Los fondos de renta variable recomendados por las gestoras internacionales para 2022

La opción recomendada por BlackRock en renta variable pasa por invertir en empresas de todo el mundo que se beneficien o contribuyan al avance de la Economía Circular . En concreto, recomiendan BGF Circular Economy.

Según explica Aitor Jaúregui, la estrategia, que se enmarca en el artículo 9 de la normativa SFDR,  "se gestiona de manera activa y cuenta con una cartera de entre 30 y 60 valores seleccionados en un universo sin restricciones geográficas o sectoriales. El fondo está diseñado para obtener exposición a las megatendencias de cambio climático, escasez de recursos y rápida urbanización", afirma. Además, indica que  se ha firmado un acuerdo con la fundación Ellen McArthur, que se fundó en 2010 con el objetivo de acelerar la transición desde una economía lineal a una circular, que nos permite aprovechar su experiencia en este campo.

Amundi Funds US Pioneer Fund  es el fondo de renta variable recomendado por Amundi de cara a 2022. Este fondo invierte en compañías de elevada calidad con negocios sostenibles y que cotizan a precios atractivos por debajo de su valor intrínseco. Según explica Marta Marín, el análisis de sostenibilidad incluye por tanto factores ESG junto a factores financieros, "basándose en la convicción de que los negocios sólidos, con ventajas competitivas, y con rating ESG altos o en proceso de mejora tienen el potencial de generar retornos competitivos con un menor nivel de riesgo".

No tiene un sesgo ni growth ni value sino que identifica los mejores perfiles riesgo/rentabilidad en busca de un elevado grado de participación en mercados alcistas y mitigar la volatilidad y el riesgo en mercados bajistas. El fondo está clasificado como art 8 según SFDR.

La gestora ha mostrado en varias ocasiones recientes su preferencia por la inversión en bolsa europea. No es de extrañar por tanto que su recomendación de cara a 2022 pase por incluir un fondo como JP Morgan Funds Europe Strategic Value en cartera.

Según explica Javier Dorado, "es un fondo de renta variable europea value puro: se centra en acciones europeas de alta calidad que ofrecen valoraciones atractivas, por lo que permite a los inversores aprovechar oportunidades en todo el universo value y obtener exposición a un estilo de inversión que ha sido históricamente un factor determinante de la rentabilidad a largo plazo". Para el proceso de inversión, el fondo combina el análisis fundamental con el cuantitativo y considera que de cara a los próximos meses hay varios factores que podrían ser favorables a este estilo. Entre ellos cita que los diferenciales de las compañías value históricamente amplios, el entorno reflacionario con alza de las tires de los bonos, y unas buenas perspectivas de crecimiento.

Si bien defiende que es posible que se atienda a una cierta corrección de las bolsas a corto plazo, Mariano Arenillas, también defiende que es el mercado de acciones el que sigue mostrando una de las mayores posibilidades de revalorización en un contexto de recuperación económica. Su recomendación pasa por incluir en cartera fondos como DWS Invest ESG Equity Income.

Es un fondo de renta variable global que invierte en empresas que reparten dividendos ciertos y crecientes a la vez que tienen altos estándares de sostenibilidad. "Se trata de la versiónESG del conocido DWS Invest Top Dividend de perfil asimétrico en el retorno, ya que históricamente captura gran parte de las subidas de las bolsas, mientras que en las correcciones ha mostrado un perfil más defensivo", afirma. Y eso es debido en parte al reparto anual de los dividendos que paguen las empresas en las que se invierte.

En un contexto de sendos compromisos por parte de Gobiernos y empresas por reducir las emisiones de carbono, para un calentamiento global no mayor de 1,5°C, Gonzalo Rengifo considera que una buena opción para que el inversor contribuya a ello es Pictet Smart City.

Este fondo de gestión activa invierte en empresas relacionadas con construir la ciudad, gestionarla y vivir en ella. " Se trata de empresas activas en diseño, construcción o financiación, gestión de infraestructuras tradicionales y digitales y soluciones en vivienda, trabajo y ocio, con tasas de crecimiento anual de ventas entre 7 y 11% y capitalización conjunta de 2,7 billones de dólares", explica.   El fondo, además, está clasificado bajo el Art. 9 del Reglamento de Divulgación, mide la huella ambiental, teniendo en cuenta el ciclo de vida completo de productos y servicios de las empresas, según los nueve límites planetarios de Stockholm Resilience Centre y contribuye especialmente al Objetivos de Naciones Unidas para 2030, “Ciudades y comunidades sostenibles”.

La inversión en renta variable sostenible también es la apuesta de Sebastián Velasco de cara a 2022. En concreto, recomienda el fondo FF - Sustainable Climate Solutions Fund.  "En base al análisis bottom-up, invierte activamente en empresas de todo el mundo que están posibilitando la descarbonización del planeta a través de tecnologías y soluciones que reducen sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero frente a las tecnologías dominantes", afirma. En concreto, este producto está posicionado en  compañías dedicadas al hidrógeno verde, los trayectos compartidos, energías renovables, redes eléctricas inteligentes, eficiencia agrícola, reciclaje, eficiencia de los edificios, sustitutos de la carne y la leche, etc.

Para 2022, en el que se puede esperar una mayor volatilidad de mercado, las gestoras del fondo creen que los catalizadores de estos sectores mantendrán su persistencia a pesar de que puedan producirse movimientos más bruscos en los mercados, debido a los cambios legislativos y reguladores imparables hacia una economía libre de carbono.

La recomendación de Ana Claver se refiere a uno de los fondos más longevos de la gestora. Se trata de RobecoSAM Sustainable Water ,  que acaba de celebrar su 20 aniversario y siempre con el mismo gestor, Dieter Küffer.

"La estrategia Sustainable Water trata de aprovechar todas las oportunidades de crecimiento en la cadena de valor del agua, lo que genera impulsores a largo plazo como son, por ejemplo, el aumento de la población, la creciente clase media global, la urbanización, la contaminación del agua, el envejecimiento de las infraestructuras y el cambio climático entre otras oportunidades”, explica.

La recomendación de Invesco difiere en las del resto de competidores en que, a diferencia de ellos, no apuesta por una estrategia de bolsa global sino centrada en el mercado asiático. En concreto, su fondo recomendado para 2022 es Invesco Asian Equity Fund.

"Este fondo combina la exposición a uno de los mercados de renta variable más atractivos de cara a 2022, gracias al sólido crecimiento económico que prevén experimentar, junto con un posicionamiento actual centrado en los sectores cíclicos del mercado (bancos, consumo discrecional y tecnologías de la información)", explica Íñigo Escudero. Lo hace con un enfoque  flexible y con posiciones de muy alta convicción que se mantienen en la cartera durante mucho tiempo. Y el resultado es positivo ya que su rentabilidad anualizada media en sus 20 años de historia es de más del 11%.

"En Schroders creemos que las empresas que se gestionan mirando a largo plazo y teniendo en cuenta su impacto en todas las partes interesadas, podrán mantener un crecimiento y unos retornos superiores a los normales", afirma Carla Bergareche. De hecho, su fondo recomendado de renta variable es Schroder ISF Global Sustainable Growth.

Este fondo busca identificar a las compañías con fuertes características de sostenibilidad ya que está demostrado que logran una mejor rentabilidad operativa y pueden mantener un crecimiento estructural a largo plazo. Invierte la cartera de forma global, multisectorial y concentrada en unos 30-50 valores y, según explica Bergareche "busca sacar el máximo potencial de esta oportunidad, que consideramos que los mercados aún no han reconocido al ser todavía ineficientes valorando el crecimiento a largo plazo y los factores no financieros".

Los precios de la energía han sido los grandes protagonistas del último trimestre del año y ello ha dado pie a hablar mucho de los efectos que puede tener en mercado la transición energética. "a oportunidad que ofrece la transición energética no se limita a la energía limpia. Después de todo, nadie espera que el uso de combustibles fósiles vaya a cesar de inmediato, y las fuentes convencionales siguen siendo una parte esencial del mix energético. De lo que se trata es de reducir la dependencia del mundo en los combustibles fósiles y adoptar progresivamente más fuentes de energía sostenibles y renovables", afirma Sol Hurtado de Mendoza.

Todo ello implica un potencial enorme que cree que se puede canalizar a través de BNP Paribas Energy Transition, su fondo recomendado. No en vano, es un producto que puede abarcar todas esas oportunidades que se verán en áreas como innovaciones en transporte alternativo, vehículos eléctricos, redes alternativas, eficiencia energética industrial, edificios verdes ,iluminación LED ,pilas de combustible de hidrógeno, energía eólica y fotovoltaica y numerosas áreas de suministro público. "En este contexto, la transición energética debería verse como una oportunidad muy amplia", afirma.

"El fondo M&G (Lux) Positive Impact se ha convertido en una de nuestras principales apuestas dentro de renta variable, con un doble objetivo", asegura Alicia García Santos. El primero de esos objetivos es  invertir en empresas con vocación transformadora, capaces de aportar soluciones positivas en ámbitos sociales y medioambientales, de un modo sustancial y medible. Y, el segundo obedece a la rentabilidad ya que busca proporcionar un rendimiento total superior a la del mercado de renta variable global en cualquier periodo de cinco años.

Según explica García, este fondo, liderado por John William Olsen, invierte en tres categorías de empresas de impacto: "Pioneras", "Habilitadoras" y "Líderes", lo que proporciona una diversificación entre sectores y ciclos de negocio, y se adhiere a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e invierte en seis áreas clave, tres medioambientales y tres sociales.

Renta variable global con un enfoque ESG. Esa es la apuesta de Nordea en lo que a fondos de renta variable se refiere de cara a 2022 y para ello recomiendan el fondo Nordea 1 Global Stars Equity Fund. "Después de la COP26 de este año, ha quedado claro que los inversores ya no pueden dar la espalda a los criterios ESG. Para los inversores que desean una exposición global a los ganadores del mañana", explica Laura Donzella.

Este fondo busca seleccionar empresas capaces de generar valor para los inversores de forma sostenible a largo plazo, para lo que desde la gestora llevan a cabo un análisis ESG en profundidad y  acercamientos con empresas que incluyen diálogos continuos, visitas de campo y votaciones en las JGA. De esta manera criban un universo de inversión que asciende a nada menos que 2.800 empresas.

En AXA IM han identificado oportunidades de inversión en cuatro áreas clave de la economía limpia: Transporte con bajas emisiones de carbono, Energía inteligente, Agricultura e industria alimentaria y Preservación de los recursos naturales. Y de todas ellas participa el fondo que recomienda Juan Carlos Domínguez: AXA WF ACT Framlington Clean Economy.

El fondo tiene el objetivo doble de generar rentabilidad financiera a largo plazo, mediante la inversión en empresas cuyas actividades deberían contribuir a la transición energética y la optimización de los recursos, tratando al mismo tiempo de tener un impacto positivo y cuantificable en el medioambiente. Está categorizado como artículo 9 en la SFDR.

La opción de invertir en mercados emergentes pero con un criterios ESG no es algo imposible. De hecho, es lo que hace GS Emerging Markets Equity, el fondo recomendado para 2022 por Lucía Catalán.  "El fondo ha batido de forma consistente en la pasada década a su índice, el MSCI Emerging Markets y tiene un fantástico histórico de rentabilidad, apareciendo de forma consistente en su categoría Morningstar en el 1er cuartil en todos y cada uno de los periodos (1, 3, 5 y 10 años)", explica.

El objetivo de este producto es dar exposición al mercado de renta variable emergente y generar alfa de manera consistente a lo largo de un ciclo económico siguiendo una filosofía de inversión fundamental, bottom-up y agnóstica por estilo, invirtiendo en compañías a largo plazo en todas las capitalizaciones del mercado. La cartera está muy diversificada con entre 100 y 150 valores y la selección de estos títulos general el 80% del alfa.  "Destacaría que el fondo incluye un 25% en posiciones fuera del índice, con un 30% aproximadamente en compañías de pequeña y mediana capitalización", afirma. Además, subraya que los criterios ESG juegan un papel muy importante y, de hecho, el fondo está clasificado como artículo 8.

"Hay numerosas oportunidades de inversión ligadas a la transición a una economía baja en carbono que la comunidad inversora no puede ignorar", explica Álvaro Cabeza. Y aprovechar esas oportunidades es lo que está detrás de su fondo recomendado, UBS Active Climate Aware.

Esta estrategia invierte globalmente en compañías enfocadas en proporcionar productos y servicios para un futuro bajo en carbono, que son líderes en afrontar riesgos climáticos en sus propias operaciones o que, desarrollando su actividad en industrias contaminantes, están transformando su modelo de negocio.  La cartera está concentrada en pocos valores cuya selección se hace en base a una metodología desarrollada por UBS AM para detectar los líderes en transición climática del mañana.

Destaca para 2022 una estrategia que cuenta con un track record de más de tres décadas: Janus Henderson Global Sustainable Equity, un fondo con una cartera de alta convicción de empresas que se seleccionan en función de su potencial de crecimiento e impacto positivo en medioambiente.

"El equipo se centra en tres tendencias de cara a 2022: la digitalización, la electrificación y la descarbonización ya que consideran que se están convirtiendo en motores clave de la economía global", explica Martina Álvarez.  Y todo ello con un enfoque basado en identificar las empresas que se benefician de una temática de sostenibilidad a largo plazo y que a su vez contribuyen a la transformación de la actual economía global a otra más sostenible.

La recomendación de Rubén García Paez versa sobre uno de los fondos más conocidos de la gestora: Threadneedle (Lux) Global Focus.

Y la razón que alega para incluirlo en la lista de fondos recomendados es simple: "Seguimos pensado que las empresas de calidad, con buenos fundamentales y balances saneados, con ventajas competitivas como imágenes de marca o patentes, son empresas que deben de hacerlo bien en un entorno de mercado donde los costes de producción seguirán escalando y dichas empresas tendrán poder de precios para repercutir dichos costes en el precio final", afirma.

La pandemia ha despertado cada vez más interés por parte de los inversores por empresas con ciertos atributos culturales. Y es en esas compañías en donde invierte el fondo recomendado por Sophie del Campo: WCM Select Global Growth Equity Fund.

Se trata de un fondo de renta variable global que busca invertir en compañías de calidad, con un enfoque a largo plazo, que además presenten fundamentales atractivos, como un crecimiento histórico a largo plazo de los ingresos y los beneficios, unos balances sólidos o un endeudamiento bajo o nulo. Además, según destaca la responsable de Natixis IM en Iberia, se trata de un fondo grandes convicciones ya que "la cartera presenta una rotación muy baja, en línea con el horizonte temporal de inversión del equipo, teniendo un enfoque parecido al del capital riesgo"

Con más de 22 años de historia y un tamaño de 6.000 millones de euros de euros, el fondo recomendado por Capital Group de cara a 2022 no es otro que Capital Group New World Fund (Lux). Esta estrategia, que cuenta con un equipo gestor con 27 años de experiencia, ha conseguido rentabilidades superiores al índice MSCI EM de manera consistente tanto a corto como a medio y largo plazo.

La estrategia busca generar crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo en empresas sin ningún tipo de sesgo geográfico pero sí con exposición mercados emergentes y construye esa cartera con un enfoque puro de bottom up.

La recomendación de BNY Mellon IM en renta variable pasa por incluir un fondo como BNY Mellon Long-Term Global Equity en cartera.

El fondo es puramente de gestión activa invierte en empresas de alta calidad (empresas con bajos niveles de apalancamiento) capaces de crecer por encima del nivel de sus competidores y del mercado. Son aquellas empresas típicamente de gran capitalización con un ROE (rentabilidad de recursos propios) y ROI (retorno de la inversión sostenible) de entre un 20-25%.

"Su cartera se concentra en 40 - 60 valores que se gestionan bajo una estrategia de ‘comprar y mantener’ a largo plazo dirigida a maximizar el potencial de revalorización de las acciones. La rotación anual del fondo es baja (típicamente entre un 15-20%)", explica Ralph Elder.