“Los bonos convertibles son sólo parte de la solución"

Damien
Foto cedida

Damien Regnier opera en Frankfurt, está recién llegado de Portugal y tiene delante de sí una agotadora jornada con numerosas reuniones con clientes españoles de Deutsche Asset & Wealth Management, ¿hay una prueba mayor del interés que está despertando la inversión en bonos convertibles? Hablamos con el gestor del DWS Invest Convertibles (un producto enfocado al inversor institucional), sobre el presente y el futuro de esta clase de activo.

El gestor da una lección de honestidad al preguntarle si los convertibles son el producto más idóneo para afrontar una subida de tipos: “No hay un producto que se ajuste por completo. Hay productos y hay necesidades, y lo importante es unir ambas cosas”. Regnier afirma entender el interés del inversor institucional de renta fija, en el sentido de que en la actualidad han caído los rendimientos de los bonos y se ha incrementado el riesgo de subida de tipos, pero afirma que en este contexto "los convertibles sólo son parte de la solución”. “Los tipos están bajos y las rentabilidades también, y la bolsa es bastante atractiva, pero muy volátil”.

En este escenario base, Regnier sí admite que “es perfecto, porque está justo en medio: consigues retornos como los de la renta variable con volatilidad parecida a la de la renta fija”. Por tanto, para el gestor los convertibles te dan la posibilidad de acercarte a algo que “te da ganancias que no vienen del cupón sino de la apreciación de capital, pero que te relaja con respecto a los tipos de interés”.

Regnier considera que la más que probable subida de los tipos de interés provocará que en el largo plazo las compañías opten por emitir convertibles antes que deuda por tener costes de financiación más bajos. Pero matiza que el mercado de convertibles ha sufrido un cambio de percepción desde el año pasado: “Los convertibles ya son más baratos que los bonos corporativos, y aunque los tipos no hayan subido, hemos visto más emisiones este año que en años anteriores”

“En esencia, parece la solución perfecta… pero porque inicialmente se trata de la perspectiva de un cliente que sólo puede invertir en una cosa”, continúa el experto, quien considera una afirmación falsa que se vendan convertibles porque son convexos: “Convertible no es igual a convexidad, sólo una cuarta parte de todo el mercado de convertibles te da protección en las caídas y participación en las subidas”.

El experto, que viene de haber trabajado en estrategias de arbitraje, explica que no considera a los convertibles como una parte de la renta fija sino como una clase de activo aparte que funciona como un buen diversificador:  “Mi visión es que los convertibles son sólo una pequeña parte del mercado, son parte de la solución, pero no la solución. Es algo que debería formar parte siempre de la diversificación de activos de la cartera, porque en el largo plazo los convertibles siempre aportan convexidad”. “Los convertibles sólo funcionan en el largo plazo, no puedes planificarlos temporalmente porque son ineficientes”, amplía el gestor.

Eso sí, Regnier se pone en la piel de sus clientes para aportar otra matización a esta afirmación: “Quiero que los clientes entiendan que, si eres un inversor, obviamente los convertibles son parte de la solución, pero sólo funciona si entienden lo que están haciendo”. Regnier recomienda tener sólo una pequeña parte de convertibles en cartera y mantenerlos en un periodo de entre tres y siete años. “Esto implica que sabes lo que estás haciendo y que tienes la capacidad de reducir tu riesgo usando todos tus recursos”.

Lo que diferencia al DWS Invest Convertibles de otros fondos es que se trata de un producto puro, con un estilo top down, donde los activos se conciben como “ladrillos”, en palabras de Regnier, ya que está compuesto exclusivamente por convertibles plain vanilla de empresas con grado de inversión (el rating medio es BBB-), sin seguir ningún índice ni temáticas de inversión ni tener coberturas sobre divisas.

El enfoque a este tipo de fondos es fundamental porque al incluir opciones put y call dan protección frente a las caídas, mientras que los fondos con imperativo no frenan los momentos de negatividad. Gracias a esta construcción, el fondo presenta una volatilidad entre el 4 y el 5% y una delta del 50%. Está orientado a los inversores que venden un poco de su renta fija y un poco de su renta variable para comprar convertibles, “no es una solución directa”, aclara el experto.

En lo referente a las principales posiciones del fondo, Regnier admite haber liquidado en junio su posición sobre Microsoft. Actualmente, entre las principales posiciones de la cartera figuran nombres como TeliaSonera, China Unicom, Gilead Sciences, Intel o Deutsche Post. “No queremos ser demasiado cíclicos ni demasiado defensivos, pretendemos estar neutrales, lo que implica que estamos construyendo una posición que se parece al MSCI World, y esto supone que en comparación con otros fondos estamos muy sesgados a las grandes capitalizadas, que tienden a tener menos beta y ser más líquidas”. La distribución de activos se reparte entre un 50% en Estados Unidos, un 25% en Asia-Pacífico excluyendo Japón y otro 25% en Europa, Oriente Medio y África.