Una tendencia es un cambio importante y a largo plazo que afecta a las actividades políticas, sociales, económicas, ambientales y, sobre todo, humanas. Una tendencia define el presente y configura el futuro.
Las megatendencias son las principales evoluciones que se espera que afecten a la economía global en nuestras sociedades durante las próximas décadas, en términos tecnológicos, socio demográficos y cambios medioambientales. Las megatendencias son, por definición, estructurales, inevitables, universales y a largo plazo, están aquí para quedarse. Son tendencias seculares que deben mantenerse durante varios ciclos y ofrecer alfa y un rendimiento superior. Tal vez no se ve un rendimiento superior todos los días o incluso todos los meses, pero la dirección debe ser clara.
La inversión temática es aquella que busca capturar y explotar el mayor crecimiento que implican dichas megatendencias, que tienden a desarrollarse en horizontes a largo plazo. Por lo tanto, la inversión temática supera la visión tradicional tanto en lo geográfico como en lo sectorial.
Evolución de la inversión temática y cómo está afectando a la inversión tradicional
La inversión temática está cambiando la gestión tradicional en su capacidad de centrarse en cambios y tendencias visibles que, en última instancia, beneficiarán a los inversores y a la sociedad. Además, ofrece una alternativa a las estrategias tradicionales al tratar de capturar nuevas fuentes de generación y diversificación de alfa.
Hace unos años, los fondos temáticos se consideraban nicho o satélite, pero se están convirtiendo en inversiones centrales en las carteras. En los últimos tiempos se han lanzado cientos de fondos temáticos en esferas diversas como seguridad, agua, clima o inteligencia artificial.
No solo hay que pensar a nivel sectorial o geográfico; sino también encontrar las temáticas principales que impulsan cambios globales que actuarán como viento de cola durante muchos años. De hecho, aunque los fondos temáticos se pueden considerar como una evolución de los fondos sectoriales creados en los años 90 presentan grandes diferencias con respecto a estos. Por ejemplo, en los fondos temáticos no existen limitaciones por sector, país o tipo de activo, sino que se puede acceder a la temática que forma parte y que da nombre al fondo desde diversos puntos de vista.
Además, es importante que la temática objeto del fondo de inversión sea novedosa y tenga un potencial futuro ya que eso asegura que el gestor pueda beneficiarse de que que el mercado todavía no está cotizando ciertamente en el precio de los activos la idea objeto del fondo de inversión. También estos fondos de inversión no suelen tener una comparativa exhaustiva con los índices de referencia, bien porque no existe un índice real con el que compararse y en otros porque ese índice no es del todo representativo o bien, porque en el caso de que lo haya, la composición del índice no sea del todo representativa.