Los activos mundiales en planes de pensiones resisten a la pandemia: suben un 11,2%

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Martijn Baudoin, Unsplash

Poco a poco se empiezan a conocer los balances de  un fin de año como fue 2020 que no resultó nada normal. Una de las últimas que hemos conocido ha sido la que afecta a los fondos de pensiones a nivel mundial. Lo ha publicado el Thinking Ahead Institute de Willis Towers Watson y según sus datos, los activos de los fondos de pensiones de los 22 países más importantes (P22) crecieron un 11,2% hasta los 52,5 billones de dólares a final de año.

En el informe se analiza también cómo ha ido avanzando la concentración del mercado de pensiones. Concluye que los 7 países con mayor volumen de activos en pensiones (P7) – Australia, Canadá, Japón, Países Bajos, Suiza, Reino Unido y EE.UU – representan el 92% de los activos de este grupo de 22 países, dato similar al del año anterior. EE.UU se mantiene como el mercado más importante, representando el 62% del total de activos.

Además, recalca que ese aumento visto del 11,2% en los activos ha elevado la ratio entre activos de pensiones y el PIB medio hasta niveles del 80%, el mayor incremento en un solo año desde que se inició el estudio en 1998. Esta cifra indica dos cosas. Por un lado, el fortalecimiento del sistema de pensiones en estos tiempos de pandemia, lo que es positivo,  pero también el fuerte impacto que el COVID-19 ha tenido en el PIB de muchos países y que ha sido muy negativo en muchos de ellos.

Los activos alternativos siguen ganando peso en las carteras

Ya son varios los años en los que la política de tipos al 0% complica la opción de obtener rentabilidad por unos activos sin asumir riesgos. Los fondos de pensiones se han visto obligados a ir adaptando su cartera a este nuevo contexto que, además con la pandemia, se mantendrá a medio plazo. Lo han hecho asumiendo esa prima de iliquidez a cambio de más rentabilidad con la que cuentan los activos alternativos.

En 2000, únicamente el 7% de los activos de pensiones estaban invertidos en mercados privados y otros activos alternativos y esa cifra en 2020 es ya el 26% de 2020. “Este cambio se ha producido en su mayor parte a expensas de una reducción de la renta variable -del 60% al 43% en dicho periodo- mientras la renta fija tradicional ha bajado marginalmente del 31% al 29%”, afirman en el estudio, que puede consultarse íntegro aquí ,

Y según explica Miguel Barnet, director en Inversiones de Willis Towers Watson España, es previsible que ese crecimiento aún no haya acabado.

 "En los próximos años esperamos que la tendencia creciente de los alternativos continúe, alimentada por la nula rentabilidad que proporciona la renta fija pública y su menor capacidad de compensar las pérdidas de la renta variable en escenarios bajistas. La identificación de las características específicas de los activos englobados dentro de la etiqueta alternativos, de su comportamiento en diferentes escenarios y de la capacidad de seleccionar gestores especializados, marcará la diferencia", afirma.