En una entrevista con FundsPeople, Matthew Russell, gestor de esta estrategia de M&G Investments con Rating FundsPeople en 2023, explica los factores que distinguen a este fondo de deuda corporativa a corto plazo.
El M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond es un fondo de deuda corporativa con Rating FundsPeople en 2023 que se propone mitigar el impacto negativo de las subidas de las TIR de la renta fija. Su estrategia, con una duración inherentemente baja, ofrece a los partícipes exposición a bonos corporativos de elevada calidad. La cartera se construye con una combinación de estrategias top-down y bottom-up. Para el equipo de M&G Investments, la clave de invertir con éxito en deuda corporativa radica más bien en evitar a los perdedores que en seleccionar a los ganadores. Una herramienta útil a este respecto es su propio análisis de crédito, elaborado por uno de los mayores equipos de analistas de Europa.
Los detalles de la estrategia los ha explicado a FundsPeople el propio gestor de la estrategia, Matthew Russell, quien ha estado en España para participar en el Bond Vigilantes Forum 2023 celebrado por la gestora en el Auditorio Rafael del Pino de Madrid. “El fondo tiene una duración inherentemente baja porque nuestros clientes buscan esencialmente en nuestra estrategia preservación de capital y mantener controlada la volatilidad. Prefiero equivocarme estando infraponderado en duración que hacerlo estando sobreponderado. La duración neutral del índice de referencia frente al que nos comparamos es de dos años y, actualmente, la duración de la cartera es de 1,5”, explica.
Según Russell, el fondo presenta importantes singularidades, que lo hacen diferente de otras estrategias de renta fija corporativa de corta duración. La primera, que puede inviertir en bonos no solamente denominados en euros o dólares, sino que también en otras divisas, como la libra esterlina o el dólar australiano. “Aunque siempre cubrimos el riesgo de divisa, esto amplía enormemente nuestro universo de inversión. Te permite navegar por el mercado y aprovechar la dispersión existente para atrapar emisiones que te ofrezcan mejores oportunidades en función del binomio rentabilidad-riesgo. Y esto, a su vez, nos ayuda en nuestro objetivo de batir al índice”, subraya el gestor de M&G Investments.
El segundo rasgo idiosincrático de este producto es el hecho de estar habilitado para invertir en bonos flotantes, bonos garantizados (covered bonds), Asset Backed Securities (ABS) y Mortgage Backed Securities (MBS). “El M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond es un fondo conservador, defensivo, con el 80% de la cartera invertida en deuda con grado de inversión. Pero también tenemos activos de fuera del benchmark que nos aportan una fuente de rentabilidad muy atractiva, con un riesgo bajo, como son este tipo de activos, cuyo peso en la cartera ronda actualmente el 30% (13,5% está en covered bonds, 11,5% en MBS y un 2%-3% en posiciones como los CLOs o ABS). Ese máximo del 30% es el límite que nos hemos fijado”, detalla.
A menudo, Russell adopta una postura contrarian a la hora de invertir en el mercado. “Cuando los spreads se ensanchan, asumimos más riesgo de crédito. Es cuando surgen oportunidades. En cambio, cuando se estrechan, reducimos riesgo en cartera. Ahora, el mercado ofrece cupones atractivos, pero los spreads no se mueven en niveles especialmente baratos”, analiza. En estos momentos, la cartera del fondo está compuesta por 140 emisiones de 130 compañías. En su trabajo, se apoya en el equipo de analistas de M&G Investments, compuesto por más de 50 profesionales basados en las oficinas que la gestora tiene en Londres, Chicago y Singapur.
“El análisis bottom-up de las empresas es la base del trabajo. Lo realizan nuestros analistas, sentándose con los directivos de las corporaciones y realizando el análisis financiero de cada negocio. Su labor es fundamental. Nos ha llevado, por ejemplo, a no incurrir nunca en un default ni a invertir en bancos regionales de Estados Unidos. Mi trabajo, en cambio, se basa en determinar cuáles son, dentro de las mejores ideas identificadas por el equipo, los bonos con mejor binomio rentabilidad-riesgo”. En líneas generales, el gestor opina que, ahora mismo, el sweet spot está en el investment grade. “Este segmento compensa a los inversores por el riesgo de impago de sus emisores, cuya probabilidad sigue siendo baja”.
Según datos de Morningstar, el fondo está a punto de superar los 500 millones en activos bajo gestión. Ha logrado generar este año una rentabilidad del 3,2% (en su clase en euros). Esto lo sitúa en el primer cuartil dentro de su categoría.