Las materias primas vuelven como diversificadores de carteras en un entorno de volatilidad geopolítica

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Foto: Cebolledo, Flickr, Creative Commons

Si damos una ojeada a los precios de las materias primas vemos que un buen número de ellas alcanza rentabilidades de doble dígito en lo que va de 2024. Ello a pesar de que el Banco Mundial estimaba que los precios de las materias primas descendieran en 2024. El Bloomberg Commodity Index ha recuperado casi el 8% desde los mínimos de febrero de 2024.

Como señala Marco Mencini, responsable de análisis en Plenisfer Investments, “varias materias primas (petróleo, oro, cacao, café, etc.) suben con fuerza en 2024”. Hace hincapié que mientras que la tendencia de las materias primas agrícolas está ligada a factores impredecibles, como los meteorológicos, las industriales varían en función de fenómenos medibles.

Pero también algunos metales preciosos como oro y plata, y el cobre por el lado industrial, muestran fortaleza a pesar del débil comportamiento del sector inmobiliario en China. Sin embargo, como señala Mencini, “algunas de ellas están en el centro de tendencias alcistas a largo plazo, como el uranio y el cobre, ambas cruciales para la transición energética.”

Para Engurrand Artaz, gestor de fondos de LFDE, "tradicionalmente, el rebote de los precios de metales industriales (cobre, niquel, zinc y aluminio) se ve como un buen indicio de recuperación cíclica en la economía", que se ve corroborado con los mensajes que arrojan varios indicadores desde hace algunos meses, tanto indicadores de sentimiento como datos reales.

Esperanzas de una reactivación manufacturera china y la IA

El cambio estructural hacia la energía verde hace previsible una mayor demanda para la plata en los próximos años, según apunta Luc Luyet, economista en Pictet WM.

El economista también comenta que el alza en los metales industriales se debe a las esperanzas de una reactivación de la manufactura china. “Las perspectivas para el platino y paladio están muy vinculadas a la demanda de automóviles de combustión interna, cuya menor cuota de mercado frente al aumento de la de eléctricos puede estar pesando en sus precios.  

En cuanto al cobre, que vuelve a la palestra, los signos del incremento en la demanda por parte de China, especialmente en lo que respecta a las importaciones de mineral y concentrado de cobre, continúan siendo sólidas, apoyadas por el significativo impulso de los vehículos eléctricos. Las importaciones de mineral y concentrado de cobre, en términos de toneladas métricas, experimentaron un aumento superior al 20% durante el último trimestre en comparación con el primer trimestre de 2021, previo al impacto de la crisis inmobiliaria en la demanda de metales, según cifras de CEIC, proveedor de datos económicos.

Según la estratega de la gestora australiana Macquarie, Alice Fox, sus conclusiones tras asistir a la Conferencia Mundial del Cobre 2024, “todas las personas con las que nos reunimos consideraban que el mercado será deficitario este año, con la previsión más alta deficitaria en torno a 700.000 toneladas en 2024”. Sin embargo, la especialista comenta que, a estos precios del cobre, los mineros miran sus proyectos con renovado interés.

Entre los países que se mencionaron específicamente fueron Chile, con condiciones físicas y operativas ahora más estables, Argentina y África.

Pero además de ese esperado impulso chino, algunas materias primas desempeñan un papel fundamentan en la tecnología, siendo esenciales para producir más de 200 tipos de circuitos integrados (CPU, GPU, TPU y otros hardware informáticos que suelen agruparse como semiconductores), apunta Invesco. Ejemplo de ello es el silicio de gran pureza, tierras raras con propiedades semiconductores, desde LED hasta células fotovoltaicas y circuitos integrados para la fabricación asociada a la IA, destaca Ashley Oerth, analista sénior de Estrategia de Inversión.

Asignación de activos en commodities por disrupción

Algunas casas, como Neuberger Berman, en sus Perspectivas del Comité de Asignación de Activos para el segundo trimestre, señalaba el mantenimiento de la visión sobreponderada sobre las materias primas, adoptada a comienzos del 2024.

Según el análisis de Erik Knutzen, director de inversiones y Hakan Kaya, gestor sénior de carteras de la firma norteamericana, las materias primas tienden a comportarse bien en tres escenarios: reflacionarios, inflacionarios y el marcado por un entorno geopolítico volátil, que generación temor a la disrupción y hace que los consumidores (como China) empiecen a pagar una prima por asegurarse la oferta.

En cuanto a la reflación, los expertos apuntan que esta clase de activos está dando mucho que hablar. “Desde principios de año, el crudo y el oro registran alzas del 18% y el 16%, respectivamente. Unos déficits sin precedentes en el mercado del cacao –provocados por el mal tiempo y la acumulación de las cosechas– han hecho que los precios de esta materia prima suban un 140% en lo que va de año”, y apunta que estos datos hacen que su escenario base sea reflacionario, y por tanto positivo para materias primas.