Los activos reales no proporcionan ninguna cobertura contra la inflación

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Bill David Brooks, Flickr, Creative Commons

Analizando los datos disponibles al público por un período a partir de 1978 (para los inmuebles comerciales) o 1996 (para infraestructuras), hasta 2012 se desprende que la inversión en estos tipos de activos reales o tangibles habría proporcionado importantes beneficios de diversificación con respecto a una cartera tradicional compuesta únicamente de acciones y bonos del gobierno. No obstante, con la excepción de las inversiones en tierras maderables (y los inmuebles comerciales de 1978-1987), las clases de activos reales no proporcionaron ningún beneficio de cobertura frente a la inflación en el período completo que va desde 1978 a 2012.

Según el último informe del Global Financial Institute publicado por Deutsche Asset & Wealth Management, en el que se analiza el gran desafío de invertir en activos reales o tangibles teniendo en cuenta que se trata de activos normalmente ilíquidos, que exigen inversiones por largos periodos de tiempo y sobre los que no siempre se tiene toda la información, la gestora alemana ha llegado a la conclusión de que los beneficios de la diversificación de las inversiones directas en los recursos naturales fueron mucho más bajos en momentos en que los mercados de acciones se hundieron.

Así, los activos cuya rentabilidad es más baja cuando la liquidez sistemática en el mercado de valores es menor son los de mayor riesgo, aunque este menor rendimiento no va acompañado de menores flujos de caja en el largo plazo. Cuando la liquidez del mercado de renta variable es relativamente baja son periodos, por lo general, en los que la rentabilidad de la inversión en el mercado de valores ha sido baja. Estos son los momentos en los que resulta más importante para otras clases de activos no tener una rentabilidad igualmente baja. Si no lo hacen, estos activos pueden ser considerados como activos seguros.

La firma también ha detectado una clara evidencia de que la inversión en recursos naturales tiene una exposición mucho mayor al riesgo del mercado de valores en momentos en los que la renta variable baja. No existe la misma relación con infraestructuras energéticas e inmuebles comerciales. En el informe publicado por Deutsche Asset & Wealth Management se analiza la inversión directa en tres tipos clases de activos reales (o tangibles): recursos naturales (tierras maderables y tierras de cultivo), infraestructuras energéticas e inmuebles comerciales, y los beneficios y riesgos que conlleva.