Los economistas del equipo de renta fija de UBS Global AM revelan por qué Grecia será vista en los libros de historia como el país que salvó a la eurozona del descarrilamiento.
“Lo que ha sucedido con Grecia es bueno para el euro. Sí, usted está leyendo esto correctamente”. Joshua McCallum y Gianluca Moretti, economistas del equipo de renta fija de UBS Global Asset Management creen que la verdad ineludible es que la eurozona se embarcó en un proyecto de moneda única que se ha quedado a medio terminar. “En este sentido, la crisis provocada por Grecia ha sido el impulso necesario que ha servido para completar el proyecto. Con un PIB que supone menos del 2,5% de la eurozona (y contrayéndose), Grecia –al igual que otros países de pequeño tamaño- no representa un riesgo crítico para la eurozona. Tampoco su deuda”, afirman.
En un informe publicado por la gestora, los expertos de la entidad helvética señalan que el problema de la crisis de la deuda helena es tan pequeño que el resto de miembros de la eurozona rápidamente podrían encontrar los recursos para contener -si no resolver- la crisis. “De este modo, si algún país tenía que desencadenar la crisis, Grecia ha sido una de las mejores opciones ya que, si la crisis hubiera estallado en España o Italia, la moneda única podría haber descarrilado”, afirman. “Cuando Grecia abrió la caja de Pandora, la eurozona tuvo tiempo para diseñar un plan de acción que hiciera frente a la crisis de deuda antes de que se extendiera a otros países”.
A juicio de los expertos, puede que la eurozona estuviese mal preparada para contrarrestar los efectos de esta crisis, si bien por lo menos estaba prevenida. “Por esta razón, en contra de lo que pudiera parecer, tal vez la historia sea amable con Grecia, al menos en lo que respecta al papel que jugó”. Y es que, según UBS Global AM, el diseño de la eurozona estaba estropeado y creado a partir de una dinámica que lo empujaban hacia la implosión. Incluso si no hubiesen entrado en el euro ninguno de los países de la periferia que actualmente atraviesan problemas, en algún momento se pudiesen haber producido las mismas discusiones respecto a Francia o Bélgica.
“Ahora está claro que la solución definitiva debe pasar por crear algún mecanismo de mutualización de la deuda”, aseguran. Después del trauma provocado por el PSI (participación del sector privado en un canje de deuda de Grecia), ¿cómo va a ser capaz Grecia de volver a financiarse a precios razonables si los inversores no tienen la certeza de que hay alguien detrás respaldando esa nueva deuda? En este aspecto, para la gestora la disputa real entre el FMI y la Comisión Europea sobre el rescate a Grecia es sobre cuándo admitir la necesidad de acometer un proyecto de mutualización de la deuda.