Los mercados privados han ido ganando cada vez más cuota en las carteras de los inversores en los últimos años y es de esperar que sigan haciéndolo de cara a los próximos años. Dos son las razones fundamentales.
-Por una parte, la capacidad que tienen de descorrelacionar esas carteras en un contexto, como el que se ha visto en el pasado en el que las decorrelaciones entre activos tradicionales (renta variable y renta fija) han brillado por su ausencia.
-Por otra parte, han actuado como elemento generador de alfa adicional gracias a su capacidad de diversificación y a la menor volatilidad que han demostrado.
Y es que aunque los mercados privados no son impermeables a los retos del mercado, el impacto de la volatilidad puede ser más moderado, ya que tienden a reflejar visiones a más largo plazo. El capital está bloqueado, las ventas forzosas son raras y, en tiempos turbulentos, los vendedores pueden conservar los activos durante más tiempo.
La pregunta es si, ante el cambio radical desde el punto de vista de la política monetaria que se ha producido en el último como explicamos en el capítulo 1, siguen teniendo sentido. La respuesta es sí, y por varias razones que explicamos a continuación.
El clima actual sigue siendo positivo
Muchas de las inversiones de capital privado existentes no se han revisado a la baja a pesar de la ralentización de la economía y la subida de los tipos de interés. Esto se debe a que el flujo de operaciones ha sido más lento y sólo se han vendido los activos de mayor calidad, la mayoría de los cuales los compradores creen que aún justifican un precio completo. Además, el rendimiento operativo de muchas empresas respaldadas por capital riesgo se ha mantenido sorprendentemente bien, y muchas de ellas siguen creciendo.
En un White paper publicado por Neuberger Berman en diciembre de 2022, comparaban las valoraciones máximas y mínimas de los mercados públicos y privados en la crisis financiera mundial (CFG) de 2007-2009 y en los acontecimientos de mercado relacionados con la COVID de 2020.
En general, se constató que los descensos de las valoraciones de los valores privados se produjeron generalmente con retraso y fueron menos graves, con tiempos de recuperación más cortos. Los resultados de 2022 pasado refuerzan esta opinión: Mientras que los mercados públicos cayeron alrededor de un 20%, las valoraciones de las adquisiciones de capital privado, según nuestras estimaciones, se mantuvieron estables ya que el impacto de cualquier ligera corrección de los múltiplos en los modelos de valoración de los patrocinadores se vio esencialmente compensado por el crecimiento subyacente de las empresas.
Evolución del papel del crédito privado
La demanda de crédito privado se ha expandido en la última década, con una estimación de 1,8 billones de dólares bajo gestión en toda una serie de subsectores.
Aproximadamente el 85% de los préstamos de capital inversión del año pasado procedieron de fuentes de capital a largo plazo, como los fondos de deuda privada .
Aunque es probable que el volumen de actividad de la deuda privada disminuya en el caso de las operaciones de mayor envergadura a medida que se recuperen los mercados de préstamos sindicados, la realidad es que el crédito privado tiene ahora la escala necesaria para respaldar operaciones de todos los tamaños y financiación estable de inversores a largo plazo por lo que se espera que siga siendo la vía preferida de financiación para las pequeñas y medianas empresas, que constituyen la mayoría de las operaciones de capital riesgo más oportunas, flexibles y creativas en sus soluciones de financiación.
Dinámica actual: el apalancamiento en el punto de mira
En la actualidad, un reto clave tanto para los GP como para los LP son los elevados tipos de interés, especialmente cuando se unen a los temores de una posible recesión. Sin embargo, es previsible que la magnitud de su impacto es menor de lo que la mayoría esperaría, ya que la generación de rentabilidad en el capital riesgo hoy en día procede más de las mejoras impulsadas por los patrocinadores de las empresas en cartera que de la ingeniería financiera.
Por ejemplo, en el pasado, las empresas de capital riesgo a menudo buscaban comprar barato, vender caro y apalancar los balances de las empresas hasta un 70% de deuda. Sin embargo, hoy en día, los patrocinadores a menudo realizan inversiones con planes de mejoras operativas estratégicas, y han invertido mucho en herramientas funcionales para lograrlas, algo que se refleja en la forma en que suscriben las inversiones.
El potencial de rentabilidad depende en gran medida de los planes de crecimiento estratégico y de las guías de actuación de los patrocinadores, que se centran en acelerar el crecimiento orgánico y desbloquear el flujo de caja. El principal objetivo de los inversores de capital privado es asegurarse de que las estructuras de capital sean adecuadas y de que la carga de intereses no sea demasiado pesada para las empresas subyacentes; éstas deben tener flujos de caja resistentes para poder gestionar la cantidad de deuda que se incluye en el balance.
Oportunidad estratégica y creciente
Incluso poniendo tanto énfasis en la generación de rendimientos estratégicos a largo plazo, los inversores pueden preguntarse, dados los recientes retos económicos, si ahora es un buen momento para los mercados privados. En términos absolutos, los fondos que han invertido la mayor parte de su dry power (capital obtenido por grupos de capital inversión que aún no se ha utilizado) tras una corrección del mercado han obtenido mejores resultados que en otras épocas.
Las empresas de capital riesgo también están jugando a la ofensiva dentro de las empresas de su cartera mediante la búsqueda de fusiones y adquisiciones. Los gestores saben que, en estos momentos, debido a los tiempos más difíciles y a la volatilidad, las empresas más pequeñas están mucho más dispuestas a vender y pueden necesitar los recursos de una empresa más grande. Esto puede crear la oportunidad de una expansión múltiple, incluso si una empresa se vende al mismo precio que cuando se compró, porque el precio de compra combinado del gestor es más bajo debido a las adquisiciones con efecto multiplicador. Es cierto que se está empezando a ver que las valoraciones bajan ligeramente, pero no se puede esperar que haya una corrección significativa de las valoraciones privadas para las nuevas operaciones, dado que hay más de 1 billón de dólares en dry power.