Los expertos abogan por contabilizar todos los años de cotización para calcular la pensión

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Mojitopt, Flickr, Creative Commons

La reforma de las pensiones que España necesita con urgencia, tal y como piden los expertos, ya tiene un ejemplo europeo cercano donde mirarse: el sueco, según Ignacio Conde-Ruiz -subdirector de Fedea, profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro del Foro de Expertos del Instituto Aviva-, en la jornada ‘El futuro de la Seguridad Social’, organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). El modelo sueco, denominado por los economistas como de “cuentas nocionales de aportación definida”, se caracteriza por ser una versión “más flexible y más transparente”, la cual, según explica Conde-Ruiz, calcula la cuantía de la pensión futura a recibir en función de todos los años cotizados desde el inicio de la vida laboral del trabajador y los posibles cambios demográficos del país.

Así, Conde-Ruiz, que no está seguro de qué dirección escogerá el Gobierno de Mariano Rajoy para reformar el sistema de pensiones público, estima que el factor de sostenibilidad que se pretende añadir a la prestación definida ya existente tendrá que ir vinculado, inevitablemente, a variables como la esperanza de vida, la tasa de dependencia o el crecimiento del PIB, entre otras. Y esto es así porque la reforma actual, que establece la edad de jubilación en los 67 años, calcula la pensión a recibir según la media salarial de los últimos 25 años laborales y establece la cuantía máxima para 37 años cotizados, “sólo resuelve un tercio de los problemas de sostenibilidad” del sistema, cree el economista de la UCM.

Para Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, también participante en la jornada, sólo existen tres soluciones posibles que puedan garantizar una mejora del sistema de pensiones público: “cotizamos más, pagamos menos pensiones o hacemos algo para ganar en equilibrio”, resume tras desmitificar el falso mito del bajo ahorro de los españoles. “Hemos ahorrado mucho, pero nos han dirigido hacia un monocultivo del ahorro: el inmobiliario”, critica.