Los family office ya invierten más en activos alternativos que en bolsa

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fabien-bazaneguer (Unsplah)

La crisis del coronavirus ha cambiado, en algunos casos de forma radical, la composición de las carteras de los inversores ya que fueron muchos que ante la fuerte caída que se vio en los mercados en el primer trimestre del año optaron por reducir riesgo en sus carteras para aumentarlo en liquidez, a la espera de ver esos brotes verdes que ahora empiezan a llegar. Los family office son algunos de esos inversores que tras la crisis del primer trimestre optaron por rebalancear sus carteras para adaptarlas a ese nuevo contexto que ha dejado el COVID-19.

Esa es al menos una de las conclusiones que deja un informe global sobre family office que acaba de publicar el banco UBS a partir de la información que han recopilado de 121 sociedades de inversión familiar cuyo patrimonio medio es de 1.600 millones de dólares, en el que detalla cómo éstas han navegado la tormenta en los mercados financieros.

De hecho, pese a que a finales 2019 el 69% de estas family office afirmaba no tener planes de cambiar la asignación de su activos, la fuerte crisis derivada de la pandemia ha llevado a que el 55% optara finalmente por reequilibrar sus carteras entre marzo y mayo con un objetivo de largo plazo y un 15% pensando de manera más táctica a corto plazo. Además, el estudio cifra en un 45% el porcentaje de sociedades que aprovecharon también para revisar sus procedimientos de gestión de riesgo.

Analizando la forma en la que han llevado a cabo ese rebalanceo se llega a la segunda conclusión.  En un contexto de tipos de interés al 0% que dificulta aún más las probabilidades de alcanzar rentabilidades atractivas en renta fija y también en renta variable, los activos estrella han sido los alternativos. De hecho, en total invierten el 35% en activos alterativos, con especial predilección por el private equity y el sector inmobiliario. Una cifra superior al 29% que destinan a la bolsa, al 17% de  renta fija y al 13% de liquidez, dato este último en máximos.

AsignaciondeActivos

No en vano, según explican en el informe “tres cuartas partes (73%) de los que invierten esperan que el sector privado inversiones para obtener mayores rendimientos que las públicas inversiones”. Eso sí, esta cifra es de marzo de 2020 ya que en mayo cayó hasta el 51%, lo que indica un recorte en las expectativas de rentabilidad esperadas también para este tipo de activos.

En todo caso, a la hora de invertir en private equity, el vehículo favorito de los que invierten es el fondo, seguido de la inversión directa, mientras que los sectores que despiertan las mayores pasiones son por este orden el de tecnología de la información, salud y sector inmobiliario.

Crece el interés por la ISR pero no tanto

En el informe también se dedica un capitulo específico al interés que despierta la inversión con criterios responsables. Si bien este interés ha ido en aumento en el caso de las family office, aun son más los que no lo sitúan en el puesto número 1 de sus prioridades a la hora de componer su cartera. “Al evaluar las inversiones de impacto, El 43% de las oficinas de la familia todavía priorizan el rendimiento de la inversión”, afirman. Un poco más de una quinta parte de ellos (22%) colocan el retorno social en inversión en sus tres principales indicadores de rendimiento, mientras que el 12% señala la importancia que le dan al impacto ambiental.