está gestionado por Tony Kim, quien invierte en un amplio universo de empresas tecnológicas que va más allá de las empresas de gran capitalización ya establecidas, explotando de forma directa las tecnologías emergentes que están transformando las industrias de todo el mundo.

“Aunque el sector tecnológico mundial está dominado por un pequeño grupo de empresas de gran capitalización cada vez más diversificadas, existe un número significativamente mayor de empresas de menor capitalización bursátil que ofrecen una exposición más directa a las tecnologías en desarrollo”, revela el gestor. “Nuestro fondo pretende sacar partido a las oportunidades de generar alfa creadas por tecnologías emergentes que están causando disrupción sectorial, como pueden ser la inteligencia artificial, la computación en la nube y el Internet de las cosas”, explica.

A su juicio, en la actualidad, la disrupción ha ido mucho más allá del sector tecnológico. Esto es así porque las empresas tratan de ejercer su influencia en cualquier industria que esté preparada para sacar partido de la innovación operativa. Es el caso de la inteligencia artificial en la sanidad digital o los vehículos autónomos en el sector del automóvil.

Características que debe reunir una empresa para entrar en la cartera

La filosofía del equipo es que los inversores puedan acceder a empresas innovadoras distintas de las compañías de gran capitalización capaces de influir de forma importante en el panorama tecnológico de las próximas décadas. Dentro de este amplio universo de inversión, su principal objetivo es identificar empresas de hipercrecimiento que, por lo general, suelen tener una menor capitalización bursátil. “Históricamente, las empresas de menor capitalización han exhibido un mayor crecimiento de los ingresos que sus competidoras de mayor tamaño. Y, a menudo, se encuentran a la vanguardia del cambio y la disrupción”, afirma Kim.

Habida cuenta de la abundancia de nuevas oportunidades existente entre estas empresas de menor tamaño, el gestor prefiere invertir en empresas tecnológicas emergentes de rápido crecimiento que introducen ideas, soluciones y planteamientos nuevos para hacer frente a los problemas del mañana.

Posicionamiento actual

Su cartera suele invertir en una serie de temáticas diferentes de forma simultánea a fin de contar con fuentes de rentabilidad diversificadas. “Las tres principales temáticas de inversión para 2022 son la inteligencia artificial, el software de computación en la nube y los vehículos eléctricos. Al margen de estas temáticas, también invertimos en temáticas como las fintech, el comercio digital, el 5G, los diferentes caminos de EE.UU. y China en materia de tecnologías de base, la demanda de centros de datos, la innovación en modelos de negocio, (por ejemplo, suscripciones), la tecnología más allá de la tecnología y los sectores emergentes más recientes, como la tecnología espacial y medioambiental”.

A más largo plazo, existen algunas tecnologías con capacidad transformadora. Es el caso de la informática cuántica y las tecnologías sostenibles que, en su opinión, deberían surgir antes de que termine esta década.

Al gestor y su equipo les entusiasman varias temáticas de rápido crecimiento dentro del universo tecnológico. “Somos partidarios de ciertas empresas de transporte relacionadas con los vehículos eléctricos, la tecnología de las baterías, los vehículos autónomos, la fotónica del silicio, la vista o el hidrógeno, temáticas todas ellas temáticas pertenecientes al ámbito del hardware. Dentro de los semiconductores, están analizando varias temáticas. Es el caso de las tendencias de electrificación, nuevos patrones, litografía, nuevos equipos de fabricación, nuevos semiconductores de potencia e informática cuántica”.

Internet y software

En cuanto a Internet, asistimos a la continuada regionalización de los campeones locales, con modelos de Internet que convergen en estas súper aplicaciones que combinan múltiples funciones: desde la tecnología financiera hasta la publicidad, pasando por el comercio y todo lo demás. “Probablemente, seguiremos viendo innovación en la esfera de las fintech. Sobre todo en nuevas infraestructuras de pagos y el auge de la nueva banca. Esto es en los nuevos bancos digitales orientados al consumidor, y también en la monetización de los conjuntos de datos”.

En el ámbito del software, Kim ve probable que se produzcan numerosos avances en la reestructuración de la infraestructura central del software en la nube. Esto abarcaría desde la seguridad hasta el desarrollo sin código, pasando por las API o las herramientas colaborativas. “En infraestructuras de contenidos y en los juegos se verá una evolución continua en áreas como la economía creativa y la creación de contenidos. También hacia nuevos estándares de comunicación a medida que avanzamos hacia el 5G”, argumenta.

Por último, tienen nuevas industrias que están en la confluencia de la tecnología con otros sectores. Cita las edtech (tecnología aplicada a la educación), agtech (a la agricultura), y salud digital, entre otras, que a su entender probablemente seguirán mostrando dinamismo. “Todas estas temáticas ponen de manifiesto la diversificación de los posibles catalizadores de crecimiento y las fuentes de innovación en este segmento”, concluye.