“Las preferentes tienden a comportarse mejor en momentos de subidas de tipos”

0097
Foto cedida

Mark Lieb gestiona para Principal Global Investors el PGIF – Preferred Securities Fund. Con 19.000 millones millones de dólares en activos bajo gestión, se trata del fondo que invierte en preferentes más grande del mundo; la estrategia UCITS cuenta con un patrimonio de 1.700 millones de euros. “Es una clase de activo que es pequeña en comparación con la renta fija y el high yield, pero está creciendo y es un mercado bastante líquido” asegura Lieb. Actualmente, el mercado de preferentes está valorado en 490.000 millones de dólares. 

Cabe aclarar antes de continuar que el fondo sólo invierte en preferentes sénior que estén calificadas con grado de inversión. Su cartera está dividida al 50% entre los dos principales mercados de preferentes, las dirigidas al mercado retail (25 dólares) y las dedicadas a institucionales (1.000 dólares). Las primeras cotizan en NYSE en lotes de 100 acciones, su cotización suele ser plana y pagan un cupón cuatrimestral; su precio depende del cupón o de la rentabilidad que ofrecen. En cambio, las dirigidas a institucionales suelen ser OTC y su precio depende de la prima que ofrecen frente a la deuda del Tesoro americano, cotizan con un interés acumulado y distribuyen su cupón semestralmente. Lieb indica que las diferencias entre unas y otras ofrecen “grandes oportunidades de trading”. 

¿Por qué elegir un fondo de preferentes? “La manera más simple de pensar en lo que hacemos es que, cuando miras el universo de renta fija y quieres cierta rentabilidad, lo primero en lo que se piensa es en el high yield y eso implica descender dentro de la curva de crédito. Yo no lo hago, permanezco dentro del grado de inversión y desciendo dentro del balance para conseguir más rentabilidad”, explica el gestor. 

También destaca la conveniencia de esta clase de activos en un entorno de subida de los tipos de interés: “La Reserva Federal podría elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos antes de 2016 pero no afectaría a este mercado, probablemente la curva se mantenga plana. Las preferentes tienen tendencia a portarse mejor en momentos de subidas de tipos por el cupón que ofrecen, es un comportamiento bastante parecido al del high yield según el ciclo”. 

El experto subraya que la rentabilidad de esta clase de activo es bastante estable. Por ejemplo, indica que durante el último sell off de la renta fija el diferencial de las preferentes apenas se movió entre 25 y 30 puntos básicos. “Es un mercado que está más aislado”, resume. 
Otras de las ventajas comparativas que presenta ahora esta clase de activos es que la tasa de impago en este segmento está cerca de cero, y que el diferencial respecto a la deuda sénior, “ahora es muy favorable”. En definitiva, Lieb promociona su producto como una propuesta más bien defensiva dirigida a inversores institucionales. Aclara al respecto que “el 30% de nuestros clientes son inversores institucionales europeos que conocen muy bien el mercado”. 

La selección de activos para la cartera parte de la búsqueda de las mejores ideas en los dos mercados ya descritos, y tiene como límite no asignar nunca más del 5% de ponderación a cada emisión. “Compramos diferentes estructuras”, explica Lieb. Por ejemplo, ahora ha comprado títulos ajustados a Basilea II que tienen que retirarse del mercado para dar paso a la nueva regulación, porque “no tienen nada de sensibilidad a los tipos de interés”. El gestor, que afirma que “la regulación genera nuevas oportunidades”, entra en detalle sobre la construcción de la cartera: “Hemos posicionado la cartera con papel que va a ser ejecutado y con bonos de tipos flotantes para dotarla de una sensibilidad muy baja para cuando suban los tipos”.

Actualmente, la duración de la cartera se sitúa en los 5,5 años, con un rating medio entre BBB- y el A- de la deuda sénior. EE.UU. pondera un 45%. Bermudas también es una exposición importante de la cartera, dado que ofrece ventajas que permiten a Lieb compararla con Irlanda, y ha atraído a muchas aseguradoras cuyas emisiones están en cartera. “La volatilidad es baja, pero depende de con quien se compare. La deuda high yield y emergente es más volátil”, aclara Lieb. 

Evitando el riesgo reputacional

El fondo ha cumplido doce años, pero Lieb admite que su crecimiento ha sido lento en este tiempo porque los potenciales inversores tenían reticencias respecto a las preferentes. Sin embargo, se apresura a establecer diferencias clave entre el caso estadounidense y la experiencia que se ha vivido en España: “Los bancos estadounidenses no tienen permitido vender preferentes a individuos a pie de ventanilla, va contra la ley. En cambio, los institucionales sí entienden las ventajas de estos productos. Por ejemplo, BBVA y Santander emitieron mucho dinero en EE.UU.”

Lieb es consciente del daño hecho, porque afirma que “va a llevar tiempo a los inversores españoles que se olviden de las preferentes y de que sus ahorros se fueron a cero”, pero al mismo tiempo destaca que el mercado estadounidense ha sido ignorado en Europa por mucho tiempo: “El resto de inversores europeos y el buy side no se dieron cuenta del gran mercado líquido que había en EE.UU, donde las instituciones llevan emitiendo participaciones preferentes desde 1991”.