Los dilemas de Michael Lipper para 2015

Carsten_Tolkmit
Carsten Tolkmit, flickr, Creative Commons

El 2014 ha evolucionado y terminado de una manera muy distinta a como todos los actores del mercado esperaban. Ahora que ha comenzado un nuevo año, en vez de unirse a la miríada de predicciones que se han publicado en las últimas semanas, Michael Lipper ha optado más bien por una variante del método socrático aplicada a los mercados, de tal forma que ha publicado en Citywire una lista con los dilemas que le han surgido a la hora de prepararse para afrontar este ejercicio.

Primer dilema: el exceso de popularidad de los grandes valores

La inversión en valores de gran capitalización ha sido una de las grandes apuestas del año ya terminado. Así lo constata Lipper tras un breve análisis (con datos simplificados) de la evolución de los fondos de inversión de renta variable. El conocido gurú establece la siguiente clasificación de mayor a menor rentabilidad anual: fondos de renta variable de gran capitalización (11%), sin restricciones por capitalización (9%), de mediana capitalización (8%) y de pequeña capitalización (3%). Añade otro dato a favor de los grandes valores: un análisis de la capacidad de generar beneficios operativos le lleva a sentenciar (sin tener en cuenta el efecto divisa) que las grandes capitalizadas triplicaron el crecimiento a largo plazo de las pequeñas.

Lipper explica este comportamiento como “una función de los cambios en la estructura del mercado”. Se refiere en particular a la rotación por parte de algunos inversores institucionales preocupados con la duración del mercado alcista hacia blue chips, tanto de forma directa como a través de fondos cotizados. En este movimiento está el origen de su primer dilema para 2015: la excesiva atención prestada por los inversores a grandes valores de todo el mundo le hace dudar sobre su capacidad de crecimiento futura.

Segundo dilema: la influencia de sesgos conductuales

Las barreras que se alzan a la hora de analizar datos y ponerlos en contexto a través de una serie de procesos centran el segundo dilema de Michael Lipper. Éste aporta algunos datos: de las últimas nueve recuperaciones del mercado, cuatro de ellas han durado más de 100 días, y la más larga duró 181 días. “Por tanto, para un gestor un posible error profesional consiste en salirse demasiado pronto de estos mercados, lo que pone una prima sobre la inversión en posiciones líquidas”, asevera. La cuestión es que, como hay tantos profesionales que optan por la liquidez como una vía para no retirarse de la fiesta antes de que las alzas terminen, especialmente invirtiendo en grandes capitalizadas, Lipper predice que “la cantidad excesiva invertida en large caps encontrará una vía de salida muy cara o inexistente para aquellos que lleguen tarde”.

Por tanto, concluye que “el mayor riesgo para los inversores y sus asesores son los sesgos que el inversor tiene a la hora de tomar las decisiones conocidas como racionales”. A continuación, expone una serie de sesgos que pueden componer en su opinión el “riesgo gestor”: convicciones,  resultados, gregarismo, información, optimismo, enmarcado, subirse al carro ganador o la fijación de ideas son algunos de ellos. “Sugiero que muchos de estos sesgos encuentran formas de aparecer en informes: apoyando las razones por las que todos hemos tomado decisiones que no han funcionado”, afirma el experto. Esto le lleva a concluir que, a la hora de gestionar activos, “la clave para todos es entender nuestros sesgos. Seremos capaces de superar algunos de ellos. Otros, tendremos que aceptarlos como inmutables”. En base a esta conclusion, aconseja “intentar diversificar los sesgos variados de los gestores, así como los nuestros como propietarios del capital que va a ser utilizado”.