Si acudimos al consenso general, los hedge funds no tienen buena prensa tras casos muy sonados como el Quantum Fund de George Soros, que provocó la devaluación de la libra esterlina en los noventa, o el Tiger Fund de Julian Robertson, que perdió más de 2.000 millones de dólares al invertir en la depreciación del yen frente al dólar en 2000.
Casos puntuales aparte, esta estrategia de inversión en activos alternativos también ha demostrado no solo su resiliencia en periodos de crisis, sino también su mejor comportamiento con respecto a los mercados de renta variable y renta fija en el largo plazo.
Añadir hedge funds a cualquier cartera aumenta el grado de diversificación y, aunque normalmente se asocia a una clase de activos con riesgo, la volatilidad histórica de los índices de hedge funds ha demostrado ser inferior a la de otros activos con riesgo.
¿Qué es un hedge fund?
Según explica la CNMV, los hedge funds o fondos de inversión libre (FIL) son fondos de cobertura que intentan maximizar la rentabilidad sea cual sea la tendencia del mercado, es decir, incluso con mercados bajistas (lo que, en circunstancias normales, implicaría pérdidas), ya que pueden “apostar” en corto. Se gestionan mediante estrategias y técnicas en general sofisticadas y presentan características y riesgos difíciles de comprender para el inversor particular.
¿Qué características tiene?
Los hedge funds no tienen las restricciones de inversión que se imponen a los fondos tradicionales. Se elige libremente los valores e instrumentos en los que invierten, emplean estrategias sofisticadas como ventas en descubierto y se endeudan en mayor medida que el resto de los fondos (hasta varias veces su patrimonio).
El regulador señala como una peculiaridad propia de los hedge funds que son productos poco líquidos, ya que tienen la posibilidad de restringir los reembolsos a sólo cada tres o seis meses. A veces, fijan un período mínimo de permanencia a los inversores. Además, a diferencia de los fondos tradicionales, la normativa no fija límites máximos a las comisiones.
Por tanto, la inversión en fondos de inversión libre, bien a través de un FIL o de fondos de fondos (IICIICIL), puede llevar aparejada significativos niveles de riesgo.
Debido a sus especiales características, se dirigen a clientes institucionales (bancos, aseguradoras, fondos de pensiones…) o clientes no profesionales con una inversión mínima de que puede superar el millón de euros, algunos están domiciliados en paraísos fiscales, como Cayman, y además debes dejar constancia por escrito de que conocen los riesgos de la inversión, siendo conscientes de que, en muchas ocasiones pueden ser mayores.
¿Cuándo nacieron?
Aunque el término nos retrotrae a los titulares que hemos comentado al principio del apartado, los hedge funds son mucho más antiguos. Fue en el año 1949 cuando se creó el primero de estos vehículos que puede considerarse como tal de la mano de Alfred Winslow Jones, sociólogo graduado en el Universidad de Harvard y periodista financiero en la revista ‘Fortune’ convertido en un inversor al que no se le puede considerar como especulador.
Cuando creó el primer fondo de cobertura, su objetivo era eliminar el riesgo propio de inversiones a largo plazo mediante la venta a corto de acciones, así como la diversificación del riesgo mediante la selección de acciones. Es decir, invertía en acciones con potencial de crecimiento a largo plazo y ejecutaba operaciones a corto de otras que preveía que iban a bajar, operaciones que realizaba mediante apalancamiento.
Jones se refería a su fondo como Hedged Fund no Hedge Fund, ya que él consideraba que estar cubierto frente a los movimientos unidireccionales de mercado era la principal característica de su fondo de inversión.
Ventajas de invertir en hedge funds
Dada su naturaleza, los hedge funds están concebidos para la consecución de un binomio rentabilidad-riesgo más favorable que la inversión tradicional long only. Su razón está en que su objetivo es aprovechar tanto mercados alcistas como bajistas, lo que permite generar un mayor y más sostenible alfa en el tiempo.
Así, estos fondos de cobertura ofrecen a la cartera diversificación, al invertir sin restricciones en diferentes estrategias, permitiendo acceder a nuevas oportunidades de inversión; flexibilidad, al poder estar en largo y corto; y mayores rentabilidades, con el rol que desempeña el apalancamiento.
Riesgos de invertir en hedge funds
Ahora bien, existen riesgos que los inversores deben tener en cuenta ya que el universo de los fondos de cobertura es complejo y diverso, y requiere de conocimientos. El inversor debe ser consciente que puede conseguir mayores rentabilidades, pero estar asumiendo un riesgo mayor que cuando invierte en otros vehículos de inversión. De este modo, el valor de la inversión puede variar de forma significativa a lo largo del tiempo y el rendimiento no tiene por qué estar ligado a la evolución de los mercados de valores.
Al ser menos líquidos que los fondos tradicionales, tiene implicaciones prácticas tanto por lo que se refiere al cálculo y publicación del valor liquidativo como al régimen de reembolsos:
- Valor liquidativo: el precio de la participación podrá publicarse con una periodicidad de tres o incluso seis meses (aunque en la práctica es posible que muchos fondos opten por una frecuencia mensual).
- Reembolsos: al igual que ocurre con el valor liquidativo, pueden permitir los reembolsos sólo cada tres o seis meses.
- Transparencia: al no tener valor liquidativo diario, el posicionamiento y rebalanceo de las estrategias no suele estar disponible al inversor de manera diaria.
Podemos enumerar cinco cuestiones clave que han llevado a la decepción de los inversores con respecto a los hedge funds a lo largo de los años:
1. Expectativas de rentabilidad elevadas fijadas en base a hedge funds no UCITS.
Los fondos de inversión regulados (UCITS) tienen muchas más limitaciones que un vehículo de hedge funds: liquidez de las posiciones, apalancamiento, diversificación, limitaciones de posiciones largas-cortas, etc.
2. Persecución de rendimientos y persistencia.
Con unos rendimientos globales moderados, la tendencia ha sido que el capital fluya desproporcionadamente, beneficiando a los que han obtenido mejores resultados recientemente. Dado que un buen fondo en una categoría concreta de hedge funds superará a sus homólogos en dificultades en hasta un 30%, debido a la alta dispersión de retornos dentro de la misma.
3. Las elevadas comisiones y su impacto en la rentabilidad y el riesgo esperado.
Las comisiones importan, y mucho. Un fondo con una estructura de comisiones de 1% management fee y 15% de performances fee necesita generar un 9% para que los inversores obtengan un 6% neto. Esto es a menudo inalcanzable sin asumir riesgos importantes Unas comisiones elevadas no sólo disminuyen la rentabilidad a largo plazo, sino que a menudo se traducen en una asunción excesiva de riesgos, para conseguirla.
4. Diversificación insuficiente.
El modelo estándar, por lo general, ha sido seleccionar un único fondo por estrategia. Una cartera típica con una asignación del 10% a alternativos podría tener un fondo en cada una de las estrategias macro, equity market neutral, relative value y futuros gestionados. Dada la dispersión, esto equivale a tener, digamos, diez acciones en una asignación de renta variable de pequeña capitalización; demasiado arriesgada para una cartera multiactivos. El resultado final ha sido que los gestores han estado jugando a la defensiva cuando uno o más fondos de un solo gestor sufren caídas prolongadas.
La falta de diversificación está ligada a la alta dispersión que existe entre hedge funds. Un hedge que reporta buenas rentabilidades en 2021, puede llegar a estar entre los peores el año siguiente en cuanto a rendimientos. Es más, si ponemos el foco en los CTAs desde 2015, 7 de los 20 componentes del índice más conocido, SG CTA han dejado de reportar resultados y/o han sido liquidados. Por esto mismo, diversificar es un factor clave.
Fuente: Bloomberg, DBi. Datos a 31 de diciembre
5. Iliquidez.
Teniendo en cuenta en qué momento del ciclo nos encontramos, los gestores pueden tener un gran incentivo para cargarse de activos potencialmente ilíquidos con el fin de mejorar la rentabilidad y preocuparse de las consecuencias más adelante. La liquidez como concepto es compleja: algunos activos cotizan con regularidad en épocas de bonanza, pero esto puede cambiar drásticamente cuando los mercados se deterioran.
¿Cómo evitar estos riesgos?
- Diversificar para evitar el riesgo de seleccionar un único gestor.
- Dejar de dar importancia a los indicadores de rentabilidad a corto plazo. Los activos alternativos proporcionan diversificación a lo largo de los años, no es cuestión de días o meses.
- Centrarse en los rendimientos esperados (a futuro) en lugar de en la rentabilidad reciente.
Además, la inversión directa requiere una dedicación importante de recursos a la gestión y la inversión vía terceros conlleva costes extras. Al contrario que los fondos tradicionales, las gestoras de hedge funds tienen libertad para fijar sus comisiones.