En la evaluación de la sostenibilidad de una cartera, es posible que mirar más allá de los programas de sostenibilidad de una empresa y centrarse únicamente en el impacto sostenible de sus productos y servicios. Mientras que cada vez más compañías están comenzando a revelar públicamente información sobre sus políticas y prácticas de sostenibilidad, la experiencia demuestra que la comunicación corporativa, con frecuencia, supera los esfuerzos reales de sostenibilidad que realizan las compañías. En general, esto se denomina «lavado verde» corporativo.
Para evitar dejarse influenciar en exceso por la comunicación corporativa (lo que llamamos el «sesgo de divulgación»), se recomienda tener en cuenta los logros reales de las empresas en materia de sostenibilidad. Por ejemplo, una empresa podría publicar objetivos fantásticos para luchar contra las emisiones atmosféricas de su proceso de producción, pero ¿está cerca de alcanzar estos objetivos y alcanzó alguno antes? Los proveedores de investigación ASG incluyen cada vez más este tipo de métricas en sus modelos, pero como todos los objetivos y programas son ligeramente diferentes, sigue siendo un desafío evaluar los logros reales en relación con lo que cabe esperar como mínimo o con lo que la empresa han hecho entretanto.
Además de evaluar la credibilidad de los programas de una empresa, la evaluación también puede incluir consideraciones de impacto al ir más allá del modelo operativo sostenible de la empresa. Cada vez resulta más importante tener en consideración los productos y servicios que ofrece una empresa, es decir, la naturaleza misma de su actividad. Por ejemplo, mientras que una compañía petrolera puede hacer mucho esfuerzo para llevar a cabo sus actividades de una manera más sostenible, seguirá extrayendo y transformando petróleo, dañando así el clima. Mientras tanto, una empresa especializada en servicios de reciclaje podría estar publicando menos información sobre sus programas de sostenibilidad, pero su negocio es sostenible por esencia y, en última instancia, hará una mejor contribución a los retos de sostenibilidad del futuro.
Firma: Markus Spiske (unsplash)
Con respecto al cambio climático, un inversor puede ser escéptico acerca de una cartera que está activamente posicionada hacia las empresas de servicios públicos de energía. A menudo, las empresas de servicios públicos están expuestas a combustibles fósiles que son perjudiciales para el clima. No obstante, al mismo tiempo, algunas empresas de servicios públicos de energía son las pioneras fundamentales en términos de energía renovable. Para poder identificar esto, la información de una cartera debe ir más allá de la simple revelación de la distribución sectorial. Un marco popular que utilizan cada vez más las empresas y los inversores para vincular sus actividades e inversiones a temas de impacto es el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Los ODS representan los 17 objetivos clave que los países miembros de Naciones Unidas deberían alcanzar en 2030 con el fin de crear un futuro sostenible para nuestro planeta. Aunque inicialmente estos objetivos se centraban en países, las empresas de todo el mundo los han adoptado para informar sobre sus iniciativas de sostenibilidad.
Desde el punto de vista del inversor, los ODS pueden utilizarse como marco para identificar a las empresas que están haciendo una contribución sobresaliente con sus productos y servicios. Si bien no es posible invertir directamente en cada uno de los ODS (por ejemplo, el ODS 17: «Alianzas para lograr los objetivos»), muchas de ellas pueden vincularse con determinados temas de inversión. Por ejemplo, el ODS 7: «Energía limpia y asequible» puede vincularse con los productores de energía renovable o empresas que contribuyen a la innovación en el campo de los coches eléctricos, y el ODS 12: «Consumo y producción responsables» puede vincularse con empresas especializadas en la gestión de residuos. Con todo, mientras que una empresa puede realizar muchos esfuerzos para organizar sus prácticas de negocio de una manera más sostenible, otras contribuirán más por la propia naturaleza de su modelo de negocio, que no siempre se tiene en cuenta.
Tal como se definen en términos generales, los objetivos sostenibles pueden ser comprendidos y adoptados por diferentes tipos de organizaciones, tales como empresas, ONG o gobiernos, pero también por instituciones financieras. De hecho, ayudan a entender los temas de sostenibilidad reflejados en cualquier compromiso de sostenibilidad de la empresa.
Los ODS ayudan a proporcionar más transparencia sobre el impacto de la sostenibilidad de las carteras y a destacar su contribución tangible al desarrollo sostenible. Sin embargo, los ODS como marco de información están sufriendo el mismo impedimento que todo el sector de la inversión responsable, es decir, métricas cuantitativas fiables de ASG que no siempre están disponibles para todas las empresas o no siempre son relevantes. No obstante, los ODS ofrecen un lenguaje común entre las empresas y los inversores responsables, así como una oportunidad para que los inversores responsables más ambiciosos proporcionen una mayor transparencia y medición del impacto positivo concreto de sus estrategias de inversión. Como tales, juegan un rol positivo para el sector de la inversión responsable y contribuyen a una financiación más sostenible.