Los agentes de banca privada: cómo han vivido la pandemia y qué lecciones sacan

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La V edición del Día del Agente Financiero, organizada por Capital Group, volvió a reunir de nuevo de forma presencial en Madrid a unos 50 profesionales dedicados al negocio de altos patrimonios. Un evento en el que tres agentes financieros analizaron los retos y oportunidades del modelo agencial en un mundo post-pandemia.

Natalia Murillo, agente de grandes patrimonios de Bankinter, señala que lo más difícil de la pandemia fue gestionar la incertidumbre y tranquilizar al cliente. “Como agentes tenemos un compromiso especial con nuestros clientes. Con esta crisis hemos subido un escalón más de compromiso”, reflexiona.  

Por su parte, Mario Arroyo, agente de banca privada de Santander Private Banking destaca que la pandemia fue todo un reto que, una vez superado, sirve como herramienta complementaria para el futuro.

En el caso de Jokin Ubillos, socio de Orienta Capital, subraya la dificultad de trabajar desde casa, a pesar de que cree que los grandes avances que se han dado en materia de digitalización han sido buenos para el sector. No obstante, apunta como una vez fue posible, retomaron rápidamente todas las reuniones presenciales.

Futuro

Desde el punto de vista de Ubillos, el agente financiero tiene que hacer un esfuerzo extra por personalizar más la oferta de valor. “Los clientes nos ven como un asesor, a los banqueros privados los ven como un empleado más que puede tener conflictos de interés detrás”, reflexiona. En este sentido, apuesta porque en un futuro se ofrezcan servicios extra o diferenciados a la típica gama de activos cotizados o fondos. En definitiva, “pasar de ser gestores especialistas a generalistas”, añade.

De cara a imaginarse como será el agente financiero de 2030, todos coinciden en que la tecnología estará muy presente en su trabajo. Murillo considera que no hay que perder de vista las nuevas tecnologías y otras herramientas ya que “aunque nuestros clientes actuales no las utilicen, sus hijos sí”. En este contexto, piensa que “hay que estar muy atentos de donde vienen los inputs a las nuevas generaciones”.

Por otro lado, Arroyo opina que es fundamental hacer uso de las redes sociales para contar que trabajo realizan. Por su parte, Ubillos cree que las redes son mas impersonales y está convencido de que los grandes patrimonios seguirán confiando en las relaciones personales.