¿En qué consiste la inversión sistemática?
La inversión sistemática es un proceso sin sesgos, que parte de los datos, no de opiniones. Se aplica una metodología científica para verificar las hipótesis, aunque las personas siguen teniendo un alto grado de participación. La inversión sistemática es racional. De hecho, lo que se trata es de explotar los sesgos psicológicos y de comportamiento de otros inversores para realizar un enfoque riguroso y disciplinado. El objetivo es afinar y mejorar el proceso de inversión iterativamente y con rigor a lo largo del tiempo.
La selección de valores se aborda con un enfoque único, basado en la observación continua del entorno del mercado.
Se evitan los peligros de los sesgos de estilo: Se acepta de forma general que los estilos de inversión (a menudo denominados «factores») son muy importantes para las rentabilidades de los inversores. Algunos ejemplos muy conocidos de estilos de inversión son el estilo value o valor (preferencia por acciones que se consideran baratas desde una óptica relativa atendiendo a parámetros como el precio-valor en libros o el PER) y el estilo growth o crecimiento (preferencia por acciones de empresas que se considera que son capaces de crecer con rapidez debido a un sólido crecimiento de las ventas o los beneficios).
En cada momento predomina un estilo diferente. El estilo predominante suele ser clave para las rentabilidades de una cartera. ¿A qué nos referimos con sesgo de estilo? A estar vinculado indefectiblemente a un estilo, incluso en un entorno de mercado en el que este ya no funciona. ¿De qué manera se puede evitar el peligro de los sesgos de estilo en el proceso sistemático? Adaptando su estilo para adecuarlo al entorno de mercado.
El enfoque sistemático es un proceso diversificado, con baja correlación con sus peers y en mejora continua.
El cambiante panorama lleva a los inversores a preguntarse, ¿cómo afectará el nuevo entorno a las distintas estrategias de inversión? Para contestar esa pregunta hay que analizar cuatro cuestiones clave
Hay que tener en cuenta importantes rotaciones de estilo
En lo que se refiere a los cambios de estilo, hemos visto algunas rotaciones importantes. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2021 y el primero de 2022 fuimos testigos de una de las mayores rotaciones registradas, ya que las acciones de perfil value superaron ampliamente a las de growth y los valores tecnológicos registraron caídas especialmente acusadas.
Este mejor comportamiento de las acciones de perfil value coincidió con un mal comportamiento de los estilos de calidad y crecimiento, correlacionados negativamente, lo que polarizó la muestra de rentabilidades bursátiles y no dejó ningún refugio donde guarecerse.
Además, conforme nos adentrábamos en 2022 y comenzaron a intensificarse las tensiones geopolíticas previas a la invasión de Ucrania, observamos que se revertió esta rotación de estilos, mientras que el momentum también mostró una elevada volatilidad.
Hay que estar preparados para afrontar entornos macroeconómicos complejos
Una estrategia de renta variable global sistemática está diseñada para abordar este tipo de entornos difíciles. ¿De qué manera? Trata de abstraerse de la dimensión macroeconómica, lo que significa que no se trata de predecir los resultados macroeconómicos o los movimientos del mercado. En su lugar, se enfoca en lo que se puede predecir con cierto grado de certeza estadística.
La primera línea de defensa contra la incertidumbre del mercado sería realizar un conjunto diversificado de criterios de selección de valores diseñados para proporcionar información independiente o adicional. Algunos criterios de selección de valores son más cíclicos por naturaleza y otros son más defensivos, aunque tener una asignación estratégica básica a cada uno permite que el resto de la estrategia se desvíe de forma más táctica.
Disponer de cierto nivel de diversificación en los criterios resulta óptimo si se quiere que una estrategia tenga potencial para obtener rentabilidades superiores independientemente del entorno. Así como diseñar fuentes de alfa realmente diversificadas.
Prestar atención al entorno de riesgo y al sentimiento del mercado
Los acontecimientos macroeconómicos y los movimientos de estilo dentro de los mercados bursátiles han dado lugar a un entorno de riesgo creciente durante los dos últimos trimestres, especialmente desde el inicio de la guerra. En cambio, el sentimiento del mercado ha ido deteriorándose, lo que refleja las preocupaciones que suscita el entorno mundial actual, tanto en lo que respecta a los mercados como desde un punto de vista más general.
Y, sobre todo, aprender de los datos
Es decir, llevar a cabo un modelo estadístico o de «aprendizaje automático» que estima una superficie no lineal de resultados esperados, condicionada por el estado actual del mundo o del entorno. En otras palabras, elaborar previsiones basándose en indicadores de entorno de riesgo y sentimiento del mercado. Observar el sentimiento actual de los inversores y el nivel de incertidumbre del mercado y, a continuación, fijarse en periodos históricos similares, lo que permite formular previsiones sobre el posible comportamiento de un estilo de inversión particular en lo sucesivo.
Utilizar este enfoque para desviarse tácticamente de la ponderación estratégica. Ello da la oportunidad de reaccionar y configurar una cartera de criterios óptimos de selección de valores sobre la base de la información de la que se dispone, y prever los aspectos que creemos que podemos predecir.