Lo que opinan algunas gestoras de la pérdida de Francia de la triple A

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Moody's le ha quitado a Francia la codiciada triple A al recortar su nota a Aa1, lo que ha dejado a Fitch como la única agencia de riesgos que mantiene la máxima calificación crediticia a la deuda gala. Las causas de esta degradación: el riesgo que sufre su crecimiento económico y, en consecuencia, sus finanzas públicas, debido a los persistentes desafíos que afronta el país. Entre ellos, un mercado laboral muy rígido, bajos niveles de innovación, pérdida de competitividad y erosión paulatina de una industria orientada a las exportaciones. Pero, ¿qué opinan las gestoras de esta rebaja de su nota?

Para Gareth Isaac, gestor de fondos de renta fija de Schroders, la rebaja de la calificación crediticia no fue algo inesperado, teniendo en cuenta las perspectivas para la economía francesa durante el próximo año y los numerosos obstáculos a los que se enfrenta. “La iniciativa de reducir su edad de jubilación, por ejemplo, no es algo que ayude precisamente a la dinámica de la deuda francesa a largo plazo. El próximo año, el país registrará una baja tasa de crecimiento y actualmente se encuentra rezagado en lo que respecta a la introducción del tipo de reformas estructurales que ya están siendo adoptadas en países como España o Portugal”, afirma el experto.

A su juicio, la rebaja en la calificación crediticia ha tenido un impacto menor en el mercado y la rentabilidad de los bonos del Gobierno galo aún se negocian a precios cercanos a los del bono alemán. “En nuestra opinión, esto es un problema de los bancos centrales, que necesitan comprar activos denominados en euros a corto plazo. Normalmente comprarían bonos alemanes, pero actualmente ofrecen rentabilidades negativas o prácticamente negativas. Entretanto, otros mercados de bonos como el finlandés, el austriaco y el holandés no son mercados suficientemente grandes, por lo que, en su lugar, los bancos centrales están utilizando los bonos franceses como sustitutos de los alemanes”.

Según Philippe Waechter, economista jefe de Natixis Asset Management, boutique perteneciente al grupo Natixis Global Asset Management (NGAM), la rebaja aplicada por Moody’s ha sido de sólo un escalón por dos razones. La primera, porque la economía francesa está muy diversificada y, por lo tanto, tiene capacidad para resistir en un entorno de debilidad. La segunda: porque el Gobierno de Françoise Hollande se ha comprometido a mejorar la situación de las empresas y poner en marcha reformas estructurales en el mercado laboral. “Si estos compromisos se hacen realidad, las perspectivas a medio y largo plazo para el crecimiento económico del país mejorarán”, asegura el experto.

¿Es esta rebaja el resultado de la nueva política que aplica el Gobierno? Waechter considera que “es evidente que no”, si bien el impacto que pueda tener en la rentabilidad de sus bonos dependerá de cómo responda Hollande al informe de Moody’s. “Si la decisión de la agencia de calificación de riesgos anima al Ejecutivo a poner en marcha las reformas, el efecto sobre el mercado de deuda galo será marginal. Si por el contrario no hace nada, entonces los intereses subirán”. En este aspecto, el economista de NGAM se muestra convencido de que la primera opción será la escogida por el presidente francés. “Una rebaja de la nota siempre es una mala noticia, aunque estos informes se perciben como una necesidad para reaccionar”.