Hay algunos grupos de inversores que prefieren distribuciones “naturales” de la cartera. Aunque es razonable y posible “vender” una parte de los activos invertibles para satisfacer las necesidades actuales de liquidez, la realidad es que la mayoría de los inversores, como fundaciones, fondos de pensiones o particulares, prefieren las distribuciones de dividendos, cupones o los vencimientos de un activo, por encima de las ventas directas en su cartera.
Las clases de activos concretas e incluso las inversiones individuales, como las acciones de empresas, pueden generar distribuciones por sí solas. Buena prueba de ello es la amplia gama de estrategias de renta variable de “dividendos”, así como los valores denominados “aristócratas de los dividendos”, disponibles tanto para inversores minoristas como institucionales. Sin embargo, los precios de las acciones cambian con el tiempo y, aunque la rentabilidad por dividendo de una empresa puede seguir siendo la misma, la distribución en términos absolutos puede disminuir. Es esencial que los inversores se aseguren de que una empresa que aspira a un dividendo estable o creciente no lo haga a cualquier precio, especialmente a costa de la robustez del balance de la empresa.
Aunque hay muchos enfoques que pueden ayudar a estabilizar las distribuciones, dos son los más importantes cuando se invierte en carteras multiactivos:
Fuentes de distribución a nivel del emisor
En términos sencillos, es crucial que una empresa gane primero el capital distribuido. Para analizar la capacidad de la empresa para distribuir dividendos y pagar cupones de su deuda, un inversor puede comparar el rendimiento del flujo de caja libre (FCF) con el importe de las distribuciones periódicas. Si la empresa es capaz de generar suficiente flujo de caja para cubrir el capital a distribuir, la distribución puede considerarse relativamente segura y sostenible.
Fuentes de distribución a nivel de cartera
Como se destaca en el capítulo 3, la diversificación de las clases de activos es clave para un perfil de riesgo-rentabilidad saludable de una cartera equilibrada o multiactivos. La distribución de los riesgos y un reequilibrio disciplinado benefician a los inversores a lo largo del tiempo. El mismo concepto es válido para las distribuciones; aunque el valor absoluto de las distintas clases de activos se desviará con el tiempo, la diversificación de la fuente de las distribuciones puede ayudar a estabilizar el pago. Por ejemplo, los elevados cupones del crédito de alto rendimiento pueden enfrentarse a un riesgo creciente de impago en un escenario de recesión, mientras que la rentabilidad de los dividendos de las acciones de valor, así como los cupones de los bonos del Estado, se mantendrán relativamente estables.