Llega al mercado el primer ETF con comisiones negativas

resta
Appleando, Flickr, Creative Commons

La lucha por captar activos que están librando los proveedores de productos de gestión pasiva ha hecho que las entidades se hayan enfrascado en una guerra de precios que, en Estados Unidos, ha hundido las comisiones medias ponderadas por activos en vehículos de gestión pasiva hasta niveles del 0,15% en 2018, la cota más baja de su historia. ¿Queda margen para nuevas rebajas? ¿Dónde está el suelo?

J.P.Morgan AM acaba de solicitar permiso a la SEC parta registrar un nuevo ETF de bolsa con una comisión del 0,02%, lo que convertiría a este ETF en el más barato del mercado. Vanguard, por su parte, ha recortado la comisión del Vanguard Total Bond Market  ETF hasta el 0,03%, dejando entrever que esa no sería la única rebaja. Hace menos de un año la gestora ya avisó de que dejaría de cobrar comisión alguna en cerca de 1.800 de sus productos a aquellos clientes que los contrataran a través de su plataforma.

Cada vez son más las voces que apuntan a la posibilidad de que la industria de ETF acabe por sucumbir a la política de comisiones al 0% teniendo en cuenta la guerra de costes en la que llevan batallando. De hecho, esto es hoy una realidad. Una de las últimas entidades en desembarcar en EE.UU., Social Finance (SoFI), ha empezado a ofrecer ETF con comisiones del 0%. Lo hace concretamente para el SoFi Select 500 (SFY) y el SoFi Next 500 (SFYX), productos que ninguno de ellos está registrado para su venta en España.

La pregunta es… ¿dónde está el suelo? ¿Es el 0% el límite? Pues… a juzgar por los últimos movimientos que se están viendo en el mercado, parece que no. Salt Financial, un proveedor de datos, índices y ETF con sede en Nueva York, ha ido un paso más allá. La firma ha comunicado al regulador estadounidense que no solo eliminará la comisión de 29 puntos básicos que cobra en su fondo Salt Low truBeta US Market (LSLT), sino que tiene la intención de pagar a los inversores cinco puntos básicos durante al menos un año o hasta que el producto alcance los 100 millones de dólares en activos.

La cifra elegida no es casual. Es el umbral mínimo que necesitan los ETF para sobrevivir. El tamaño del producto es crucial para su supervivencia. En los últimos 17 años las gestoras han liquidado más de 800 ETF en Europa, de los cuales la mitad fueron retirados del mercado durante los últimos tres años. El 96% de ellos contaban con un patrimonio inferior a los 85 millones de euros. Más concretamente, los fondos cotizados suprimidos tenían, de media, un volumen de activos del orden de 20 millones y una comisión de gestión del 0,69%. Es decir: eran pequeños y caros. Su vida media fue de apenas tres años y medio.

Habrá que ver si esa estrategia de ETF con comisiones mínimas o incluso negativas acaba por dar el resultado esperado por las gestoras que los lanzan, algo que algunas consultoras dudas. “Los promotores de ETF tienen que aceptar la presión de costes como algo que perdurará en la industria. Pero eso no implica que los ETF con cero comisiones se conviertan en la norma. Hay límites con respecto a la velocidad a la que los promotores pueden reducir costes y cuanto de bajos pueden ser. Las preguntas sobre transparencia puede limitar el apetito de los inversores hacia ETF de cero comisiones”, señalan desde Ernst&Young.

El movimiento de Salt Financial lo realiza de forma temporal sobre un producto que la gestora acaba de lanzar al mercado. Es, por ahora, un caso aislado y puramente anecdótico, pero que sin duda puede marcar el camino a las entidades sobre la estrategia a seguir de cara al futuro –sobre todo aquellas que han llegado al negocio de los ETF en último lugar- y, de paso, saber hasta dónde están dispuestos a llegar los proveedores de ETF en su guerra de comisiones.