La Inteligencia Artificial (IA) es aquella disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico, según la RAE. Por su parte, la consultora Gartner da un paso más y señala que es “la aplicación de análisis avanzados y técnicas basadas en la lógica, incluido el Machine Learning (ML, en español, Aprendizaje Automático) y la variante de este, el Deep Learning (DL, en español Aprendizaje Profundo), para interpretar eventos, respaldar y automatizar decisiones y llevar a cabo acciones”.
Dicho de otro modo, este concepto se aplica cuando una máquina es capaz de imitar funciones cognitivas asociadas con la mente humana, como el aprendizaje y la resolución de problemas.
El Aprendizaje Automático permite a la IA resolver problemas más complejos aplicando modelos matemáticos a los datos para extraer conocimientos e identificar patrones de comportamiento. Su modelo se basa en el “aprendizaje” mediante un entrenamiento. Por su parte, el Aprendizaje Profundo emplea varias capas de algoritmos para resolver problemas tras extraer conocimiento de los datos, mejorando los resultados de la variante anterior.
En el día a día, la IA contribuye a hacer más fácil nuestra vida; en el entorno laboral, a optimizar procesos, por su capacidad de automatización, y a ayudar en la toma de decisiones más rápidas e inteligentes, por su capacidad de análisis de datos en tiempo real que ofrecen respuestas predictivas, lo que ayuda a anticipar problemas y, por ende, a evitarlos.
En la actualidad se están entrenando a las máquinas con Inteligencia Artificial para:
- Ver y oír: percepción.
- Comprender: imágenes y lenguaje.
- Razonar: obtener ideas y formular hipótesis.
- Aprender: adquirir experiencia y seguir aprendiendo.
- Decidir: analizar datos y tomar decisiones.
- Actuar: reaccionar igual que una persona.
El mercado de la Inteligencia Artificial podría contribuir en 2030 a nivel mundial un total de 15,7 billones de dólares, lo que supone un crecimiento del PIB del 14%, según un informe de PwC. Del total, 6,6 billones provendrán del aumento de la productividad y 9,1 billones, de efectos secundarios del consumo ya que la IA impulsará una mayor variedad de productos, con una mayor personalización, atractivo y asequibilidad a lo largo del tiempo.
Fuente: PWC
Fuente: PWC
Dado este enorme potencial, dicha tecnología ha experimentado un boom en los últimos años. Y esto no es más que el inicio de un crecimiento exponencial de esta nueva industria, dado que tanto la tecnología como sus aplicaciones están listas para saltar al mercado de masas.
¿Qué impacto tiene en la sociedad?
Hay muchos ejemplos de cómo este catalizador de la llamada Industria 4.0 o Cuarta Revolución está impactando en todas las industrias, impulsando la innovación en distintos sectores y acelerando la toma decisiones lo que permitirá que las empresas sean más eficientes y productivas y, por ende, competitivas gracias a la capacidad de procesamiento, almacenamiento y análisis de los softwares de Inteligencia Artificial alojados en Cloud.
Móvil
Los dispositivos móviles tienen una capacidad de cálculo muy superior a la del mayor superordenador de hace cincuenta años. Actualmente, los dispositivos móviles incluyen reconocimiento facial y de voz y se han convertido en una de las herramientas de recopilación de datos más potentes del mundo. Por ejemplo, se utilizan para controlar el consumo de calorías, realizar compras y, cada vez más, a través del Internet de las Cosas, gestionar las máquinas de su entorno. Como, por ejemplo, revisar las cámaras de seguridad del hogar a través del móvil.
Internet de las Cosas
A través de sensores instalados en objetos, máquinas y ordenadores, se transmiten datos, los cuales se envían y se almacenan en Cloud donde un software con algoritmos de Inteligencia Artificial los analiza para ofrecer soluciones. Éstas pueden ser ejecutadas de forma automatizada, sin la intervención de ningún humano; en otras ocasiones, por los profesionales, quienes reciben la información en sus dispositivos. Es decir, el universo bajo el acrónimo en inglés IoT está compuesto por objetos conectados, datos, software y personas. Algunos ejemplos son los frigoríficos, las lavadoras o los asistentes virtuales que ya utilizamos como Alexa de Amazon, Siri de Apple y Google Assistant. Pronto comenzará a utilizarse para el asesoramiento profesional en ámbitos como el derecho o la contabilidad.
Publicidad
Los algoritmos de aprendizaje automático permiten a las empresas de venta online personalizar los anuncios en función de muchos factores, como la edad, la ubicación, las preferencias, el estilo de vida y el historial de compras de los consumidores. La IA se está incorporando para permitir el ajuste en tiempo real con el fin de optimizar las campañas, filtrar los anuncios inapropiados y aprovechar los datos offline para recomendar otros productos de interés a los usuarios.
Industria
La visión artificial y el reconocimiento de imágenes por IA se utilizan para identificar productos, contabilizar artículos e inspeccionar la calidad en tiempo real. Robots equipados con Inteligencia Artificial utilizados en líneas de producción pueden aprender y mejorar al trabajar junto a los humanos.
Aeroespacial
Los nuevos sistemas de piloto automático con IA y redes neuronales múltiples se entrenan observando a pilotos humanos. Los softwares con algoritmos avanzados procesan en la nube los datos de los miles de sensores de las aeronaves para supervisar el rendimiento durante el vuelo y aumentar la seguridad mediante el mantenimiento basado en predicciones.
Educación
Los sistemas de tutoría virtual están reduciendo costes y permitiendo que muchos más estudiantes se beneficien de una enseñanza personalizada, con información adaptada a sus necesidades. Además, la IA se encarga de corregir los exámenes, lo que permite a los profesores dedicar más tiempo a la preparación de los cursos y a la atención de los alumnos.
Energía
Muchas petroleras están utilizando la IA para mejorar la exploración y optimizar las perforaciones mediante la combinación de datos operativos y medioambientales en tiempo real. También se está probando para hacer que las redes eléctricas sean inteligentes y eficientes, con mejores predicciones de la demanda y equilibrando la energía entre fuentes renovables intermitentes como la eólica y la solar.
Retail
Los comercios minoristas se están beneficiando de esta tecnología para ayudar a crear una experiencia más interactiva y personalizada para los consumidores. Los asistentes basados en IA ya pueden responder a preguntas sobre productos y su disponibilidad al entrar en una tienda física. El aprendizaje profundo se está utilizando para comprender mejor el estilo personal de un cliente y buscar prendas similares con características diferentes que se adapten mejor a su gusto. Las tecnologías de detección 3D y realidad aumentada están permitiendo nuevos probadores virtuales para ofrecer a los clientes una experiencia más gratificante antes de comprar.
Automóvil
Todavía estamos empezando a sacar partido de los actuales sistemas avanzados de asistencia al volante, como el aviso de cambio involuntario de carril, el frenado automático y la asistencia para aparcar. Además, Tesla, BMW, Mercedes-Benz e Infiniti ya ofrecen vehículos con piloto automático. Varios países están probando vehículos totalmente autónomos y sin conductor y estas tecnologías están avanzando para que los vehículos autónomos estén disponibles a nivel comercial en los próximos años.
Sanidad
La IA se está entrenando con imágenes de rayos X y está logrando índices de precisión mejores que la mayoría de los médicos en el diagnóstico de numerosas patologías, como distintos tipos de cáncer, tuberculosis, lesiones oculares diabéticas, neumonía e infecciones sanguíneas. En los historiales médicos digitales, la IA ayuda a predecir el riesgo de infarto u otras enfermedades en los pacientes. Recientemente se ha entrenado una red neuronal para predecir reacciones químicas, lo que podría acelerar considerablemente la creación de nuevos fármacos. Estamos apenas empezando a vislumbrar lo que las tecnologías de IA pueden hacer para que los médicos sean más competentes y eficientes y para mejorar la calidad de la asistencia en el futuro.
Jurídico
La IA está mejorando la eficacia de los abogados al simular resoluciones judiciales basadas en datos sobre el cliente, argumentos y precedentes jurídicos. Los tribunales utilizan herramientas predictivas para determinar estratégicamente la cuantía de las fianzas, la duración de las penas y las posibilidades de libertad condicional.
Como se puede comprobar con estos ejemplos, la inteligencia artificial avanza a un ritmo vertiginoso y parece que cada mes se producen nuevos hitos. Aunque las implicaciones a corto plazo para las empresas y los mercados parecen limitadas, la curva de crecimiento exponencial vinculada al desarrollo de la inteligencia artificial implica que sus efectos serán cada vez más evidentes y significativos.