Encuesta a clientes de Schroders
Apenas tres años después del estallido de la crisis subprime en EEUU, la renta variable del país vuelve a ser del agrado de los inversores, gracias a las positivas perspectivas de recuperación económica. Así, el 65% de los 95 distribuidores procedentes de Oriente Próximo y Europa consultados por Schroders durante un encuentro celebrado en Londres, asegura que compraría acciones estadounidenses este año, mientras que el 21% se decanta por Europa y el 14% restante por Japón.
En sintonía con esta perspectiva, también se ha producido un cambio significativo en el sentimiento hacia las divisas desde octubre de 2009, cuando la mitad de los encuestados respondió que era probable que el dólar se debilitara durante el segundo semestre. No obstante, un 81% cree ahora que el dólar estadounidense batirá a otras grandes divisas durante este mismo periodo. Por otra parte, los inversores se mostraron entonces más alcistas con respecto al euro, pero ahora creen que tendrá un peor comportamiento.
Lo que no ha cambiado es el sentimiento positivo hacia los mercados emergentes: un 27% se decanta por su deuda y un 23% los sitúa entre sus principales recomendaciones para 2010.
Para Carla Bergareche, directora general de Schroders para Espala y Portugal, “la opinión de los distribuidores refleja el contexto de recuperación económica mundial que están liderando los países emergentes y la economía estadounidense. Aunque la volatilidad seguirá presente en 2010, la renta variable de EEUU, tanto en compañías de gran capitalización como en el segmento de pequeña y mediana, y la deuda de los países emergentes, representan dos buenas opciones de diversificación para los inversores españoles”.
Por activos, los inmuebles, los activos monetarios y la deuda pública siguen siendo las clases de activos menos populares, y un 60% sigue considerando que la inflación supone la mayor amenaza este año.
Estrategias de retorno absoluto
Otra tendencia de inversión, con unas perspectivas de recuperación económica inciertas, es que la mitad actualmente asigna entre un 5% y un 10% de sus carteras a fondos con estrategias de rentabilidad absoluta.
“Es interesante el hecho de que los inversores se muestren ahora más alcistas con respecto al dólar estadounidense. Si bien las perspectivas macroeconómicas son más alentadoras, es probable que el camino siga siendo accidentado. Por lo tanto, es comprensible que los inversores busquen cada vez más estrategias de rentabilidad absoluta para proteger sus carteras de una recuperación volátil”, comenta Richard Mountford, director mundial de negocio intermediado de Schroders.