Lecturas sobre la última reunión del BCE…

18827309762_88d9a17236
European Parliament, Flickr, Creative Commons

La última reunión del BCE se podría resumir así: un comunicado ligeramente más dovish de lo esperado, y una rueda de prensa posterior ligeramente más hawkish de lo que se podría pensar. El banco central no modificó ni una coma de su política monetaria, y su presidente volvió a insistir en la necesidad de ver una recuperación más visible de la tasa de inflación subyacente, así como en la necesidad de implementar reformas estructurales que por el momento se están retrasando. Se publicaron unas proyecciones sobre el crecimiento de la eurozona ligeramente más optimistas que las anteriores, y en líneas generales Mario Draghi transmitió la idea de que la recuperación económica sigue en marcha en el Viejo Continente.

Maryse Pogodzinski, economista de Groupama AM, resume en tres puntos su análisis de la reunión: elogios sobre la política monetaria de la propia institución, prudencia sobre la evolución reciente de la inflación, y una mayor confianza sobre el crecimiento. Sobre el éxito de la política monetaria, la experta se fija especialmente en los comentarios de Mario Draghi sobre el impacto de las políticas acomodaticias en la recuperación a nivel geográfico y sectorial, con unas diferencias de crecimiento entre países de la Eurozona en mínimos desde 2007. “En este sentido, la política monetaria en vigor es apropiada y conveniente”, indica. Además, resalta que el BCE comunicase que “el balance de los riesgos ha mejorado, si bien se mantienen moderados a la baja”.

Sobre la inflación, la propia economista indica que los comentarios de Mario Draghi dieron ninguna sorpresa. Remarca el mensaje de que “la inflación subyacente aún es baja y aún no hay indicios de una sólida tendencia de subida de la misma”. En este sentido, Pogodzinski asevera que “la inflación subyacente debería aumentar de forma gradual a medio plazo, sostenida por las medidas de política monetaria en vigor”.

En último lugar, la experta de Groupama AM se fija en que Draghi hizo hincapié en “la cada vez mayor amplitud de la recuperación que estamos viviendo: esta recuperación ha repercutido en el conjunto de países y sectores de la economía”. También destaca que el presidente del BCE mencionase por primera vez un aumento de las transacciones comerciales a nivel global.

La economista cree que el siguiente paso del BCE sería “abandonar el discurso de crecimiento a la baja en Junio, anunciando en otoño (tras las elecciones alemanas) una progresiva reducción de las compras de activos, efectiva probablemente a partir de Enero de 2018, y una subida de tipos en varias etapas”.

Un pequeño detalle

En resumen, la interpretación general es que se trató de una reunión más bien anodina… salvo quizá por un detalle. Lo explica Patrick O’ Donnell, gestor de Aberdeen: “Draghi ha abierto ligeramente la puerta a un cambio en su política. Lo he hecho al decir que el Consejo de Gobierno ha estado hablando sobre un cambio de lenguaje en relación al nivel en que se encuentran los tipos en su comunicado mensual, pero de facto no lo han cambiado.  Efectivamente esto es una muestra de que Draghi está diciendo que algo podría cambiar en el futuro, pero no hoy”. Para O’Donnell, este mensaje entre líneas “es el clásico método de Draghi de anunciar algo que moverá los mercados, pero sin en realidad hacer nada”. Su previsión es que, en consecuencia, “los mercados empezarán a recalibrarse asumiendo la idea de que el BCE terminará su postura acomodaticia para final de año”.

Para Cosimo Marasciulo, responsable de renta fija europea de Pioneer Investments, lo más interesante de la reunión fue la rueda de prensa posterior. Se fija en dos detalles en particular. El primero, que “Draghi explicó que el Consejo del BCE debatió si sería apropiado eliminar la palabra “más bajos” de la forward guidance sobre los tipos de interés”. Sin embargo, el presidente añadió que “dado que el Consejo no ve aún una mejora sostenida de la tasa de inflación, decidieron mantener la política de visibilidad tal como está”.

Por otra parte, y de forma más interesante, Marasciulo se fija en que “pareció que Draghi esquivaba la pregunta de un periodista sobre si el BCE puede subir los tipos antes del final del QE”. “Hemos visto suficientes ruedas de prensa de Draghi como para saber que, si no respondió a la pregunta, es porque quiere mantener sus opiniones abiertas. Por tanto, una subida en la tasa de depósitos sigue siendo una posibilidad para finales de 2017”, concluye.