Abordar el crédito desde la beta deja un margen demasiado pequeño para el error. Hay riesgo de que los tipos no caigan tanto como se descuenta en el mercado y eso obligaría a un repricing”, avisa Harvey Bradley, gestor de Insight Investment, filial de BNY Investments.
La volatilidad ha vuelto. Geopolítica, ciclo monetario, y ciclo electoral; tres grandes fuerzas están abriendo más incógnitas que respuestas para los inversores. Si bien está claro que los bancos centrales han pivotado su política monetaria de restrictivo a laxo, lo que Harvey Bradley, gestor de Insight Investment, filial de BNY Investments, no ve tan claro es que la inflación esté tan bajo control como creen los banqueros centrales.
Por ejemplo, tras el resultado de los comicios electorales de Estados Unidos, el gestor cree que el tipo de interés neutral, que el mercado calcula a día de hoy en el 3,5%, probablemente terminará más alto. En su opinión, la era de los bancos centrales a nivel global moviéndose juntos en una única dirección se va a terminar. Bradley vaticina una mayor divergencia. “Y es que no todos los países tienen la misma sensibilidad a los tipos de interés. Mientras que Estados Unidos el periodo medio de una hipoteca a tipo fijo es de 30 años en Corea del Sur es de un año”, explica. Pero el gestor le da una lectura positiva: es una oportunidad para el inversor poder explotar esa divergencia en las políticas monetarias a nivel global.
Desde la perspectiva de las tires, la renta fija está de vuelta, pero desde el prisma de los diferenciales, el gestor teme que el mercado de bonos ha puesto en precio prácticamente la perfección. “Así que abordar el crédito desde la beta deja un margen demasiado pequeño para el error. Hay riesgo de que los tipos no caigan tanto como se descuenta en el mercado y eso obligaría a un repricing”, advierte Bradley.
¿Por qué vuelve ahora el retorno absoluto?
Como bien señala el gestor, el mercado está descontando que los tipos van a caer con rapidez, pero si algo nos ha demostrado este año es que es muy difícil predecir lo que van a hacer los bancos centrales a seis meses vista. “Tener duración en la cartera no te va a proteger si el escenario base cambia”, advierte el gestor.
Precisamente por ello Bradley y su equipo creen que ha llegado el momento de volver a pensar en el retorno absoluto. Las curvas llevan invertidas mucho tiempo. Un gestor de retorno absoluto se moverá a la parte más interesante de la curva y, si es bueno, generará un alpha adicional. Sin embargo, será muy difícil que los fondos de renta fija tradicionales que tengan un mandato más restringido puedan ser igual de resistentes si la curva permanece invertida.
En crédito, las tasas de default están comenzando a subir, si bien desde una base muy baja. “La dispersión está volviendo a los mercados de renta fija. Un fondo de retorno absoluto, que pueda tomar posiciones tanto cortas como largas y no esté pendiente de la beta aún será capaz de generar alpha en un entorno más volátil”, sentencia.
¿Qué debe pedirle un cliente a su fondo de retorno absoluto?
Dicho todo lo anterior, Bradley es consciente de dónde proviene la mala reputación de la clase de activos. Él mismo reconoce que no todos los fondos de retorno absoluto han sabido cumplir con su mandato. Por ello, el gestor ve cuatro elementos cruciales para comprobar la calidad de un gestor de retorno absoluto:
- Dispuesto a ser paciente. Para Bradley, que un gestor tenga la fortaleza mental para mirar a través del ruido para encontrar los activos que cotizan por debajo de su valor real es decisivo.
- Altamente líquido. En un contexto de volatilidad, la gestión del riesgo de iliquidez también es fundamental, como ya vimos en anteriores periodos de corrección en el mercado.
- Baja correlación con la renta fija. Este es un punto clave; hay que tener cuidado con los falsos fondos de renta fija. El equipo de Bradley prioriza la búsqueda de alpha no la beta.
- La generación de alpha en cualquier entorno de mercado. En línea con lo anterior, un buen fondo de retorno absoluto debería poder defenderse en cualquier entorno de mercado. Para ello es importante analizar de dónde provienen las rentabilidades pasadas para verificar que no se explican por sesgos estructurales a un activo u otro.