En 2024, los mercados emergentes subieron un 5%, pero quedaron rezagados frente al 17% de los mercados monetarios, una situación poco común en ciclos alcistas.
Desde 1991, ha habido 18 años en los que tanto los mercados emergentes como los mercados monetarios han mostrado rendimientos positivos. Sin embargo, 2024 fue el cuarto año en el que los mercados monetarios superaron a los emergentes, y el segundo consecutivo. La renta variable de los mercados emergentes (+5%) quedó rezagada respecto a los mercados monetarios (+17%), algo poco común en ciclos alcistas.
Durante 2024, la rentabilidad de los mercados emergentes estuvo 1.190 puntos básicos por debajo de la de los mercados monetarios, una diferencia comparable a los -1.480 puntos básicos registrados en 2023. Algo aún más inusual es que la renta variable de los mercados emergentes logró subir en 2024, a pesar del fortalecimiento del dólar, con el índice DXY aumentando un 5,9% ese año. En los últimos 18 años, solo en dos ocasiones los mercados emergentes se han movido en la misma dirección que el dólar (la otra fue en 2016). Por lo tanto, 2024 rompió varias de mis "reglas de oro" para invertir en mercados emergentes.

Sin embargo, el MSCI EM Top 100 Select Index compuesto por un fuerte peso en China y Taiwán (superior al 25% cada uno) seguido de india (18,6%), Corea (8,9%) y Arabia Saudí (4,4%) generó una rentabilidad cercana al 10%. Como se comentó en un artículo anterior: ¿Dependen los mercados emergentes tanto como los desarrollados de sus 7 Magníficos?, también hay Magníficos en emergentes que explican en buena parte esa rentabilidad, como Taiwán Semiconductores con un peso cercano al 19% y que generó una rentabilidad superior al 90%, acompañada por otras tipo Tencent, Meituan y algunas otras magníficas acciones.
China, una incógnita por resolver
Las economías emergentes se enfrentan a numerosos retos, siendo el más importante China, que se enfrenta a una crisis de confianza de los consumidores (solo ligeramente aliviada por el paquete de medidas de estímulo anunciado recientemente por el Gobierno). Según señalan los expertos de J.P. Morgan WM en sus perspectivas para 2025, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria del país ha resultado muy doloroso para los hogares y las empresas. "Una clara señal de cautela: las ventas minoristas chinas están un 16% por debajo de su tendencia anterior a la pandemia", apuntan y añaden la guerra comercial a la que se enfrenta el gigante asiático con EE.UU.
Otro punto que destacan desde J.P. Morgan WM es que, generalmente, cuando los beneficios aumentan los precios de las acciones tienden a subir. Sin embargo, la renta variable de los mercados emergentes se ha quedado rezagada con respecto a sus homólogos de los mercados monetarios. Aunque el crecimiento económico ha sido fuerte en varios países, muchas empresas nacionales no han visto crecer sus beneficios. Uno de los ejemplos más flagrantes es China, donde los beneficios se han mantenido estables en los últimos 10 años a pesar del fuerte crecimiento económico.

Un panorama complicado con un dólar fuerte
Los elevados rendimientos del Tesoro estadounidense están ejerciendo una presión significativa sobre los mercados emergentes a través de múltiples canales, alguno de ellos, es vía la fortaleza del dólar. Según apunta Jean Paul Van Oudheusden, analista de mercados de eToro: "Unos tipos de interés más altos en EE.UU. mantendrán el dólar fuerte durante más tiempo, lo que afectará negativamente a muchas economías emergentes". Altos rendimientos de los bonos del Tesoro generan unas condiciones financieras restrictivas en emergentes, repercutiendo negativamente tanto en la renta variable como la renta fija emergente.
Desde Schroders, Tom Wilson, responsable de renta variable de Mercados Emergentes, comenta que las perspectivas para estos mercados están teñidas de incertidumbre en relación con el impacto de una administración Trump, aunque reconocen que las valoraciones en general son baratas, excepto para India y Taiwán. Los principales factores son el riesgo arancelario, la fortaleza del dólar estadounidense y el aumento de la curva de rendimientos de Estados Unidos (mayor rentabilidad de los bonos estadounidenses), las medidas políticas chinas, la India y las tendencias tecnológicas.
Mientras que los mercados emergentes representan actualmente alrededor del 5,3% de las asignaciones de los fondos mundiales, una vuelta a la asignación media de 20 años del 8,4% daría lugar a importantes entradas de 910.000 millones de dólares, señalan desde East Capital. Sin embargo, esta posible reasignación parece depender de la evolución de los rendimientos del Tesoro estadounidense y de la fortaleza del dólar.
Por tanto, se observa que la dinámica del Tesoro estadounidense será un factor determinante de los resultados de los mercados emergentes en 2025, principalmente por su influencia en la fortaleza del dólar y en las condiciones financieras mundiales.